Voluntariado en Birthright Armenia

De regreso en Buenos Aires, luego de diez meses viviendo en Armenia

10 de abril de 2017

anush-gratiNuevamente de regreso en Buenos Aires, pude tomarme un tiempo para hacer el balance de mis diez meses en Armenia, un viaje que pude realizar gracias a la ayuda del Fondo para Voluntarios de Unión Juventud Armenia y el programa de Birthright Armenia.

Tuve la oportunidad de vivir en Gyumri (6 meses) y Ereván (4 meses), pasar mi día a día con dos familias anfitrionas locales que me abrieron las puertas de su hogar y me recibieron con los brazos abiertos desde el primer día; conocí voluntarios de todas partes del mundo, aprendí danzas tradicionales, mejoré en gran medida mi armenio y colaboré con cinco ONG’s diferentes.

Después de unos meses de ayudar como maestra de inglés  en la Sociaty for Orphaned Armenian Relief, ser asistente de investigación en Historic Armenian Houses, traductora y asistente de proyectos en Pink Armenia,  cubrir entrenamientos para trabajadores sociales en  Positive People Armenian Networ, entrevistar mujeres Sirias que llegaron a Armenia como refugiadas paraSos Children’s Village,  llegar a ser parte de la comunidad LGBT+ –Pink Armenia– , recorrer los centros para sobrevivientes de violencia de género en Women’s Resource Center; y Women’s Support Center-, viajar a Artsaj para hablar con soldados, darle nombres, caras, historias a “los armenios”, poner una imagen al lugar del que tan poco conocía, me quedó algo muy en claro: las organizaciones armenias dejaron de invertir la mayor parte de su tiempo, energía y plata en hacer que la diáspora logre el reconocimiento del genocidio en sus países; en su lugar, aquellos recursos se tratan de volcar en la ayuda a ciudadanos armenios quienes pasan hambre, frío, suelen encontrarse en situaciones de pobreza, se enfrentan a la ausencia y la corrupción del gobierno, el abuso de poder, la falta de marcos legales de protección, segregación y muchas situaciones que no me habría imaginado.

anush-grati-1Por otro lado, como toda moneda tiene dos caras, tuve la suerte de, también, poder nutrirme del trabajo incansable de activistas locales – me abstengo a poner nombres dado a que existen antecedentes de persecución por parte del gobierno ( permitir listas negras -diario Iravunk 2014-, represión policial –“Home 45”-) y crímenes de odio (Club DIY 2012) – emprendimiento de personas quienes han comenzado ONG’s y centros para llevar adelante planes de educación en entidades como Nor Luyce;  TUMO; Pokrik Ishjan , inclusión como Arevik Armenian Center y equidad de oportunidades Right Side.

Mi concepción de Armenia estaba ligada al pasado, sin una noción de su presente, el cual enfrenta muchos desafíos que impactan en el hoy a el ahora de las personas que nacen en este lugar. Como integrante del “spiurk”, no es mi intención dejar de pedir por el reconocimiento del genocidio, pero ahora, en la “lista de quehaceres” se suman tareas que antes no consideraba como propias, que no me sentía cómoda hablando ya que “no podemos criticar, debemos mostrarnos fuertes”.

anush-grati-2En el día de hoy, domingo 2 de abril del 2017, algunos ciudadanos se acercaron a las urnas para votar un nuevo gobierno de turno, y muchos otros ciudadanos participaron del proyecto “Observador democrático” cuidando las urnas y los espacios de votación para evitar que se comentan fraudes electorales.

Después de vivir en Armenia solo por diez meses, se sintió y se expresó por parte de la gran mayoría de las personas con las que estuve en contacto, el deseo de “volver a la democracia”, y si bien habría que estudiar el caso de Armenia para definir si su gobierno es democrático o no, creo que estas elecciones han tenido un impacto diferente en la sociedad.

La verdad y la justicia sólo se logran cuando hay ciudadanos activos en una comunidad que en donde las historias se solapan, en donde los reclamos son varios pero que, en su mayoría, abogan por pluralismo de partidos políticos, de ideas, de visiones del mundo, de comunicación y un marco confiable de balances y contrapesos de los poderes políticos.

Hoy sé qué es Armenia, y elijo proyectar un futuro con esta sociedad y este país, conociendo sus falencias y los grandes esfuerzos de progreso que se llevan adelante desde abajo hacia arriba.  

                                                                                                                                                                           

Anush Grati

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