A un mes de terminada la guerra, Human Rights Watch denunció los “ataques aparentemente indiscriminados” de Azerbaiyán

11 de diciembre de 2020

La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció que Azerbaiyán cometió “ataques aparentemente indiscriminados en Stepanakert en violación de las leyes de la guerra durante el conflicto en Nagorno Karabaj”. El anuncio se produjo el 11 de diciembre, casi un mes después de terminada la guerra de Artsaj (Nagorno Karabaj).

Según la investigación in situ de HRW, se probó en numerosos incidentes que las fuerzas de Azerbaiyán “utilizaron municiones en racimo y cohetes de artillería u otras armas intrínsecamente indiscriminadas que no distinguían entre objetivos militares y objetos civiles”.

“La evidencia relacionada con un ataque el 4 de octubre de 2020 indica que varios ataques afectaron a viviendas residenciales en menos de un minuto, lo que sugiere un posible bombardeo, tratando toda el área como un objetivo militar, algo que está prohibido por las leyes de la guerra. Las fuerzas azerbaiyanas también atacaron la infraestructura que puede tener un impacto ilegalmente desproporcionado en la población civil”.

“Las fuerzas azerbaiyanas llevaron a cabo ataques aéreos y terrestres aparentemente indiscriminados contra estructuras civiles en la ciudad más grande de Nagorno Karabaj que deberían ser investigados imparcialmente”, dijo Lama Fakih, directora de crisis y conflictos de Human Rights Watch. “Si bien las hostilidades pueden haberse detenido, la población civil continúa sufriendo ataques posiblemente desproporcionados a la infraestructura crítica”.

De todas maneras, la organización acusó a las fuerzas armenias de “poner a la población civil en un peligro innecesario” al tener bases militares en Stepanakert. “Las fuerzas azerbaiyanas atacaron en repetidas ocasiones la infraestructura con funciones de doble uso (militar y civil), incluido el principal centro de control de electricidad de Nagorno Karabaj y el edificio administrativo central de Karabakh Telecom, el único proveedor de telecomunicaciones del territorio. Si bien los objetos de doble uso son objetivos legítimos, Human Rights Watch descubrió que las fuerzas azerbaiyanas los atacaron con armas intrínsecamente indiscriminadas, como municiones en racimo, o llevaron a cabo ataques que pueden haber sido desproporcionados, es decir, el daño civil previsto que causó pudo haber sido excesivo en relación con la ventaja militar esperada”, dijo HRW.

El organismo internacional denunció que el 28 de octubre, “un cohete de artillería azerbaiyano dañó la sala de maternidad recientemente renovada del Centro Médico Republicano, que aún no había abierto; debido a que la sala de maternidad había trasladado sus operaciones al sótano, el ataque no causó lesiones graves”.

El 8 de noviembre, el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev, en una entrevista con la BBC, desestimó los informes de ataques indiscriminados y el uso de municiones en racimo documentados por Human Rights Watch como “noticias falsas”.

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