50º aniversario de la Casa de Descanso de HOM: homenaje a benefactores, voluntarias y colaboradores

En coincidencia con el 115º aniversario de la creación de HOM a nivel mundial, la Casa de Descanso “O. Bodourian–O. Diarbekirian” celebró el martes 18 de noviembre su 50º aniversario con un acto en el salón de actos del Colegio Mekhitarista de Buenos Aires.
La celebración reunió a autoridades eclesiásticas, muchos dirigentes comunitarios, benefactores, voluntarias de HOM y familiares de residentes, en un clima de fuerte reconocimiento a medio siglo de trabajo en favor de los adultos mayores de la comunidad armenia.
Desde el inicio del acto se recordó que ningún pueblo que aspire a construir su futuro puede olvidar a sus mayores. Fue precisamente esa idea, la de cuidar a los abuelos que habían llegado a la Argentina escapando del genocidio y buscando paz, la que impulsó a HOM en la década del 70 a proyectar la creación de una casa de descanso propia y al igual que en otros lugares de la diáspora. A la voluntad de las HOMuhís se sumó luego el compromiso concreto de las señoras Arusiag Bodourian y Marta Diarbekirian, quienes, en memoria de sus esposos, hicieron posible materialmente el sueño que hoy cumple 50 años.

En nombre de la Comisión Regional Sudamericana de HOM se dio la bienvenida a los presentes y se abrió el programa con la presentación del conjunto de danzas “Nairí” de HOM, bajo la dirección de la profesora Irina Papikian, que ofreció las piezas “Erzerumí Shoror” (Las Hilanderas) y “Azkakragan”, incorporando al homenaje la fuerza expresiva de la danza armenia.
A continuación, hizo uso de la palabra la presidenta de la Comisión Regional Sudamericana de HOM, Maral Torikian Masrian. Retomando una frase de Víctor Hugo sobre la edad madura, subrayó que, a diferencia de las personas, en la vida institucional los 50 años son “un incentivo para participar activamente, organizarse con experiencia, especializarse y prosperar”. Recordó que la Casa de Descanso nació de la ideología humanitaria y nacional de HOM: un hogar armenio que brindara calidez en los últimos años de vida de una generación marcada por el Genocidio de 1915 perpetrado por el Estado turco.
Masrian destacó que, desde su fundación, la Casa de Descanso “O. Bodourian–O. Diarbekirian” acogió a adultos mayores sin discriminación de religión o ideología, manteniendo una postura abierta y coherente durante cinco décadas. Señaló además las modificaciones edilicias y estructurales realizadas a lo largo del tiempo, con la incorporación de instalaciones sanitarias adecuadas, un gimnasio, un jardín y la capilla “Surp Asdvadzadzin”, que complementan la atención integral de residentes.

En la actualidad, la Casa de Descanso aloja a 60 abuelos y abuelas, cuidados por un equipo de 51 profesionales. A la labor del personal se suma el acompañamiento de la Subcomisión Jnamagal (asistencial), los encuentros con alumnos de los colegios armenios y grupos scouts, las visitas de subcomisiones de damas de distintas instituciones, así como presentaciones de artistas y coros. Masrian remarcó que no fue fácil atravesar las distintas crisis políticas y económicas del país, pero que la Casa de Descanso pudo sostenerse gracias a la generosidad de los benefactores y a la férrea misión de las HOMuhís.

La presidenta recordó que el domingo 16 de noviembre, durante la Santa Misa en la Catedral San Gregorio El Iluminador, HOM recibió de manos del Primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, monseñor Aren Shaheenian, la Bula Katolikosal de Su Santidad Karekin II, Katolicós de Todos los Armenios. La misma fue leída durante el acto por el Dr. Jorge Karamanukian, subrayando el valor de la obra como expresión concreta de la misión humanitaria de HOM hacia los más vulnerables.
Tras la lectura de la Bula, monseñor Aren Shaheenian brindó su bendición, destacando la dimensión espiritual del trabajo realizado en la Casa y la importancia de seguir acompañando a los adultos mayores con respeto, cariño y dignidad.
Reconocimientos a benefactores, voluntarias y colaboradores

Uno de los momentos centrales del acto fue la entrega de plaquetas y medallas de reconocimiento. En primer término se distinguió a los descendientes de las familias Bodourian y Diarbekirian, en memoria de las señoras Arusiag Bodourian y Marta Diarbekirian, benefactoras fundamentales para la creación de la Casa de Descanso.

