Melikgyugh, escuela e iglesia revivificadas

En la región de Aragatsotn, a 83 Km de distancia de Erevan, por la ruta M3, se encuentra el pueblo Melik, sus 1100 habitantes como los de centenares de poblados de las provincias de Armenia, sufren carencias humanas y materiales en las cuales la diáspora debería poner especial atención, llegando con su presencia, a fin de de cubrir dichos vacíos elementales.

Adhiriendo a este concepto, el matrimonio de Meri y Hrach Surenian, reciclaron la escuela, mejoraron la Iglesia y reafirmaron la fe de los habitantes de Melik, apadrinando numerosos bautismos, creando con su presencia nuevas perspectivas para un futuro mejor.

Así es que el domingo 25 de septiembre pasado, para los pueblerinos el sol de su terruño brilló con mayor intensidad, recibiendo con fervor a una veintena de visitantes procedentes de diversos países, a fin de compartir una jornada inolvidable.

Esta dio comienzo con la bendición de las mejoras de infraestructura y los elementos utilizados durante las ceremonias en la Iglesia local Surp Hovhannés, de las cuales se hiciera cargo Hrach Surenian, para luego realizar la Santa Misa con la presencia del obispo Meguerdich Prosyan, guía espiritual de la región y la participación especial, llegado desde Sidney, Australia, del padre Bartev Karakashian quien ofició la ceremonia dominical, el coro de la cercana localidad de Aparan, dirigido por Yervant Frangulyan ejecutó los cánticos del Padre Gomidas con voces mixtas y admirable calidad interpretativa, para luego realizar una Misa de Responso y acto seguido el bautismo de dieciséis lugareños de todas las edades, con el padrinazgo de Hagop y Hrach Surenian.

Después de casi cuatro horas de actividad religiosa, seguida fervientemente por los fieles del lugar, nos dirigimos a la escuela zonal que alberga a más de centenar y medio de alumnos cursando primaria y secundaria, recibiéndonos su director Artur Ghevondyan.

Tras un emotivo acto donde no faltaron discursos, música y bailes tradicionales, quedó inaugurada oficialmente la importante institución educativa, a la memoria de Vilma Tabakoglu, hermana de Meri Surenian, fallecida en Estambul no hace mucho tiempo.

Luego, la inalterable hospitalidad armenia, largas mesas cubiertas de raciones y bebidas tradicionales, interminables brindis y deseos compartidos, en una hermandad explícita y en la sincera búsqueda de derribar fronteras uniendo definitivamente nuestros destinos.

Al caer la tarde, emprendido el retorno a Erevan, la inevitable parada en un lugar único “Gntuniq” de Aparan, panadería, confitería, supermercado, de productos y características únicas, sobre la misma ruta, con su dirección de oficio: 49 Baghramyan St.

Y así compartiendo los panes calientes, cargados una vez más de emociones y con el íntimo deseo de quedarse en estas tierras, tan lejanas y tan nuestras, volvimos a las luces de la gran ciudad.

Arto Kalciyan