El Centenario no es la conclusión sino el inicio de una nueva etapa de la Causa Armenia

11 de noviembre de 2014
Opinión

 

Las acciones del 99º aniversario que se realizan en diversas partes del mundo nos permiten intercambiar experiencias para seguir aprendiendo unos de otros en Armenia, en Artsaj y en todas las comunidades para el éxito del centenario que ha comenzado para la conciencia humana, y también para los negacionistas inhumanos.

La calidad de la organización, en todos los niveles, es el camino más prometedor para que desde el corazón de los sobrevivientes y sus descendientes se logre el reconocimiento, la reparación y la restitución.

El Consejo Nacional Armenio de Australia ha concretado una intensa jornada preparatoria de reivindicaciones para el centenario. Como se anunció oportunamente, en otra jugarreta de la falsedad diplomática de Ankara, el gobierno turco pretende evocar en “reconciliación” con los australianos el resultado adverso del desembarco de ellos, en la playa de Galípoli hace cien años en abril de 1915.

Más pequeña que las comunidades de América del Sur, ese fragmento de armenidad que se encuentra casi a la misma distancia que nosotros de la Madre Patria, ha logrado realizar con todo éxito la Semana de Reivindicaciones de la Causa Armenia.

Desde el 13 de octubre, unieron sus esfuerzos el Consejo Nacional Armenio y la Comisión Política de la Unión Juventud Armenia de la FRA, desarrollando un detallado programa de actividades públicas y privadas, dirigidas a estratos claves de la sociedad política, de los ámbitos universitarios y académicos.

En importantes ciudades se realizaron campañas de difusión, que se extendieron a diversos estados donde se adoptaron resoluciones favorables a la defensa de los Derechos Humanos, a la condena de todos los genocidios y al mejor conocimiento del derecho a la autodeterminación de los armenios de la República de Nagorno Karabagh, la importancia de su reconocimiento internacional y la imprescindible solución pacífica de los conflictos.

Entre las diversas obras difundidas, se destacó el nuevo libro de un importante experto en el Derecho Internacional, quien no vaciló en exhortar a los líderes contemporáneos de su país y de las potencias a que califiquen y condenen como genocidio los crímenes de lesa humanidad impunes de Turquía y de Azerbaidján. Otra iniciativa pública fue invitar que las personalidades australianas visiten el Monumento de Dzidzernagapert, para rendir homenaje a los mártires, antes de ir a rendir pleitesía a la nueva argucia de las relaciones públicas turcas.

Hablando de los mártires, mencionemos que los alumnos de la Diócesis Armenia de Georgia el domingo 10 de noviembre realizaron en Tbilisi un flash mob anunciando la adhesión de los estudiantes al “#2015RTAG. Recognize The Armenian Genocide”, en otra lección para el centenario que podemos aprender en toda la Diáspora.

Sigamos avanzando, para que se haga justicia.

Carlos Luis Hassassian

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