Luego del Centenario

Más desafíos para este año de la Causa Armenia

06 de enero de 2016

Holocausto_genocidioCon la exitosa experiencia colectiva del Centenario del Genocidio Armenio, parecería que costará mucho encontrar nuevos métodos y abrir triunfales caminos. Pensemos en cómo se fueron intensificando las acciones, después de 1915, hasta llegar al Cincuentenario, y cómo luego florecieron nuevas iniciativas y se fueron sumando más luchadores convencidos de nuestros derechos.

Estamos a cuatro meses del 101º aniversario -al que seguirán los otros-, y se escuchan inquietudes acerca de cómo se renovarán las acciones, cómo encontraremos nuevos caminos, mayores recursos, y sobre todo, cómo seguir avanzando a pesar de Ankara y Bakú. Es una inquietud legítima, pero siempre tengamos presente el éxito de las iniciativas de las generaciones que se sucedieron en los primeros cien años; en las transformaciones que vivieron nuestras comunidades de América del Sur, y por supuesto, en todas las nuevas genialidades que pueden surgir aún de nuestros universitarios e intelectuales, de nuestros jóvenes y de nuestros artistas que inspiran los reclamos.

La ocasión es propicia para recordar los cinco puntos imprescindibles que muchos comparten pero que debe ser suscripto por una necesaria unanimidad; todavía muchas instituciones no se deciden a dar el gran paso para lograr el necesario gran consenso comunitario. Éste fue planteado en el Acto Central del 125º Aniversario de la FRA; hay muchos que asienten pero no asumen acciones por las coincidencias regionales de América del Sur.

Es valioso reiterarlo tantas veces como sea necesario, para empezar a concretar principios tan elementales.

1: El reconocimiento internacional y la debida reparación.
2: La lucha contra todo tipo de negacionismo.
3: El reconocimiento tanto de la República de Armenia como de la de Artsaj, logrando el bienestar que sus ciudadanos merecen.
4: Que la fe de nuestros mayores sea también, la inspiración para nuestras luchas, como lo fue en el inicio. Finalmente,
5: Lograr que la acción educativa, cultural y artística, aliente los sentimientos mayoritarios.

Por supuesto que nadie puede pensar que no le corresponde una cuota de responsabilidad en lograr todo esto: así como nos enorgullecimos en el Centenario, en cada año subsiguiente debemos actuar con mayor voluntad y eficiencia para que el porcentaje de participación sea creciente; para que las tareas planeadas se superen año tras año; que la diplomacia y la dirigencia comunitaria compitan en la calidad de sus tareas, en favor del avance general.

Tenemos muchos espacios que sólo son expresión de deseos y esperanzas postergadas. Centenares de libros esperan ser publicados con grandes tiradas. Numerosas películas pueden ser producidas sin que sean consideradas como un acto filantrópico, sino entendidas como una expresión infaltable para el gran público, en el nivel actual de las artes escénicas de habla castellana.

Son muy valiosas las ideas de tantos jóvenes que deben darse a conocer.

Carlos Luis Hassassian

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