Colegio Armenio Jrimian

El Instituto Canbazyan está de fiesta

29 de diciembre de 2015

baile-jrimian-3Cumplir 50 años no es poca cosa y más cuando de una Institución educativa se trata. Por eso desde la conducción del Instituto Canbazyan, nivel Secundario del Colegio Jrimian se decidió que al año 2015 sería especial. Por un lado se recordaría el centenario del Genocidio, reclamando de todas las formas posibles y difundiendo cada vez que los alumnos pudieran promover aprendizajes propios y hacia otros. Y por el otro lado, la parte feliz de un ciclo, se festejaría el aniversario de la escuela como contracara de lo que se quiso desterrar.

Así fue que los proyectos partieron desde las aulas con los tintes definidos para el trabajo del año.

Jrimian_Ale_ChapazianPara celebrar el aniversario se definió una jornada de reencuentro entre ex alumnos y docentes de todas las épocas que se llevó a cabo un sábado por la mañana y que transportó a otras épocas las aulas, el patio, el kiosco y todos los rincones del colegio que los ex alumnos conocen muy bien. Se cumplió con ceremonias cotidianas como el izado y arrío de banderas, momentos de gran emoción para todos, el reencuentro en las aulas y finalmente un almuerzo de camaradería en el querido y emblemático comedor de Jrimian.

El segundo y último festejo se realizó el sábado 12 de diciembre cuando las instalaciones de Jrimian se vistieron de fiesta, la música empezó a sonar desde temprano en los instrumentos de Nor Arax, y todo se preparó para que sea una noche inolvidable.

Casi cuatrocientas personas se dieron cita en el salón de Jrimian para disfrutar de una cena show que reuniría promociones de estos cincuenta años, docentes, alumnos actuales, familias y vecinos.

Jrimian_SandraCon la conducción de dos docentes de la escuela y las palabras de historia y bienvenida a cargo de la directora Prof. Sandra Raubian comenzó la fiesta, que presentaría a los docentes y promociones de ex alumnos presentes, se proyectarían videos con fotos de las personas que cursaron y trabajaron en la escuela, se repasarían imágenes de la jornada de reencuentro.

Los invitados pudieron degustar una cena servida por los alumnos actuales quienes participaron activamente como “anfitriones” de la velada.

El mensaje a cargo de Alejandro Chapazian, integrante de la Comisión directiva y ex alumno de la escuela llegó promediando la noche y provocando un breve tiempo de descanso a quienes poblaron la pista de baile para divertirse con la música armenia de todas las épocas.

Como en todo cumpleaños no faltó la torta y el brindis encabezado baile-jrimian-1por Ricardo Guenkian, representante legal del colegio y también ex alumno.

La escuela una vez más se encendió con cada uno de los participantes que se propuso con su presencia augurarle al nivel Secundario y a la Escuela todo un camino poblado de nuevos proyectos y el deseo de que Jrimian siga siendo un buen lugar para el aprendizaje de todos.

Un corazón armenio latiendo en un cuerpo argentino o Crónica e impresiones de una jornada de reencuentro

Gente, mucha gente y de todas las edades, lágrimas, el abrazo apretadito, la alegría desbordando de los ojos que miraban atónitos aquellas caras queridas, esos apellidos perdidos en la memoria y encontrados en la sonrisa cómplice del reencuentro.

baile-jrimian-4Las anécdotas entre compañeros y el saludar a aquellas personas que no llegamos a conocer, pero que fueron tan nombradas, esas que nunca se fueron y viven en cada uno de sus alumnos y compañeros, los que siempre los mencionan.

Izar la bandera llenos de emoción como en aquellos años, 1965, 1983, 1997, 2014, esos abanderados nuevamente cumplían con tan hermosa misión.

Mirar a aquellos “chicos”, que para nosotros los profesores siguen siéndolo, en el envase de hombres y mujeres que hoy nos confían a sus hijos, en el de los profesionales, todos ellos sintiendo que otra vez son esos “chicos”, ésos que vivieron su infancia y adolescencia entre estas paredes, saltando en estos patios, soñando con lo que hoy son y más allá de eso también.

Verlos emocionarse, abrazarse, mimarse retornar a esos días en que el aroma de lo armenio los transportaba a las imágenes que sus abuelos les habían contado, los que llegaron con su equipaje lleno de dolor y mucha esperanza, los que formaron sus familias, los que jamás olvidaron su cultura, muy lejos de aquello, la reivindicaron y nos la hicieron conocer a aquellos que aprendimos con ellos a hacer conocer su historia.

baile-jrimian-2Y el encuentro en las aula… cada uno de nosotros, los profesores, algunos de los cuales viajaron muchos kilómetros para vivir un día tan especial, no pudimos evitar las lágrimas, nuestros chiquitos, “nuestros pequeños monstruos” como solía decirles, eran hombres y mujeres que nos abrazaban y nuevamente volvían a ser chiquitos, y nuevamente eran ellos , los que vimos crecer.

El almuerzo compartido… El brindis... Siguieron las fotos... Siguió el amor por lo que hacemos, por lo que hicimos, por lo que soñamos hacer.

Arriamos la bandera… Prometimos volver a vernos… Salimos con el corazón agrandado porque no cabía en él tanta emoción.

Gracias Canbazyan, tus jóvenes 50 años son los que aquellos chicos que pasaron por tu casa, continuarán en la vida de los que hoy están en ella, los que te cantaron el feliz cumpleaños en nuestro querido Café Literario donde homenajearon a esos hombres y mujeres que soñaron con preservar su cultura, el amor por su tierra, su lengua, la reivindicación de su lucha por el reconocimiento del Genocidio Armenio.

Y aquel proyecto fue una realidad, y es la maravillosa semilla que prendió en aquellos que como nuestro querido Colegio Canbazyan tenemos un cuerpo argentino latiendo con un corazón armenio.

¡Felices cincuenta años, y vamos por muchos más!

Prof. Susana Calzoni
Literatura

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