Escritor, periodista y director radial

David Barsamian: “Los periodistas no deben tener amigos”

22 de junio de 2017

david-barsamianEreván (Hetq.am).- David Barsamian, escritor, periodista y director de Radio Alternativa en Estados Unidos, se presentó en Ereván entre el 6 y 9 de junio y brindó tres conferencias en las que habló sobre la política exterior estadounidense, el rol de los medios de comunicación, la propaganda y el medio ambiente, entre otros temas.

 “Los medios de comunicación quieren presentarse a sí mismos como objetivos, equilibrados y libres de prejuicios o intereses, pero la realidad es diferente: los medios funcionan como un arma de destrucción masiva”, comentó el intelectual estadounidense de origen armenio.

Barsamian, ha escrito libros junto a varios intelectuales reconocidos como Noam Chomsky, Edward Said, Arundhati Roy y otros. Actualmente está interesado en problemáticas mundiales, más precisamente aquellas relacionadas con el capitalismo, imperialismo, medios masivos, crisis económicas, cuestiones ambientales y rebeliones internacionales.

Desde su mirada, según comentó en las charlas brindadas, los medios de comunicación y las autoridades están expuestos a la influencia de las grandes corporaciones, y la idea de democracia está cuestionada. Al elegir sus aliados, Estados Unidos se guía no solo por los principios democráticos y de derechos humanos, sino también por intereses económicos o militares, que convierten a algunos países conocidos por represiones y abusos de los derechos humanos en aliados (como Turquía y Arabia Saudita) o en enemigos (en el caso de Irán).

Por otra parte, expresó además que la ciencia también está siendo expuesta al impacto de la influencia corporativa, como ciertos artículos que aún hoy niegan el cambio climático o la conexión entre el fumar y el cáncer. Estos informes aparecen financiados por empresas de la industria tabaquera o de combustibles fósiles. De hecho, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó al cambio climático como “un engaño” y los medios de comunicación redujeron la cobertura del tema en un 66% en 2016. Según expone Barsamian, lo que está ocurriendo con el clima es la mayor amenaza a la humanidad.

Otro de los puntos que se propone el escritor es el de desafiar la palabra del gobierno, a menudo difundida por los medios de comunicación, y pensar fuera de esta línea. "No podemos darles ese arma para que sea utilizada contra nosotros, tenemos que tener un pensamiento por fuera de la caja, de manera creativa”, comenta.

David Barsamian, en su tarea como periodista, cubrió varios eventos en Irán, Pakistán y otros países. Además le han prohibido el ingreso a la India desde 2011, debido a su trabajo en Cachemira y otras revueltas. Con respecto a su labor asegura: "El periodismo real es investigación, es interrogatorio y es suposición desafiante".

La última vez que el investigador había visitado Armenia fue hace 38 años. Ahora, llegó a Ereván para dar charlas invitado por la Plataforma Social y Cultural comunitaria.

La agencia de noticias Hetq aprovechó su visita para hablar con el escritor sobre temas relacionados con sus conferencias

Hetq: Esta es tu primera visita a Armenia después de décadas. ¿Cómo definirías su sistema político?

Barsamian: En el sistema político armenio hay una apariencia de democracia. Es decir:usted tiene elecciones, tiene parlamentarios, tiene ministerios. Pero la democracia no puede definirse simplemente con esto, debe tener sustancia real.

¿La gente tiene voz en la asignación de los recursos de país? ¿La gente tiene voz en las legislaciones aprobadas que permiten a las corporaciones extranjeras controlar la riqueza mineral y el agua en este país? Si la respuesta a esas preguntas es no, entonces esta es una democracia defectuosa. Es democracia solo en el nombre, pero no en la práctica.

Puede que usted haya oído hablar del proyecto de la extracción del oro de Amulsar y sobre el premio Aurora. Muchas personas dicen que aquellos que financian la minería de oro no pueden organizar un premio humanitario. Otros dicen que son asuntos separados y no deben ser juzgados por ello. ¿Cuál es tu posición?

Si soy un caballero, maravilloso y amable con usted y luego voy luego a la habitación de al lado y soy cruel y golpeo a alguien ¿soy la misma persona? Por supuesto. Entonces se debe juzgar a los individuos o a las organizaciones por sus valores y acciones. Si están saqueando el país de sus recursos naturales como el oro y luego crean un premio como una distracción y entretenimiento, creo que hay una contradicción real ahí.