Luego se entregaron plaquetas a benefactores que, a lo largo de los años, acompañaron moral y materialmente el crecimiento de la institución. Entre ellos se galardonó a Carlos Potikian, Graciela Potikian, Boghos Ekserciyan, Arto Kalciyan, Diran Sirinian, Garo Arslanian, Claudia Akian, Ariel Hanachian (en representación de la Fundación Jean y Carmen Apkarian), Jorge Vartparonian y Onnig Bogiatzian. Algunos se encontraban presentes en la sala, mientras que otros fueron nombrados en su ausencia.

Seguidamente se otorgaron medallas recordatorias a integrantes de la Subcomisión Jnamagal que, a lo largo de los años, brindaron servicio, asistencia y acompañamiento a la Casa de Descanso: las engueruhís Rita Adjemian, Lucy Gulmez, Teresa Kuyumdjian, Azaduhi Pushidjian, Nélida Potigian, Lidia Saatzian y Greta Adjemiantz.


La ceremonia incluyó también un homenaje a las ex presidentas de la Comisión Regional fundadora y de la Subcomisión Jnamagal: Alis Margossian, Mary Merdinian, Ashjen Seragopian, Raquel Kircos y Amanda Mahseredjian. Se recordó además a integrantes fallecidas de la Subcomisión Asistencial (jnamagal), entre ellas Susana Merzifounian, Olga Tsalpakian y Eliz Seferian.

La evocación tuvo un punto especialmente emotivo al recordarse la figura del contador Esteban Adjemian, definido como un colaborador abnegado, estrecho y dedicado. La distinción fue recibida por su esposa e hijos, quienes fueron acogidos con un profundo aplauso.

Finalmente, se reconoció la labor de diversas personas e instituciones que colaboraron con la Casa de Descanso, entre ellos Pedro Mouradian, Edgardo Sarian, Gladys Apkarian, y el Diario ARMENIA, descripto como “fiel difusor de HOM y de la Casa de Descanso Onnig Bodourian–Ohannés Diarbekirian”, representado por su actual director, Pablo Kendikian.
Mario Oundjian, presidente del Colegio Armenio Arzruní y de la Iglesia Santa Cruz de Varak del barrio de Flores, hizo entrega de una plaqueta, en nombre de la Comisión Directiva de su institución, como reconocimiento al trabajo sostenido de HOM y al valor comunitario de la Casa de Descanso.
La Comisión Central Mundial de HOM, con sede en Boston, envió una carta especial para la ocasión, en la que definió a la Casa de Descanso como “un ejemplo especial de compasión y humanidad”. El mensaje destacó que la institución ha sido un “nido cálido y un hogar cuidadoso” durante cincuenta años y subrayó que su labor encarna plenamente el lema histórico de HOM: “Con mi pueblo, para mi pueblo”.
En el tramo final del acto, los representantes de las familias fundadoras Bodourian y Diarbekirian, junto con la presidenta regional de HOM y Rita Adjemian, cortaron la torta del 50º aniversario, gesto simbólico que celebró el camino recorrido y la continuidad del proyecto. Luego, la violinista Aida Simonian ofreció una interpretación musical que dio cierre formal a la velada que tuvo como presentador a Vartán Ketchian de Unión Juventud Armenia.
La jornada concluyó con un cocktail compartido entre autoridades, benefactores, voluntarias, colaboradores y amigos de la institución.
Fotos: Raffi Kabakian.