Koharig Kaloustian: “Nadie sabe en qué condiciones vivimos”

Desde Siria a Armenia: Pequeñas, pero importantes historias de vida

17 de enero de 2017


armenios de siria
“Hace pocos días se dijo en una noticia que amaba Alepo y quería un día volver allí. Mucha gente malinterpretó mis palabras y eso me hizo sentir mal. Llegué a Armenia como consecuencia de la guerra. Y agradezco a todas las personas que nos ayudaron a mi familia y a mí costeando los pasajes aéreos, la vivienda y otras necesidades.

Armenia es nuestra patria y mucho la queremos, pero para mi familia es muy difícil vivir aquí. Mis hijos son pequeños y mi marido está enfermo, y hasta el momento no hemos encontrado trabajo, además todo me resulta desconocido pues toda mi existencia la viví en Siria.

Todos saben que las condiciones de sustento no son iguales en Siria y Armenia, muchos armenios de Siria piensan igual y es su deseo retornar allí. Pido cada día a Dios que todo ande bien en nuestra patria y nos quedemos a vivir aquí, encontremos trabajo y podamos alquilar una vivienda.

Para la gente es muy fácil criticarme sin probar entender nuestras dificultades. Hace tres meses que estamos aquí, pero nadie sabe en qué condiciones vivimos. En menos de noventa días finaliza el subsidio con el cual pagamos nuestro alquiler. Todas estas cuestiones nos torturan noche y día a mi esposo y a mí, pensando en qué vamos a hacer. Y ante mis palabras de “quiero volver a Alepo”, todos cayeron sobre nosotros, recibimos toda clase de palabras hirientes y nos acusaron de no amar a nuestro suelo.

Realmente no puedo comprender ese pensamiento ajeno, ¿quién de ustedes sabe o nos pregunta de qué modo alimentamos a nuestras pequeñas hijas cada día?

Digo nuevamente: agradezco a mi patria y a todos aquellos que nos ayudaron, pero eso no quiere decir que no tenga el derecho de preocuparme.

Todos los armenios de Siria tienen esa inquietud, por ese motivo pido que no nos lastimen y entiendan el sentido exacto de mis palabras”.

 

Odontólogo Hovsep Kuyumdjian

 

odontólogoEl odontólogo Hovsep Kuyumdjian llegó a Armenia hace dos años. El dentista tenía dos consultorios en el barrio Nor Kiugh de Alepo y además poseía una vivienda en las afueras de la ciudad. Los bombardeos destruyeron todo lo que Kuyumdjian pudo obtener de la práctica de su profesión.

Los continuos ataques con bombas y morteros hacían casi imposible la vida allí y afectaban demasiado a sus pequeños hijos. Kuyumdjian decidió entonces trasladarse a Armenia y ahora está listo para ser útil a los habitantes de su capital.

Su consultorio se encuentra en un centro médico ubicado sobre la calle Khandjian. Y si bien no logró rearmar su lugar de atención como él hubiera querido, dice que puede ejercer su profesión en óptimas condiciones.

 

Peluquero Raffi Simonian

peluqueroAunque el peluquero Raffi Simonian aún no logró equiparar el nivel de vida que tenía en Alepo, eso no lo preocupa. Su amor a Armenia, como también saberse un experto en su oficio, lo han ayudado a ponerse de pie nuevamente y a sus 36 años de edad, transformarse en un barbero muy requerido.

Cuenta que con esfuerzo logró abrir un pequeño local en una estación céntrica del subterráneo de la capital armenia. Asegura que de acuerdo al nivel profesional de su labor tal vez hubiera podido ir a Europa a trabajar, pero piensa que es un error dejar  Armenia e ir a otros sitios. Tiene gran fe en el futuro de la madre patria y anhela poder formar una familia allí.

La cronista asegura que Raffi ya se adaptó al modo de hablar local y que su clientela crece día a día, en especial por la recomendación de quienes ya conocieron las bondades de su tijera.

Fuente: Arevelk.am

 

Compartir: