Iglesia Evangélica Congregacional Armenia "Santísima Trinidad"

¿A quién votar?

16 de agosto de 2017

elecciones 2017En octubre se realizarán elecciones legislativas para renovar parte de ambas cámaras. Como siempre se nos presenta el dilema de elegir a los candidatos que votaremos. La corrupción, la inoperancia, las promesas incumplidas y la inmoralidad de muchos políticos, nos desconciertan porque hoy muchos de ellos vuelven a postularse prometiendo lo que  sabemos que no cumplirán.

Esto nos genera un problema de conciencia. ¿Tenemos que darles una nueva oportunidad para que ocupen una banca en la cámara de diputados o de senadores? Personalmente considero que NO, porque incluso, algunos de ellos faltaron a muchas de las sesiones y nunca presentaron un proyecto, aunque cobraron mensualmente su sueldo y sus gastos de representación.

Muchos legisladores negocian las leyes pensando más en los beneficios que obtendrá él o su partido, que en suplir las necesidades del pueblo. Durante años no trataron algunas leyes que eran fundamentales para mejorar la seguridad, la salud, la educación, la lucha contra la corrupción y la delincuencia, incluyendo al narcotráfico. El problema es que algunos están asociados con esas mafias por lo cual traban todo aquello que pueda terminar con ellas y con ellos. Frente a esta realidad:

¿A quién tendríamos que votar?:

 A personas honorables. Personas que sabemos que son intachables, íntegras e irreprensibles y que tienen principios y valores éticos. Personas a las que no se les puede señalar una falla que le reste autoridad para ejercer su cargo. Sabemos que actualmente hay legisladores, jueces, fiscales, personal jerárquico de las fuerzas de seguridad y funcionarios públicos en todos los niveles, que están asociados con algunas mafias, por lo cual entorpecen los procedimientos para terminar con ellas. A esos funcionarios que se protegen entre sí, no debemos votarlos aunque se presenten camuflados en las listas del partido político de nuestra preferencia. No tenemos que darle fueros a delincuentes que frenaron el crecimiento de nuestro país con su accionar delictivo. Funcionarios que destruyeron la educación pública, el sistema de salud y, en ocasiones, en comercio y la industria. Tenemos que votar personas honradas, que no nos mentirán ni usarán la función pública para enriquecerse.

A personas idóneas. Personas que conocen el trabajo que deben realizar. Personas que ponen al servicio de la Nación sus conocimientos, experiencias e influencias con el fin de lograr el crecimiento integral del país. Personas que no improvisarán y que formarán equipos interdisciplinarios para realizar proyectos sustentables, posibles y prácticos. Proyectos que utilizarán la gran capacidad creativa y de trabajo de los argentinos y que facilitarán los trámites y las gestiones para que los ciudadanos con vocación de trabajo puedan crear PYMES que suplirán las necesidades del mercado interno con buenos precios y calidad, y que exportarán sus productos trayendo divisas al país.

A personas humildes. Personas que no se enorgullecerán al ocupar una banca y  que tampoco buscarán de enriquecerse cambiando su nivel de vida en forma ostentosa.  Personas que servirán por vocación y no por amor al dinero. Que reconocen que el cargo no los hará mejores, sino que son ellos los que con su conducta dignificarán o desmerecerán la función pública. Personas que seguirán siendo las mismas pero con una responsabilidad mayor por lo cual sabemos que no se enorgullecerán por tener privilegios, por ser reconocidos o por estar con gente importante. Tampoco se consideran más que otros, por eso seguirán manteniendo sus amistades y no  tratarán de ser reconocidos asociándose con artistas o personajes públicos cuya vida es cuestionada por su moral. Personas que no necesitan popularidad para sentirse bien, porque su satisfacción la encuentra en cumplir eficientemente con su responsabilidad y en ayudar a la mayor cantidad de personas.

A personas con vocación de servicio. El mejor candidato es aquel que ama al prójimo y que desea acceder a la función pública para ayudar a los desposeídos y a los que sufren por causa de las injusticias sociales. No busca un cargo para beneficiarse, ni para enriquecerse y, menos, para alcanzar fueros que le protejan del accionar de la justicia que lo investiga por sus delitos de corrupción.

¿Hay algún candidato que reúna estos requisitos? Que Dios nos ayude para que, en estas elecciones, votemos a personas dignas para ocupar una banca en nuestras cámaras.

La Biblia dice: “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra; más cuando domina el impío el pueblo gime” Proverbios 29:2

Lic. Rogelio Nonini.

Pastor    

 

 

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