Condenar todos los Genocidios, es para toda la humanidad

02 de abril de 2015
Comisión del Centenario del Genocidio Armenio

Comisión del Centenario del Genocidio Armenio

La etapa actual del negacionismo turco-azerí, ante el inminente centenario del 24 de Abril, es una sucesión de manifestaciones públicas insostenibles de inocencia del gobierno de Turquía, que carece absolutamente de fundamento y razón. También es una afrenta para toda la humanidad.

En Ankara fingen no estar conscientes de que ha ocurrido lo que todo el mundo sabe; en primer término lo que ellos saben. La noche del 23 al 24 de Abril de 1915, pasada la Pascua de Resurrección de los súbditos cristianos, fueron desaparecidos sin causa ni orden judicial centenares de religiosos, dirigentes, legisladores, escritores, educadores, artistas e intelectuales de la Armenia occidental.

Detenidos y llevados a una dependencia policial, al día siguiente fueron dispersados en grupos por el interior del Imperio Turco Otomano.

La diplomacia de los aliados solo atinó en mayo de 1915 a presentar una carta previniendo que serán responsables por los crímenes que cometan contra los cristianos. La nación armenia, asumió la defensa de la vida contra esta forma de ejecutar en gran escala crímenes de lesa humanidad.

El plan genocida se extendió en 1915 por todo el país, y continúa hoy con la destrucción del patrimonio cultural, y el mencionado negacionismo.

La unidad de acción y la fe imbatible en el triunfo de la vida sobre la muerte significa también ser solidarios con la defensa universal de los derechos humanos en general y la Causa Armenia, en particular.

Los estados donde se han conformado las comunidades cuentan con gobiernos guiados por diversas ideologías, pero que afirman observar y practicar los valores humanos más respetables, deberían atender con la misma responsabilidad tanto los derechos como las obligaciones de todos sus ciudadanos.

La mayoría de ellos son signatarias de importantes convenciones internacionales acerca de los derechos humanos y la prevención del genocidio. No obstante ese gran compromiso, en una u otra medida, los países de nuestros días se caracterizan por acumular problemas irresueltos, además de originar más conflictos.

Ha llegado la hora de recordarles a todos los responsables, sean ciudadanos y o gobernantes, que entre todos se puede mejorar el mundo que recibirán las nuevas generaciones.

El Centenario del Genocidio Armenio es, además de ser un irresuelto acto criminal de un estado genocida, una ocasión propicia para esclarecer al máximo la opinión pública, reflexionando acerca de las consecuencias positivas para la humanidad que traerá para todos, comenzando por los propios ciudadanos turcos y azeríes, profundizar, fortalecer y multiplicar las demandas justicieras de la Causa Armenia.

Carlos Luis Hassassian

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