Bakú intenta lavar su imagen internacional

Los vínculos entre Donald Trump e Ilham Aliev

31 de octubre de 2017

Trump-y-Aliev-(Mother Jones).- La embajada de Azerbaidján está promocionando una reunión ocurrida la semana pasada entre el presidente del país, Ilham Aliev, y su par estadounidense Donald Trump. Al parecer el mandatario azerí posó junto a su esposa en una foto junto a la pareja presidencial de Estados Unidos, cuando asistía a una recepción previa a la Asamblea General de la ONU. La imagen resulta valiosa para el líder del país islámico, pero bastante incómoda para el jefe de estado norteamericano.

Es que no solo se trata de los encarcelamientos a periodistas para desviar la atención del fraude electoral y el soborno internacional, sino que el mismo Aliev tiene múltiples conexiones con los escándalos de Trump.

La hija del presidente, Leyla Aliyeva, fue quien publicó la fotografía a través de su cuenta de Instagram. Ella estuvo casada con Emin Agalarov, un cantante pop ruso hijo de un multimillonario del negocio inmobiliario.

Trump se asoció con los Agalarov en la organización del concurso Miss Universo 2013, realizado cerca de Moscú. En ese momento habría logrado un acuerdo para construir una de sus torres en la capital rusa, proyecto que quedó finalmente trunco.

Este no es el único vínculo entre ambos líderes, en 2015, tal como lo publicó la revista Mother Jones, la Organización Trump se habría reunido con el hijo del aliado de Aliev, Ziya Mammadov, con el objetivo de levantar una de sus torres en Bakú. El edificio nunca se terminó pero forma parte de los terrenos controlados por el Ministerio de Transporte del país, lejos de los otros hoteles de la ciudad.

Trump, quien se alejó de la organización una vez que ganó las elecciones, nunca estuvo vinculado a la torre, pero reveló haber ganado hasta $ 2,8 millones por la licencia de su nombre en la misma. La revista The New Yorker informó este año que Mammadov adjudicó contratos a un grupo estrechamente vinculado con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní, a la que Estados Unidos ha considerado sindicar como organización terrorista y que lavó dinero a través de varios proyectos de construcción en Azerbaidján.

La participación del jefe de estado norteamericano en este acuerdo ha llegado hasta el Congreso, por lo que el asesor especial Robert Mueller se encuentra investigando estos negocios inmobiliarios, incluyendo el desarrollado en Bakú. Si bien es posible que el mandatario no haya tenido conocimiento de las irregularidades en el proyecto, los tribunales de EE.UU. tratan como delito la “evasión consciente”, en la cual los inversionistas deciden permanecer en la ignorancia de prácticas corruptas de sus socios extranjeros.  En tanto, un abogado de la organización ha desmentido continuamente tanto la actividad fraudulenta como la participación de Trump.

La corrupción está muy extendida en el actual gobierno azerí. Sobre todo, sale a la luz con la famosa “lavandería azerbaijana”, en la que se desviaron casi tres mil millones de dólares  destinados a sobornar a funcionarios, políticos y periodistas europeos.

La ONG Human Rights Watch advirtió que en los últimos años el gobierno azerí “ha intensificado la represión contra sus críticos, marcando un profundo deterioro en un historial de derechos ya de por sí pobre”. Uno de los más significativos fue el arresto de Mehman Aliyev (sin ninguna relación con el presidente), editor en jefe de la agencia de noticias Turan, la cual muchos observadores catalogan como el único medio independiente que queda en el país. “Instamos al gobierno de Azerbaidján a que libere inmediatamente a Mehman Aliyev y a todos los encarcelados por ejercer sus libertades fundamentales”, había dicho el Departamento de Estado en una declaración del 26 de agosto pasado.

Frente a las continuas críticas internacionales, la república islámica se ha jactado de un supuesto acercamiento con Estados Unidos tras la elección de Trump. De hecho, este año la embajada azerí contrató a dos empresas con vínculos con demócratas y republicanos para que asesoren al país sobre sus relaciones con EE.UU.

Durante la semana pasada, se reportó que Corey Lewandowski, el exgerente de campaña de Trump, le había prometido al embajador que podría conseguir una reunión entre ambos presidentes. Sin embargo, más tarde, Lewandowski negó haber hecho tal oferta.

Una reunión con Trump, o incluso una simple imagen, claramente tiene gran valor para el propio Aliev. “El gobierno de Azerbaidján, como otros en la región, aprovechará todas las oportunidades que pueda para mejorar su imagen internacional a través de operaciones fotográficas, especialmente cuando están bajo la lupa por sus pobres registros de derechos humanos”, dijo Rachel Denber, subdirectora de la división de Europa y Asia Central en Human Rights Watch.

La Casa Blanca no respondió preguntas sobre la interacción de Trump y Aliev. Vugar Gurbanov, un consejero de la Embajada de Azerbaidján, emitió un comunicado diciendo que los presidentes conversaron en la recepción, pero no dieron más detalles. “Azerbaidján ha desarrollado una relación muy sólida con los Estados Unidos y apreciamos este vínculo estratégico”.

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