A treinta años de su aprobación: El Informe Whitaker en las Naciones Unidas

03 de septiembre de 2015

Ben WhitakerArchivo Diario ARMENIA.- En la sesión del jueves 29 de agosto de 1985, la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la ONU aprobó el informe sobre Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio, del experto inglés Benjamin Whitaker (foto).

En el párrafo 24 del mismo, se menciona expresamente el genocidio cometido por los otomanos contra el pueblo armenio.

El gobierno turco recurrió a toda clase de presiones y falacias para entorpecer el examen del informe del relator especial tal como corresponde a una reunión de expertos, con el objeto de tratar de que se eliminara la mención del genocidio armenio.

La intensa propaganda turca fue neutralizada por la tarea de esclarecimiento realizada por las filiales del Consejo Nacional Armenio en diversos países y en el ámbito de las Naciones Unidas.

A pesar de la orfandad que supone el no tener personería política en las relaciones internacionales, el esfuerzo de la diáspora tuvo un extraordinario valor.
Por otra parte, es evidente que en esta oportunidad la preeminencia de los valores morales fue evidente en la decisión de la Subcomisión.

Las conclusiones de ésta son el fiel reflejo de la toma de conciencia de la comunidad internacional con respecto al crimen de genocidio en general y al cometido por los turcos contra la nación armenia en particular.

Fue fundamental la independencia de criterio y la integridad del experto inglés Benjamín Whitaker que a través de su firme actitud se constituyó en fiel exponente de un organismo que tiene un importante cometido en el seno de la ONU. El relator especial enfatizó la trascendencia del tema examinado y la necesidad de su correcto tratamiento en la Subcomisión.

Fue completamente inexplicable la actitud negativa del experto Sofinsky de la Unión Soviética -que en este caso representó la posición oficial-, por el hecho de que precisamente en su seno hay una República Armenia y que los armenios no olvidan el genocidio cometido por los turcos.

Ninguna presión pudo impedir la posición valiente del experto inglés, que se refirió extensamente al genocidio de 1915, basado en documentos y pruebas abundantes, especialmente de archivos turcos y alemanes, aliados en la Primera Guerra Mundial. Insistió en que la cuestión debe de ser tratada en la comisión con imparcialidad y objetividad, dejando de lado intereses políticos y sectarios.

En el debate decisivo se destacó la posición del experto argentino doctor Leandro Despouy, quien fue fundamental en la adopción del documento preparado por Benjamín Whitaker, fundado en el alcance histórico y jurídico del mismo. Esta exposición no solo fue definitoria de principios que la Argentina defiende también con fuerza, sino que tuvo importancia fundamental en el curso del debate. El criterio de un experto de Naciones Unidas, coincidió en este caso con expresiones de repudio al genocidio y solidaridad con la Causa Armenia de numerosas personalidad políticas y organizaciones argentinas, entre las que deben destacarse las resoluciones del Senado de la Nación, de la Cámara de Diputados de la Naciones, del Senado de Córdoba e importantes expresiones vertidas en otros cuerpos legislativos del país.

El debate de Ginebra tuvo gran repercusión de la prensa europea. La radio de Ginebra transmitió la noticia que se refiere al tema armenio en todos los idiomas. Las naciones en particular y la humanidad en general comprenden que no puede ser silenciado un crimen tan horroroso porque ello, además de complicidad, significaría la repetición del terror como una constante histórica.

La profundización de esta cuestión en la Diáspora será de fundamental importancia en la toma de conciencia de su protagonismo político en las presentes condiciones del pueblo armenio. Será también un acicate en los esfuerzos por las reivindicaciones armenias.

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