La historia de cómo Amadeo Carrizo ascendió a Deportivo Armenio

23 de marzo de 2020
Deportivo Armenio en 1972. Arriba a la izquierda, su técnico, Amadeo Carrizo.

Las trayectoria del Amadeo Carrizo, fallecido el 20 de marzo a los 93 años, como jugador es bien conocida: revolucionó la forma de atajar y se convirtió en uno de los máximos ídolos de la historia de River, con más de 500 partidos y 23 años ininterrumpidos defendiendo el arco de nuñez. Sin embargo, la faceta como entrenador del recientemente fallecido crack del fútbol argentino no es tan sabida y en muchas ocasiones pasa desapercibida.

La historia comienza en 1972, cuando dos años después de abandonar el fútbol profesional, el guardameta inició su corta carrera como director técnico nada menos que en Deportivo Armenio, club que en aquel entonces militaba en el Torneo Aficionados, lo que hoy es la Primera D.

Su llegada al ‘tricolor’ tiene su origen en la amistad que Carrizo tenía con el empresario Eduardo Bakchellian, fundador de la compañía Gatic y licenciatario de Adidas en Argentina. Por aquellos años, el futbolista realizaba algunos trabajos como modelo y su relación con el hombre de negocios armenio lo metió en el mundo del marketing deportivo.

Cuando Bakchellian llegó a la Comisión Directiva de Deportivo Armenio la idea fue armar un equipo competitivo para lograr el salto de categoría. De esta forma, a partir de su relación con el exarquero de River a través de Adidas, se le ocurrió llevarlo como DT para afrontar el campeonato.

En tanto, para el equipo también se buscaron jugadores de cierto renombre para lo que era una división semi-amateur. De hecho, ante la incapacidad del club de afrontar el pago de sus salarios, los futbolistas eran contratados como trabajadores de Adidas y de esta forma se les abonaba sus sueldos.

La combinación de buenos jugadores en el campo de juego con una leyenda del fútbol argentino en el banco llevó al conjunto de Maschwitz a conseguir finalmente el buscado ascenso a Primera C y empezar así un recorrido que llevaría al club hasta la Primera División en la década del ‘80. Por su lado, tras un corto paso por Once Caldas de Colombia, ‘el gran Amadeo’ abandonó el buzo de DT y no dirigió a ningún otro equipo en Argentina, dejando ese lugar reservado para aquel Armenio de 1972.

Santiago Tarrío

Periodista

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