Eduardo Eurnekian: El estímulo a la educación, una más de sus grandes obras
No hace mucho tiempo, encontrándome en Estados Unidos, un miembro de la comunidad armenia local me decía: “Si tuviéramos muchos patriotas como ese paisano de ustedes, otras serían las expectativas de la Madre Patria” Obviamente se refería a Eduardo Eurnekian y no se equivocaba.
Shushán Sirouyan-Stepanian, una activa asistente del Grupo Eurnekian en Armenia, se contactaba con nosotros en enero último para anunciarnos la factibilidad de incorporar la Escuela de Khachardzan a los beneficios del Proyecto NUR, sigla en armenio equivalente a “Nueva Estrategia Educativa”, cual funciona hace cuatro años principalmente en casi todas las escuelas de Karabagh, una en Echmiadzín (construida por Eurnekian) y también la escuela Argentino-Armenia de Ereván.
Hasta la fecha se han distribuido siete mil computadoras para alumnos de primero a quinto grado, realizando el equipo de trabajo que integra Shushán el seguimiento del correcto funcionamiento del sistema y al mismo tiempo facilitar el apoyo técnico necesario, a fin de que no resulte el acto finalmente un simple obsequio voluntario.
Con la participación de Hasmik Nersisyan, joven universitaria cercana a las actividades del pueblo, tras las intensas nevadas del pasado invierno armenio, Shushán visitó la escuela logrando coordinar los pasos a seguir con el director del instituto y el intendente de Khachardzan, de manera que por último los alumnos visitarán en la segunda quincena de abril la Embajada de Argentina, la que colabora con la capacitación de los niños y recibirán allí mismo sus flamantes equipos. Estarán en la sede diplomática de nuestro país algunas horas, tomando los conocimientos básicos para utilizar en sus casas y fundamentalmente en su escuela de una herramienta hoy insustituible para abrir las puertas al conocimiento y la comunicación, los técnicos y docentes del grupo que encabeza la iniciativa también estarán presentes en la emotiva jornada.
Nos proporciona gran alegría saber que la primer escuela del interior de Armenia que recibe este beneficio resulte la de Khachardzan, pueblo que hemos hecho nuestro, involucrándonos con un grupo de amigos connacionales de su vida cotidiana, sus necesidades y su desarrollo.
Con su habitual entusiasmo Shushán nos comenta de la decisión de continuar con estos aportes en otros pueblos, Haghardzin sería el próximo, naturalmente nosotros sugerimos la escuela del pueblo Melik, refaccionada por el matrimonio Surén de Buenos Aires y la del pueblo Nalbandian, realizado por nuestros amigos de Toronto, Canadá, de apellido homónimo.
Sería de desear que gratas noticias como esta se reiteraran a menudo, tenemos una enorme capacidad de realización, de mínima a máxima, no es importante, la suma redundará en bienestar y desarrollo de la joven Patria de los Armenios.
Arto Kalciyan