Debe existir un respeto por el medio ambiente y por los derechos humanos. No es un juguete, es una cosa real. No debe ser manipulado con fines de propaganda para encubrir el crimen más grande de saquear la tierra y acumular riquezas para un pequeño grupo de personas, riquezas que nunca beneficiarán al pueblo armenio, sino a los dueños estas empresas.

En uno de sus discursos, usted mencionó el tema del chivo expiatorio. Trump culpa a los mexicanos, musulmanes, refugiados y al islam por la “miseria” de los norteamericanos, distrayéndolos así de las amenazas reales. Del mismo modo, en Armenia, las autoridades siempre apuntan a cuestiones de seguridad nacional y de Nagorno-Karabagh ante la insatisfacción pública y la posibilidad de un cambio político. Los medios de comunicación, como parte de este discurso, suelen ser parciales en esta cuestión. ¿Cuál cree usted que debería ser el rol de los medios de comunicación en la resolución del conflicto?

El papel de los medios es decir la verdad, proporcionar a los ciudadanos información real, no propaganda política o basura producida por alguna firma de relaciones públicas en nombre de alguna corporación, diciendo lo mucho que le gusta Armenia, su cultura y cosas por el estilo.

Hay un dicho en Estados Unidos que dice: "El rol del periodismo es consolar a los afligidos, los que son pobres, para hacer que aquellos que se sienten cómodos estén incómodos”. Los periodistas no deben tener amigos, no deben poder llamar al presidente y decir “vamos a jugar al tenis o ver una película”.

En esta problemática, se tiene que tratar de averiguar alguna solución, de lo contrario el país va a seguir sangrando en términos de recursos. Se crea más y más militarismo en la nación y se alimentan ideas racistas sobre sobre musulmanes, turcos y azeríes que son muy peligrosas.

No estoy a favor del racismo de ninguna clase, somos víctimas de él. Fuimos golpeados por los turcos para ser culpados por el colapso de su imperio. Por lo tanto, el chivo expiatorio es extremadamente peligroso y debemos ser muy cuidadosos sobre cómo los políticos quieren manipularnos para lograr ciertos objetivos que tienen en mente y que los beneficiará a ellos, pero no necesariamente a la gente en el país.

¿A quiénes considera intelectuales y cuál es su papel en el tratamiento de estas problemáticas sociales?

Antonio Gramsci ha escrito mucho sobre esto, al igual que Edward Said y Noam Chomsky. Creo que la responsabilidad de los intelectuales es ser oposición, no apoyar a los gobernantes y las élites, brindar inspiración y analizar en un lenguaje que sea claro y preciso. Este es un tema en el que muchos han sucumbido, utilizando un lenguaje que la gente no entiende, con palabras muy complicadas.

Los intelectuales, sea James Baldwin, Malcolm X o alguien como Noam Chomsky, con quien he trabajado mucho, son muy valientes. No tienen miedo de criticar a las personas con poder. De hecho, es un deber.

Estos suelen estar en posiciones privilegiadas, suelen ser profesores universitarios o tener otra posición en la enseñanza universitaria. Por lo tanto ya están en un escalón superior en términos de clase y son capaces de criticar eficazmente al sistema. Eso es lo que la gente necesita: crítica efectiva y un lenguaje claro, abierto y transparente.

Muchos intelectuales se esconden tras sus posiciones. No muestran su saber. El conocimiento es poder y cuando este es negado a la población, los individuos sufrirán. Cuando en cambio se divulga, esta tiene una mejor posición. Los intelectuales no deben ser seducidos por los que están en el poder. Los que lo ejercen siempre tratan de usarlos, quieren que estén bajo su control, por eso en realidad deben luchar contra eso.

¿De dónde viene el cambio?

Históricamente, especialmente en Estados Unidos, el cambio siempre vino desde abajo, nunca desde la cima. Eso se debe a que en el fondo representa a las bases, a la opinión popular y no a la élite, que quiere mantener el status quo, tal vez con algunas reformas superficiales. ‘Si me presionas te doy una mejor conexión de wi-fi en algún distrito, pero es todo lo que voy a hacer por ustedes’. Ahora es necesario cambiar toda la estructura del gobierno, de la sociedad, para así tener menos desigualdad en los ingresos.

Este es un gran problema en Armenia, pero también en Estados Unidos. Los ricos se están haciendo más ricos y el resto de la población se queda en el mismo lugar o se vuelve más pobre aún. Por lo tanto, existe una distribución muy desigual de la riqueza: Los intelectuales deberían estar hablando de esto.

El cambio viene de abajo. Se sucedieron muchas revoluciones en el mundo, como la de Estados Unidos, la francesa o la bolchevique, y la energía siempre provenía del fondo, de las masas.

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