Nuevos inmigrantes en Turquía

Una escuela no oficial contiene a los hijos de los inmigrantes armenios

12 de agosto de 2015

estambul-3Ereván (Gayané Mkrditchian para ArmeniaNow).- Los armenios que migraron recientemente a Turquía viven mayormente en los distritos Kumkapi, Samatya y Feriköy-Kurtulus de Estambul, barrios donde la población armenia original está asentada desde hace cientos de años. Allí, la escuela Hrant Dink recibe no sólo a los niños de los nuevos pobladores, sino también a sus padres.

La directora-fundadora del colegio es Heriknaz Avagyan (a la izquierda en la imagen), quien tuvo la idea de crear la escuela cuando vio a un niño armenio que jugaba en la calle hablando en idioma turco con sus amigos kurdos y turcos. “Ellos gritaron en turco ‘guidiorus’ lo que significa ‘vamos’. Yo le pregunté en turco “Y a dónde vas” y uno de los chicos me respondió “gidiorus ermení’. Le pregunté si era turco y me respondió ‘no, soy armenio’”, recuerda Avagyan, quien también es una inmigrante armenia. “Él se comunicaba en turco porque no tenía amigos armenios. Más tarde, cuando inauguramos la escuela, los niños hicieron sus amigos armenios. El rol de la escuela en este sentido es enorme”, agrega la docente.

La escuela funciona en la Iglesia Evangélica Armenia desde 2003. Se ubica en Kumkapi, uno de los barrios armenios más antiguos de Estambul. Desde hace cinco años se denomina Hrant Dink, en recuerdo del periodista armenio ultimado por la derecha reaccionaria turca en 2007. En una década de existencia el colegio ya cuenta con 150 alumnos lo que demuestra que el flujo de armenios a Turquía aumenta anualmente.

“Cuando abrimos la escuela pensaba que si al menos pudiéramos dedicar algunos años a sostener la identidad armenia en quienes se trasladaban a Turquía, podríamos tener esperanzas respecto de que muchos retornarían a una Armenia recuperada. Sin embargo, el incremento año tras año de nuestro alumnado indica que nada se ha transformado. Los recién llegados aseguran que poco ha cambiado, que el nivel de vida se sigue deteriorando y la falta de empleo hace estragos”, sostiene Avagyan.

estambul-1Desde 2006 también funciona en la iglesia un jardín de infantes para pequeños de 4-5 años de edad. El número de niños pequeños también aumenta. La creadora de la escuela dice que en estos momentos están ingresando varios nuevos estudiantes. La escuela Hrant Dink tiene ocho niveles de estudio y no está registrada oficialmente, pero las autoridades turcas no obstaculizan su funcionamiento. Las materias se imparten en idioma armenio de acuerdo al sistema educativo de Armenia. Los estudiantes utilizan libros de texto provistos por el Ministerio de la Diáspora.

Con el título expedido por la escuela los alumnos pueden continuar sus estudios en Armenia. Es el único colegio donde se enseña el idioma armenio oriental. El costo mensual es de sesenta dólares, incluyendo el almuerzo. El plantel de educadores alcanza a catorce y todos provienen de Armenia. Los inmigrantes armenios entran a Turquía mediante una visa de treinta días de duración, pero luego se quedan viviendo allí por 10 o 15 años. Avagyan dice que al principio al principio venían hombres y mujeres solos, pero que ahora las familias ya se trasladan enteras. Las mujeres trabajan como niñeras y enfermeras, o como obreras en fábricas de calzado, textiles u otras funciones. Los hombres encuentran ocupación en la construcción, fábricas o en la industria joyera. Sus sueldos oscilan entre 600 y 1.200 dólares mensuales.

“Las leyes han cambiado recientemente, ahora pueden ser considerados trabajadores legales si son invitados por un anfitrión. El seguro cubre sus actividades y pueden ingresar al país con una autorización oficial. Muchos logran alquilar una vivienda, generalmente en las cercanías de la escuela, porque las fábricas también están cerca y no necesitan medios de transporte, lo que es bastante oneroso en Estambul”, continúa Avagyan. La directora asegura que antes del Centenario del Genocidio Armenio los armenios no eran molestados, pero luego de las últimas declaraciones del presidente Erdogan amenazando deportar a los armenios, la gente comenzó a tener miedo de ser enviada de vuelta a Armenia. “Es un tema muy doloroso, de hecho es un verdadero castigo para un armenio, perder su puesto de trabajo y ser deportado a su país”, sostiene.

Avagyan dijo que el 24 de Abril se declaró feriado y que algunos armenios participaron en las distintas conmemoraciones destinadas a evocar las víctimas del genocidio que se desarrollaron en Estambul. “Creo que tarde o temprano, Turquía tendrá que reconocer el genocidio porque ya no quedan argumentos para desconocerlo”, sigue.

estambul-2Trazando paralelos entre la comunidad armenia local y los armenios de Armenia, dijo que la actitud de estos últimos ha variado mucho. “Los armenios sentían la presión en su piel, durante los primeros años se cuidaban de no hablar en idioma armenio en las calles de Estambul. En ese sentido, ahora los migrantes son más libres en su mentalidad y sentimientos. Pueden ver que no hay demasiado peligro, al punto que cada mañana es posible comprar el diario Mármara y leerlo en el tren. Muchos armenios locales se me acercan y me preguntan ¿Usted es armenia? Es decir, antes era difícil que ocurriera esta situación. Turquía está cambiando, la muerte de Hrant Dink ha sido de crucial significación”.

Avagyan confesó que hace años llegó a Turquía en busca de trabajo, para luego retornar a Armenia, pero Dios la preparó para esta tarea. Ahora está pensando en trasladar la escuela a otro sitio pues sus instalaciones ya no son lo suficientemente amplias para albergar al creciente alumnado.

“Esperamos que la comunidad nos apoye este año. Existen espacios vacantes dentro de otras escuelas que actualmente se alquilan por valores insignificantes para acercar beneficios a la iglesia. El arzobispo Aram Ateshian, vicario del Patriarca armenio de Constantinopla nos visitó recientemente. Espero que destinen un sitio para nosotros”, concluyó Avagyan.

Compartir: