Embajador John Bass: “Sería un deber instar a Turquía a que reconcilie con su pasado”

19 de noviembre de 2014
Nuevo representante de EE.UU. en Turquía

 

ambassador BasWashington (Fuentes diversas).- “Abogar por el pleno respeto de las comunidades étnicas y religiosas de Turquía, incluyendo la restauración de la propiedad de los bienes religiosos, será una importante prioridad para mí y el personal a mi cargo”, explicó John Bass, embajador de los Estados Unidos en Turquía, respondiendo a una serie de interrogantes que le planteara el senador republicano por Illinois, Mark Kirk, en los días previos a su confirmación como nuevo representante diplomático de Washington en Ankara.

De acuerdo a la información proporcionada por el Consejo Nacional Armenio de EE.UU. (ANCA), Kirk puso en dificultades a Bass al interrogarlo sobre una serie de cuestiones que seguramente deberá abordar en cumplimiento de su tarea como embajador en Turquía. Temas relacionados con el respeto a las minorías (entre las que se encuentran los armenios), el reconocimiento del Genocidio perpetrado por Turquía y las restituciones del patrimonio religioso y cultural arrebatado a armenios, griegos y asirios, tuvieron respuestas con evasivas y algunas pocas precisiones.

Bass, seguramente en cumplimiento de instrucciones recibidas de la Casa Blanca, evitó cualquier mención directa del Genocidio Armenio, y señaló que “la terminología específica que la administración utiliza para referirse a esta tragedia es una determinación política del presidente Barack Obama.”

En consonancia con recientes manifestaciones de la Casa Blanca, el embajador Bass señaló la responsabilidad de Ankara de arribar a un “acuerdo” con su historia, declarando: “Si soy confirmado como embajador, sería mi deber instar a Turquía a alcanzar un reconocimiento franco, pleno y justo de los hechos ocurridos a partir de 1915”. Asumió además, que el gobierno turco se apoderó de miles de propiedades religiosas pertenecientes a cristianos y judíos entre 1936 y 2011. El diplomático enumeró una serie de acciones específicas que tomaría para lograr la devolución de los bienes, trabajando con el gobierno nacional y las administraciones locales de Turquía, para poder imitar el éxito de proyectos como la restauración de la iglesia de Surp Giragós en Diarbekir, que fuera restaurada y reabierta como templo en 2011.

El gobierno turco ha intentado en los últimos tiempos lograr alguna alabanza internacional mostrando su intención de reconstruir algunas iglesias cristianas como la de la Santa Cruz en la isla de Ajtamar. Sin embargo, dicho templo no fue reconocido como iglesia, al punto que sólo en contadas ocasiones se autoriza alguna ceremonia religiosa.
Surp Giragós es la única iglesia armenia renovada en conjunto con las autoridades locales de mayoría kurda y regresada al Patriarcado Armenio de Estambul como lugar de culto. Aram Hamparian, director ejecutivo del ANCA, agradeció públicamente al senador Kirk por haber puesto de manifiesto muchas de las reivindicaciones armenias y en términos general lograr una supervisión en el Congreso estadounidense de la relación cada vez más compleja entre Washinton y Ankara.

“Si bien estamos decepcionados por la actitud de la administración de no enviar al embajador Bass con un mandato claro y sin concesiones en vísperas de cumplirse el centenario del genocidio, damos la bienvenida a las expresiones de solidaridad con el pueblo armenio y sus respuestas claras y ajustadas sobre determinados temas”, concluyó Hamparian. El hasta entonces aspirante a embajador en Turquía debió someterse al interrogatorio formulado por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, presidido por el demócrata Robert Menéndez (Nueva Jersey) e integrado por senadores Bárbara Boxer (demócrata, California) y Ed Markey (demócrata, Massachusetts).

Finalmente la moción de nominación de John Bass fue aprobada en sesión especial.

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