Vivencias del Centenario (1)

Junto a la llama eterna de Dzidzernagapert

13 de agosto de 2018

pANAGUM-13Día 21 de julio a la noche. Llegamos al Memorial de Dzidzernagapert. Apenas lo vi se me puso la piel de gallina. No podía dejar de mirarlo. Pensaba en todo. Mi familia. Tanto en los presentes, como en los ausentes. En todos.

En la peregrinación hacía el fuego con los mil doscientos kuir y ieghpair que caminaban a mi lado, estaba en estado de shock. Trataba de contener todo lo que me pasaba por adentro.Scout-1

Una vez que entré, no pude contenerme más, y desde ese entonces no me detuve.

Por suerte estaba adelante, allí, cerca del fuego. En el momento en el que empezamos a cantar Verkerov li, yo ya estaba quebrado. A mi lado tenía a un ieghpair que nunca había visto en mi vida, no conocía su nombre, ni de dónde era, ni cuántos años tenía. Sólo sabía que era un scout armenio de Homenetmen. Sí, igual a mi e igual a los 1200 scout que estábamos allí. Cantando la misma canción, sin conocernos pero con el mismo sentimiento.

A ese ieghpair, con el que me abracé como si lo conociese de toda la vida, lamentablemente no volví a verlo en todo el campamento. Pero, tenía su rostro grabado en mi mente.

La última noche, después de la cena, estaba reunido con unos ieghpair de Buenos Aires, Canadá, y Líbano. De repente, lo veo. El me ve también, y voy corriendo a abrazarlo. Se acordaba de mí. Resulta que se llama Harout, tiene 16 años, y es de Homenetmen Australia.

Esta es una de las tantas historias que tengo para contar, y todo gracias a lo enorme que es Homenetmen.

 

Martín Diradourian

 

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