Actos en Armenia por el 104º aniversario del Genocidio Armenio

25 de abril de 2019

La tradicional marcha de las antorchas y el acto oficial en el monumento de Dzidzernagapert, en conmemoración del 104º aniversario del Genocidio Armenio, tuvieron lugar en Ereván el 23 y el 24 de abril. En esta última ceremonia participaron el primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan y el presidente Armen Sarkissian.

La procesión organizada por Unión Juventud Armenia de la FRA - Tashnagtsutiún se desarrolló el martes 23 por la noche y fue desde la Plaza Libertad hasta el complejo de Dzidzernagapert. Durante la manifestación, en la que algunos participantes quemaron la bandera de Turquía, Artur Ghazaryan, miembro del Buró de la Federación Revolucionaria Armenia, expuso: “La marcha continuará hasta que la Turquía genocida se enfrente a la justicia histórica. Seguirá mientras la nación sucesora del país que ha cometido este crimen contra la humanidad, hablo de la Turquía de hoy y su liderazgo, siga con la política negacionista”.

En tanto, durante la mañana del 24 de abril se desarrolló el histórico acto oficial en memoria de las víctimas en el monumento conmemorativo antes nombrado. En el mismo, además de los dos líderes armenios participaron el Catolicós Karekín II, el presidente de la Asamblea Nacional Ararat Mirzoyan, miembros del gabinete y otros destacados funcionarios del gobierno.

La Guardia de Honor colocó coronas florales cerca de la llama eterna, mientras los participantes se inclinaban ante ellos. Tras esto se desarrolló un minuto de silencio en memoria de los fallecidos.

A su vez, Yepraksya Gevorgyan, una sobreviviente del genocidio de 108 años también estuvo entre las miles de personas que durante el día se acercaron al lugar. La mujer, que recibió un permiso especial de la administración a raíz de un pedido de su nieto, colocó flores alrededor de la llama.

Por otra parte, el Primer Ministro armenio emitió un comunicado en el que destacó: “Los perpetradores del genocidio mataron a nuestros poetas, a los que constituían nuestra conciencia, la base de nuestra identidad. Por lo tanto, debemos luchar constantemente para preservar nuestra esencia. Si nos olvidamos de su patrimonio cultural, de su memoria, traicionaremos nuestra esencia. Al mantener viva su memoria y luchar por la justicia, ganaremos la inmortalidad”.

El presidente Sarkissian también dio su propio mensaje, en el que entre otras cosas manifestó: “Nosotros, las generaciones de los sobrevivientes, tenemos el deber de unirnos en torno a nuestras aspiraciones nacionales, a permanecer fieles a nuestra identidad y valores nacionales, a impulsar las capacidades creativas de la nación, a construir una Armenia moderna y de desarrollo dinámico, que será una fuente de orgullo para los armenios de todo el mundo”.

En Turquía, las fuerzas policiales evitaron que se desarrolle una ceremonia que iba a realizarse en la Plaza Sultanahmet de Estambul en conmemoración del genocidio. Los organizadores, la filial de esta ciudad de la Unión de Derechos Humanos, confirmaron que darían una conferencia de prensa sobre el tema.

Las autoridades ya habían prohibido que el acto se haga, como es tradición, en la Plaza Taksim, por lo que a última hora del martes se decidió cambiarlo al parque ubicado en frente del Museo de Arte Turco e Islámico, donde permanecieron los intelectuales armenios luego de ser arrestados en 1915.

El legislador de la Asamblea Nacional de Turquía, Garo Paylan, estuvo entre los manifestantes que intentaron llevar a cabo el acto. "Desde hace 104 años, los armenios de todo el mundo reclaman una restauración de la justicia. La justicia solo puede restablecerse dentro de la conciencia del pueblo turco y dentro del Parlamento turco. El Parlamento que debería discutir el desastre que le sucedió al pueblo armenio, primero debería ser el parlamento de Turquía. Y urgimos celebrar una discusión parlamentaria sobre este asunto", declaró Paylan. Además, compartió en sus redes sociales una foto de Faik Ali Ozansoy, un gobernador de la ciudad de Kütahya que se negó a obedecer las órdenes del gobierno otomano de deportar y masacrar a la población armenia. Junto a la imagen escribió: “Mi respeto a todos aquellos que a costa de sus vidas se negaron a cumplir la orden del genocidio”.

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