Reconocimiento del Genocidio Armenio en Bolivia

Khatchik Derghougassian: “La idea de tomar esa decisión provino de los propios bolivianos”

19 de diciembre de 2014

Khatchik Der GhougassianEl 26 de noviembre, ambas Cámaras del Parlamento Boliviano (Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia) aprobaron por unanimidad una declaración reconociendo el Genocidio Armenio. La resolución expresa su solidaridad con la Causa Armenia y condena “toda la política negacionista en relación al genocidio y los crímenes de lesa humanidad que sufrió la nación armenia”. En una entrevista con Armenian Weekly, el Dr. Khatchik Derghougassian, profesor de relaciones internacionales en la Universidad San Andrés de la Argentina se refirió a la aprobación de la resolución y destacó el potencial de las relaciones de Armenia con el sur del continente americano en los próximos años.

Rubén Janbazian: La Agencia Prensa Armenia con sede en Buenos Aires informó que el 26 de noviembre de 2014 las dos cámaras del Parlamento de Bolivia aprobaron por unanimidad una medida que reconoce el Genocidio Armenio, resolución que tuvo la aprobación del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Es interesante que esta resolución fuera aprobada en Bolivia, un país que no tiene población armenia, o incluso cualquier representación diplomática de Armenia. ¿Cómo surgió esta declaración? ¿Estuvo involucrada de algún modo la comunidad armenia de la región?

Dr. Khatchik Derghougassian: No sólo no existe una comunidad armenia organizada en Bolivia, sino que realmente tengo dudas de que haya armenios viviendo en aquel país. Probablemente existan armenios que estén involucrados con actividades comerciales con aquel país, pero es evidente que la idea de tomar esa decisión provino de los propios bolivianos. Dos miembros de la comunidad argentino-armenia viajaron a La Paz durante la última fase de la iniciativa para ayudar a darle forma al texto definitivo de la resolución. Uno de ellos, es el Dr. Roberto Malkasian, que es un experto en leyes y, por lo que sé desempeñó un papel importante en esta cuestión.
Hay que destacar, sin embargo, que la iniciativa provino del sector más progresista del partido que detenta el poder en Bolivia, y no de los armenios. También es muy interesante que la resolución es única en el hecho en que se hace hincapié en diversos aspectos de la Causa Armenia que no han aparecido en resoluciones similares tomadas por otros países.

El Parlamento boliviano está dominado por aliados políticos del presidente Evo Morales, quien permanece en el poder desde 2006. ¿Qué lugar ocupa la aprobación de esta resolución en la agenda de la política exterior del presidente Morales y su partido Movimiento al Socialismo?

Para comprender la iniciativa y la forma en que encaja en la agenda de la política exterior del presidente Morales, tenemos que considerar la importancia de las consideraciones éticas de pequeños países como Bolivia y Uruguay en la toma de posiciones en los asuntos internacionales. Esto suena un poco ingenuo, teniendo en cuenta que la política exterior de las naciones generalmente se basa en intereses más “prácticos” y “materiales”. Sin embargo, el Partido Movimiento al Socialismo llegó al poder con un fuerte compromiso por la justicia. Por casi quinientos años, los nativos bolivianos fueron esclavizados -primero por los conquistadores españoles-, y luego por la élite gobernante después de la independencia. Bolivia fue y sigue siendo un país rico en recursos naturales. Durante siglos, los vencedores saquearon la plata de Potosí, dejando a la mayoría de la población en situación de pobreza.

En la década de 1980, Bolivia se convirtió en el primer país en el que la llamada “guerra contra las drogas” fue implementada por resolución del presidente Ronald Reagan, utilizando fuerzas militares para reprimir a las comunidades étnicas. Fue también el lugar donde por la misma época se aplicaron por vez primera las “terapias de choque” proclamadas por las políticas liberales, lo que llevó a una mayor concentración de poder y riqueza en manos de una minoría.

Desafortunadamente, en la última década la diplomacia armenia en América del Sur no ha sido tan dinámica como debiera haber sido, aprovechando los importantes avances en Uruguay, Argentina, Venezuela y Chile. Además de centrarse en Moscú, Washington y Bruselas, Ereván ha ignorado el sur en general y América del Sur, en particular, a pesar de que Argentina fue uno de los primeros países en los que Armenia tuvo representación diplomática apenas después de su independencia.

Armenia nunca ha considerado la posibilidad de tejer alianzas estratégicas alternativas con potencias emergentes como Brasil, o defensores de los derechos humanos y la lucha contra el imperialismo, como Argentina, Uruguay o Venezuela.

Sin embargo, Bolivia es un país con una rica tradición de levantamientos populares y la búsqueda de la justicia. Ernesto “Che” Guevara fue asesinado en Bolivia; principales figuras de la guerrilla, como el actual vicepresidente, Álvaro García Linera, también fueron conocidos intelectuales. Las políticas neoliberales en la década de 1990 fueron particularmente perjudiciales para el pueblo. Fue en ese momento que Evo Morales, un simple campesino, se erigió como representante de la protesta social emergente. Fue hostigado continuamente y su candidatura para las elecciones presidenciales fue “vetada” por Washington. El episodio final del proceso de privatización se produjo en 2003, cuando el entonces presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, quiso ceder el gas natural de Bolivia a una firma californiana, lo que provocó inmensas protestas populares en un episodio que se conoció como la sangrienta “guerra del gas”, que finalmente llevó a la renuncia del presidente y su exilio a los Estados Unidos.

