Colectividad Armenia de Rosario

Alumnos de San Martín de las Escobas escriben cartas a la Diáspora armenia

09 de noviembre de 2017

Rosario_aEl pasado 6 de octubre y con el sol radiante a la vera del Río Paraná, algunos miembros de la Comisión de la Colectividad Armenia de Rosario recibieron a alumnos de 4° año del secundario de la Escuela  J.J de Urquiza, quienes entregaron en mano sus cartas dirigidas a la diáspora armenia.

La primer pregunta que suscita es: “¿Por qué?”, y la pregunta que le sigue es: ¿Qué dicen las cartas? y la última… “¿Alumnos de San Martín de las Escobas?”

Todo comenzó hace un año, cuando María Claudia Duere, una profesora de Historia de San Martín de las Escobas –un pujante y pequeño pueblo santafesino a 180 km de Rosario– tomó la capacitación titulada “La Escuela Hace Memoria” organizada por el Ministerio de Educación de Santa Fe, la Fundación Luisa Hairabedian y la Colectividad Armenia de Rosario. 

En aquella oportunidad, la docente aprendió mucho sobre cómo trabajar la temática del Genocidio Armenio en el aula.  No tardó en llevar a cabo la consigna de confeccionar un proyecto que articule la capacitación recibida con el contenido áulico. 

Las actividades planificadas se articularon en el espacio correspondiente al 4° del Ciclo Orientado: Derecho y Rosario_bConstrucción de Ciudadanía de la escuela N° 8138 “Justo José de Urquiza”, donde María Claudia dicta clases. Se abordó el contenido conceptual de “genocidio”, construyéndolo desde la perspectiva jurídica y sociológica.

¡Los alumnos escribieron cartas! Claro, la profesora Duere nos contaba que “la confección de cartas, no busca sólo una reconstrucción de contenidos históricos, sino que también tiene como objetivo la comprensión por parte de los alumnos sobre el  impacto en una comunidad de la pérdida de las voces de sus antepasados, la carencia,  de aquellas narraciones que acompañan a los niños, que fomentan su pertenencia a la familia, sosteniendo vínculos que potencian la solidez de los lazos familiares, materiales, culturales y religiosos”. 

Además, la docente no sólo abordó la temática de genocidio valiéndose de datos históricos sino que supo hacer un perfecto anclaje con la actualidad pidiendo a sus alumnos que piensen en aquellos descendientes del  pueblo  armenio que sin ir más lejos, algunos habitan en Rosario, muy cerca de ellos. Lo central, a  mi entender, es lo bien que la Prof. Duere trabajó el concepto de empatía como un valor preciado y muchas veces olvidado. La docente ha sabido construir y resignificar esta palabra entre sus alumnos, que redactaron bellísimas cartas.

La profesora reafirmaba que “la narración también busca fomentar la empatía como ejercicio emocional que nos acerca a lo lejano, no solo espacial, sino también temporal. La empatía nos permite como sociedad sensibilizarnos con el otro, poder permitirnos sentir el dolor de las naciones diezmadas por los genocidios, es una forma directa de sembrar solidaridad con los pueblos que son sometidos a miradas de segregación”.  

Rosario_cEra viernes, el sol brillaba en el Parque de Colectividades en Rosario y los alumnos de 4° año nos esperaban alrededor del Memorial No Me Olvides (monumento realizado por el Centenario del Genocidio Armenio) para empezar lo que sería para mí una tarde inolvidable, que me inyectó de vida y de algo más poderoso: ESPERANZA.

Hicimos un gran círculo y comencé por presentarme y contarles la historia de mis cuatro abuelos armenios, les conté sobre cómo llegaron y todo lo que hacemos en la Colectividad Armenia de Rosario para fortalecer los lazos entre los armenios y difundir nuestra rica y milenaria cultura. Luego, comenzamos a leer las cartas. Me emocionó escucharlos,  escuchar sus mensajes. La docente también había confeccionado la suya y la leyó también en voz alta. 

 Algunas líneas me marcaron más que otras: “Nos dirigimos a ustedes con la intención de brindarles nuestro respeto y compasión sobre los hechos pasados en el primer genocidio del siglo XX”

“ Tienen que saber que expresamos nuestra gratitud hacia ustedes por recibirnos y también a los individuos que han tenido el coraje y la convicción de reconocer y de condenar el genocidio armenio”

 “Conocer es reconocer y nosotros reconocimos la violación de derechos, las deshumanización, la pérdida de identidad cultural, la negación de Turquía hacia ustedes, y sobre todo el olvido de tuvieron que afrontar”

 “Luego de conocer su terrible pasado, quedamos conmovidos por su presente. Estamos al tanto de su lucha, su búsqueda de justicia y memoria. Entendemos que luego del genocidio vivido se han dispersado por el mundo, la llamada “diáspora”, sentimos que la dispersión debe dificultar establecer lazos para promover la memoria de su pueblo”

 La lectura de las cartas finalizó y junto con Vanesa Topayan y Mariano Der Meguerdichian les agradecimos profundamente el gesto. Vanesa los sorprendió con una riquísima merienda de chocolatada y muffins tricolores de la bandera armenia. Entre fotos y sonrisas iba terminando la tarde.

Uno trata por todos los medios de mantener viva la cultura armenia, de no olvidar las milenarias  tradiciones y difundir lo sucedido al pueblo armenio. A veces siento que nada alcanza pero luego, llegan estas propuestas educativas realizadas por docentes con todas las letras, docentes que inspiran, forman y contienen a las próximas generaciones. 

Quiero agradecer profundamente la labor de la Prof. Ma. Claudia Duere y la comunidad educativa de la Escuela N°8138 “Justo José de Urquiza” por  desarrollar los hechos históricos anclándolos al presente, haciendo a  sus alumnos ver más allá y por sobre todo enseñarles que con empatía podemos lograr un mundo mejor.

Anabela Avedisian

Colectividad Armenia de Rosario

 


 

Encabezado

 

San Martín de las Escobas, 06 de octubre de 2017

Estimada comunidad:

Cada acción humana por definición es un acto político, posee una intencionalidad, y proyecta una posibilidad.Nuestroobjetivo, afortunadamente compartido por nuestros jóvenes estudiantes, es pertenecer a una sociedad que respete todo tipo de heterogeneidad, aceptando que la diversidad es valor profundamente humano.

Nos permitimos trabajar para la nueva sociedad, que reconozca en su pasado una herramienta de construcción permanente. Por eso entendemos que la memoria no solo representa el pulso de la historia, también es la posibilidad de pensar, y re significar con otros,  aquello que nos impulsa para crecer. Sin embargo, por momentos, recordar, puede producir dolor, como el de ustedes.

Pensar un genocidio, es un acto de valentía, los genocidios representan actos de odio, de negación del otro, de negación de todo lo maravilloso que posee el humano. Cuando un joven recorre los actos genocidas que marcaron nuestro siglo XX, se enfrenta a una posibilidad, que lo desafía a encontrar en sus propias acciones rastros de la intolerancia. Nuestros alumnos hicieron ese recorrido y lograron construir una memoria social, colectiva y significante.

Si desde las escuelas podemos desarrollar nociones históricas del impacto de los genocidios en los pueblos, en nuestros pueblos, podremos despertar en los futuros ciudadanos, conciencia sobre la importancia de consolidar la democracia representativa, amparada en el estado de derecho, y fundada para una sociedad que lleve como estandarte el respeto por los derechos humanos.

Muchas gracias por su compromiso

Saluda atte.

La comunidad educativa de la E.E.S.O.P.I n° 8138

 

 

 

 

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