Puntos de vista

Referéndum en Artsaj (Karabagh)

02 de marzo de 2017

Karabagh_ArtoEl 20 de febrero último se realizó el referéndum constitucional en dicho estado independiente de Transcaucasia, a fin de reformar la Constitución actual semiparlamentaria a un sistema presidencialista. Con una muy alta participación ciudadana, el 87,6% votó a favor de la modificación.

Como es de imaginar, el gobierno azerí calificó de ilegal y provocativa la convocatoria, por su parte, el Grupo de Minsk de la OSCE, conformada por representantes de los Estados Unidos, Francia y Rusia, declaró que no reconocerá los resultados del referéndum. Declinan comprender que el pueblo de Artsaj tiene el derecho y la capacidad de autodeterminación, los 104 observadores provenientes de treinta países en la oportunidad, lejos de representar para Azerbaiyán una demostración cabal del avance en el reconocimiento internacional de la República Independiente, no hicieron más que engrosar su amenazante, deplorable e inacabable lista negra.

En cuanto al Grupo de Minsk, es preciso recordar que hace largos años viene reuniéndose en busca de un acuerdo de paz en el territorio en disputa, lo visto hasta el momento es que los encuentros se tratan de amables tertulias que no abordan el tema con determinación, valorando la verdad histórica, ni considerando los trágicos hechos ocurridos en Sumgait a manos de los azeríes, menos aún repudiando la permanente violación del alto el fuego firmado en 1994 y que la monarquía Aliev burla día a día, sin que las grandes potencias tomen cartas en el asunto, es evidente que el petróleo y los intereses laterales valen más que la vida de pobladores civiles y de  jóvenes servidores de ambos bandos.

A todas luces, es innegable que Nagorno-Karabagh (República de Artsaj, por reciente decisión de su pueblo) es una mecha encendida en la región caucásica, sin embargo, quienes poseen el poder para poner fin al conflicto que lleva más de dos décadas, miran hacia otro lado, priorizando sus negocios.

A todo esto, ambos pueblos desean la paz, los armenios no practicamos la discriminación, respetamos razas y religiones, con la única pretensión de ser correspondidos, los referentes internacionales haciendo honor a la justicia alguna vez, deberían despojar las dudas, reconociendo a la República de Artsaj, brindando su apoyo a cambio de establecer colonias de refugiados para que miles de seres humanos rechazados por sus semejantes, encuentren vida y esperanza en estas tierras trazadas por la mano de Dios, compartiendo el trabajo cotidiano con un pueblo de héroes que no declina sus convicciones, defendiendo su tierra con mayor énfasis que a su propia vida, inspirado en los valores de la justicia, la libertad y la democracia.

Claro que no hay imposibles, simplemente es necesario grandeza y decisión, imagino la paz, cuanto bienestar y progreso en ambos lados de la frontera, de reemplazar los costos del armamentismo en inversiones para mejorar la calidad de vida de los habitantes.

Elegir combatir al odio, no a las personas.

Arto Kalciyan

Compartir: