Se enciende Ereván

19 de diciembre de 2019

El tradicional árbol de Año Nuevo en confección

Cuando el trajín del día a día te sumerge en una nebulosa donde se pierde el tacto de la altura del mes en el que estamos, las calles de Ereván juegan de calendario. La ambientación de la ciudad suele ser tal, que inexorablemente sitúa a los transeúntes en esa extensión de doce meses que constituyen el año.

En este sentido, la preparación del gran árbol de Año Nuevo es el indicador de que ya nos aproximamos a las fiestas. Desde hace más de una semana, la estructura en altura instalada justo en el centro de la Plaza de la República es cubierta de ramas fila por fila. Hasta la asunción del nuevo gobierno, aquel relleno verde estaba compuesto por trozos de pinos reales, probablemente extraídos de alguno de los bosques de la provincia de Lori.

Desde el 2018 las ramas son artificiales; caso contrario, se trataría de una discordancia con el discurso del Primer Ministro, abanderado de la lucha contra la tala ilegal de los bosques de Armenia.

Con alrededor de 37 metros, este árbol es considerado uno de los más bellos dentro de los destinos europeos. Y no es para menos. La Municipalidad de Ereván ha asignado 146.000 dólares del presupuesto público para su confección, sin contar la significativa suma que será destinada para el resto del combo navideño en el que se incluyen la ambientación y los eventos festivos.

De todos modos, la ciudad abre las puertas a una de las etapas en las que luce su mayor esplendor. Las bajas temperaturas del invierno se aflojan al calor de las luces doradas que atraviesan las calles de punta a punta. Los comercios son un espectáculo y en secreto, todos sabemos que se trata de una competencia interna de quién logra el mejor decorado.

Es un placer caminar por Ereván. Sin dudas, ésta es la época del año que mejor le sienta.

Betty Arslanian
Corresponsal en Ereván
beatrizarslanian@gmail.com

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