El acuerdo con Irán puede ser beneficioso para Armenia

23 de julio de 2015

acuerdo iraniMuchos miembros del gobierno y otros tantos observadores políticos creen que de materializarse definitivamente el reciente acuerdo suscrito por Irán y las potencias mundiales puede terminar siendo beneficioso para Armenia.

Las esperanzas son altas porque existe la certeza que al finalizar las sanciones que soporta Teherán, podrá avanzarse en la materialización de importantes proyectos estratégicos. Sin embargo, algunos de esos expertos alertan sobre la posición que asumiría Rusia que desde hace tiempo se erigió en rival regional del vecino del sur.

La situación de bloqueo que soporta Armenia desde hace más de dos décadas hizo que gran parte de su comercio exterior fuera canalizado a través de Irán y en menor medida por vía de Georgia. Si se normaliza el vínculo iraní con el mundo, Armenia podría expandir sus vínculos comerciales y romper definitivamente el doble bloqueo turco-azerí.

Una de las prioridades armenia es el proyecto de ferrocarril que a un costo de 3.200 millones de dólares podría conectar la frontera armenio-iraní con los puertos del Mar Negro. El gobierno ha estado negociando desde hace años con potenciales inversores para hacer realidad la obra. China anunció en 2014 la creación de un fondo de infraestructura de cuarenta mil millones de dólares para desarrollar vínculos entre Europa y Asia. Ereván espera que la concreción de ese proyecto sea una prioridad para la Unión Económica Euroasiática (UEE) de la que forma parte desde principios de 2015.

“Lograr poner en marcha el tren es muy importante para Ereván en lo económico y estratégico” subrayó recientemente Vartán Voskanian, presidente del Departamento de Estudios Iraníes de la Universidad de Ereván.

Pero lo que no tomó en cuenta el catedrático es que en la actualidad la gestión de todos los ferrocarriles de Armenia está en manos de una empresa estatal rusa. Oportunamente, Vladimir Yakunin, presidente de esa compañía, había calificado el proyecto de ferrocarril entre Irán y Armenia como “improductivo”.

“El ferrocarril es de vital importancia y no se deben escatimar esfuerzos para encontrar inversores”, dijo hace pocos días Gaguik Beglarian, ministro de Transporte y Comunicaciones armenio.

El volumen de comercio de Armenia con Rusia alcanzó en 2014 a 1.400 millones de dólares, mientras que con Irán las cifras del intercambio llegaron apenas a 291 millones de la misma moneda. En este escenario, Arsén Ghazarian, presidente de la Unión Armenia de Industriales y Empresarios, asegura que la caída de las sanciones impulsaría de inmediato el comercio con Teherán. En la actualidad cerca de tres mil empresas iraníes tienen presencia comercial en Armenia, la mayoría de ellas de pequeña escala.

Pero el optimismo de Ghazarian no es compartido por el economista Ashot Yeghiazarian quien expresa sus grandes dudas sobre si Armenia es capaz de beneficiarse de las oportunidades comerciales iraníes. “Al adherirse a la UEE, Armenia ha perdido el derecho a tomar decisiones independientes”, previene.

Otro analista, en este caso Stepán Safarian, cree que Moscú considera a Irán como una amenaza potencial para sus intereses en el Cáucaso sur.

De todas maneras algo es innegable, Armenia comenzará a transitar una nueva etapa económica. El interrogante se plantea sobre si sus autoridades lograrán desembarazarse de la maraña de compromisos asumidos y podrán elegir el rumbo más conveniente para su economía.

Jorge Rubén Kazandjian

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