Se cumplen 100 años de la Epopeya de Marash

29 de enero de 2020

En enero de 2020 se cumplen 100 años de la histórica resistencia del pueblo armenio de Marash contra el Estado turco durante el Genocidio.

Luego de la derrota otomana en la Primera Guerra Mundial en 1918, Francia se quedó con el control de la región de Cilicia. Durante ese período, se repatriaron unos 150.000 armenios que habían sido desplazados durante el Genocidio Armenio. El 21 de enero de 1920 comenzó la resistencia de Marash contra el Movimiento Nacional Turco bajo el liderazgo de Mustafá Kemal “Ataturk”.

A continuación, el comienzo del primer capítulo del libro “Los leones de Marash” (por Stanley E. Kerr. Akian Gráfica Editora, Buenos Aires, 2007).

Marash, 20 de enero de 1920

La mañana del 20 de enero de 1920, Marash pareció una ciudad desierta. No había ni un solo negocio abierto, como constaté al pretender comprar granos para los orfelinatos del Near East Relief. La única señal de vida fue una columna de trucos armados subiendo la senda empinada a la antigua fortaleza hitita, una ciudadela amurallada en el corazón de la ciudad.

Ninguno de estos hombres vestía uniforme. Cada uno llevaba varias cananas con cartuchos de rifle colgadas del hombro y cruzándole el pecho. Sólo segundos después de que llegué al amparo de mi residencia en el complejo de la misión estadounidense se oyó un único disparo. A los pocos segundos estalló el fuego en la ciudad entera como si respondiera a la batuta de un director de orquesta sinfónica. Luego comenzó el staccato de ametralladoras, contestada por el golpe seco como de tambor de los cañones franceses.

Los centinelas de imaginaria de las fuerzas francesas de ocupación cayeron en la primera salva. Sus tropas, acuarteladas para el invierno en escuelas e iglesias, respondieron a la arremetida turca con ametralladoras y rifles, mientras que una batería de cañones de 75 mm. en las alturas del norte de la ciudad lanzaron una lluvia de proyectiles sobre las posiciones turcas, incendiando edificios.

En las tres semanas siguientes la conflagración se extendió en todos los barrios sin perdonar casas turcas ni armenias. Miles de armenios huyeron a sus iglesias, de las que el fuego destruyó la mayoría, y los que se habían resguardado adentro fueron aniquilados. Los cañones franceses destruyeron muchas mezquitas porque los minaretes se habían convertido en puestos para francotiradores turcos.

Antes de terminar la lucha habían muerto unos 4.500 turcos y el doble de armenios. Aún cuando el conflicto era entre franceses y turcos, los 22.000 armenios que vivían en la ciudad tenían buen motivo para temer cualquier desorden. Apenas unos meses antes habían regresado de la deportación desde todo el país de 1915 a 1916, en que pereció casi la mitad de su población. Su repatriación se llevó a cabo bajo la protección de las fuerzas británicas y francesas que habían derrotado a los ejércitos del sultán.

Sin embargo, la resistencia turca no cesó. Mustafá Kemal Pashá, quien se negó a aceptar los términos de la rendición, juró expulsar a todos los ejércitos extranjeros de Anatolia, que los turcos consideraban el corazón de su patria. Los partidarios de Mustafá Kemal en Marash no precisaron mucho estímulo para organizar la resistencia contra la fuerza de ocupación francesa. Ésta incluía un batallón de la Legión Armenia que había tomado parte en la lucha en Palestina cuando el general Sir Edmund Allenby empujó las fuerzas turcas de vuelta a Anatolia.

Al saber que los armenios presionaban por el establecimiento de un estado independiente en que estaría incluida Cilicia, los kemalistas de Marash se molestaron por la presencia de tropas armenias y decidieron incluir a la población armenia, protegida por Francia, entre sus enemigos.

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