Esta fuerte alianza de líderes populares e intelectuales progresistas arribó al poder en 2006, cuando Bolivia a pesar de la fuerte presión extranjera se unió al proceso de “giro a la izquierda” en América del Sur. Evo Morales recibió fuerte apoyo de Hugo Chávez de Venezuela, de Néstor Kirchner de Argentina, y de Inácio Lula Da Silva, de Brasil.

Desde entonces, el país no sólo ha sido consistente en abordar injusticias que tienen siglos de antigüedad, también ha colocado a Bolivia en el camino al desarrollo, sosteniendo un enfoque de principios en los asuntos internacionales. El compromiso ético con las causas justas da forma a la identidad de la Bolivia de Morales.

Tras la aprobación de la resolución, la titular del Senado de Bolivia, Zonia Guardia Melgar, fue invitada a Buenos Aires por la comunidad argentino-armenio. Una vez allí, ella habló en la Catedral San Gregorio El Iluminador y mencionó al “Che” Guevara como un ejemplo de compromiso con las causas justas, y en su entrevista a Prensa Armenia, dio todo su apoyo a los armenios y kurdos en la lucha por sus reivindicaciones.

Si bien las relaciones entre Turquía y Bolivia son limitadas, el volumen comercial entre ellos asciende a unos ocho millones de dólares. ¿Cree que la aprobación de la resolución afectará a los vínculos entre los dos países?

En realidad, tanto Turquía como Azerbaidján han estado promoviendo activamente la inversión y cooperación económica en el ámbito de la energía y otros sectores de Bolivia.

Teniendo en cuenta la falta de representación diplomática armenia en el país, el activismo de Ankara y Bakú ha tenido relativo éxito en su lobby en Bolivia, aunque esto se ha basado en la mayoría de las veces en mentiras y falsas promesas. Por ejemplo, han tratado de hacer aprobar una resolución sobre el llamado “genocidio” en Jodyalí [Karabagh], tal como lo hicieron en México. Sin embargo, parece que subestimaron el compromiso que el partido gobernante tiene con la justicia.

Si bien es cierto que Turquía tiene algún comercio con Bolivia, el volumen es realmente muy pequeño. Aún así, es importante, teniendo en cuenta que Armenia no tiene vínculos comerciales en absoluto. No creo que esta resolución provoque algún impacto en las relaciones comerciales de los dos países. Por otra parte, la estrategia neonegacionista turco-azerí tal vez prometa invertir aún más en el país. Es probable que también prueben comprar voluntades políticas, seducir con publicidad a algún equipo de fútbol, etc. En otras palabras, van a querer hacer más para tratar de demostrar que los reales intereses de Bolivia se encuentran con ellos, no con Armenia y los armenios.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia Eduard Nalbandian ha emitido un comunicado elogiando la aprobación de las resoluciones. ¿Qué significa el reconocimiento del genocidio de las relaciones entre Armenia y Bolivia y los lazos entre Armenia y la América del Sur en general?

La declaración de Nalbandian fue muy apreciada en Bolivia y es un buen punto de partida para las relaciones. Como decía antes, la diplomacia armenia no ha tenido el protagonismo adecuado en la región. América del Sur ha sido muy importante para la economía armenia, especialmente cuando consideramos el valioso aporte de Eduardo Eurnekian, quien es el primer inversor individual en Armenia.

Lamentablemente Ereván nunca consideró la relación como un medio para abrir las puertas de Sudamérica en busca de nuevas oportunidades. Si bien entiendo que pueden existir profundas limitaciones materiales, estoy seguro de que una planificación estratégica puede superar estas limitaciones. La situación parece cambiar desde 2011/12. Azerbaidján ha lanzado una agresiva campaña diplomática invirtiendo sus petrodólares en sectores sociales, políticos y económicos de diversos países de la región desde México a la Argentina, a la vez que sus representantes proclaman en público que su objetivo es equilibrar-contrarrestar la presencia de las comunidades armenias organizadas en el región. Hoy, Armenia tiene embajadas en tres países de América Latina, y la visita del presidente Serge Sarkissian a Argentina, Uruguay y Chile en julio pasado fue un gran éxito. Sin embargo, todavía hay mucho que puede hacerse. La aprobación de la resolución de Bolivia demostró que es posible pensar de otro modo cuando se trate de su política exterior.

En camino hacia el Centenario del Genocidio Armenio, ¿Cree que algún otro país del área puede adoptar medidas similares que reconozcan el genocidio de armenios?

Realmente todo depende de cómo la diplomacia activa de Armenia se maneje en la zona. Es posible sacar mucho provecho de los éxitos políticos y jurídicos logrados por las comunidades armenias locales en los últimos años. Si de algo estoy muy seguro es que la política negacionista turca será muy activa en nuestra región durante el próximo año y que seguramente va a combinar sus esfuerzos con Azerbaidján.

Ya vemos una especie de división del trabajo a este respecto: Mientras Bakú tiene a su cargo la negación “extrema”, como cuestionar la existencia histórica de Armenia, Ankara protagoniza a través del presidente Erdogan la parte “amistosa”, como el envío de condolencias a los armenios enmarcadas en el “sufrimiento común” de ambos pueblos.

Además, organizaciones turcas, como el movimiento Gülen, que están falsamente tildadas de desarrollar iniciativas humanitarias, están penetrando muy activamente a la sociedad civil, promocionando la falsa imagen de un pasado otomano tolerante por medio de importantes inversiones en el campo educativo. Si bien las relaciones entre el movimiento Gülen y el partido gobernante parecen haber sido turbulentas en los últimos tiempos, ambos están trabajando activamente para negar el Genocidio Armenio.

Entrevistó

Rupen Janbazian
Armenian Weekly

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