Una iniciativa para imitar

La miel de Khachardzan

19 de junio de 2018

Panales-3A 1065 metros de altura sobre el nivel del mar, con un clima diáfano y su privilegiada geografía, el pueblo de Khachardzan parece ser un sitio atractivo también para las abejas. Estas constituyen un mundo apasionante, lleno de curiosidades, donde la reina, el zángano y las obreras forman una gran familia, trabajando con empeño para darnos un alimento único e incomparable como es la miel.

El néctar de las flores y las secreciones de las plantas son la natural materia prima que utilizan estos insectos, únicos domesticados por el hombre. La apicultura se ha constituido en una de las principales actividades lucrativas del pueblo, donde naturalmente la cantidad de colmenas instaladas define los índices finales de producción, superando con creces en la actualidad la tonelada anual.

Panales-2Entusiasmados y convencidos que debidamente desarrollado podía llegar a ser ésta una interesante fuente de recursos para nuestra gente, oportunamente e imaginando un proyecto industrial en el largo plazo, enviamos el productos para ser analizado por el Departamento de Bromatología de Ereván, los resultados fueron óptimos, impulsándonos ello a realizar una campaña para proveer el máximo de colmenas a los productores.

Así es que el 8 de junio último, a través del Fondo Nacional Armenia, se distribuyeron ochenta nuevas colmenas fabricadas en Idjeván, ciudad capital de la región de Tavush, beneficiando a 18 familias del lugar, en un nuevo acto de hermandad con los habitantes del que llamamos nuestro pueblo adoptivo en la Madre Patria.

De ser una actividad doméstica años atrás, Khachardzan se perfila hoy como el mayor productor de miel de la Panales-1región de Tavush. Es una definida muestra de los cambios que se pueden producir en cada pueblo de Armenia con la implicancia de la diáspora, en la oportunidad nos acompañaron en la iniciativa: Adolfo y Marta Djeordjian, Elisa Kassardjian y Juan Partamian.

Cada colmena cuesta U$56.- más la participación de un 15% del beneficiario, lo cual señala claramente que uniéndonos con aportes poco significativos, podremos realizar grandes cambios en la vida de nuestra gente, además del intangible aporte moral que representa para ellos que sus hermanos del exterior no los olvidan, están siempre presentes para acompañarlos.

Este hecho, es posible que no guarde mayor relevancia, la difusión del mismo guarda únicamente la intención de despertar un nuevo y necesario compromiso participativo con nuestra tierra de origen.

Arto Kalciyan

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