Nueva carta negacionista del Embajador de Turquía en Argentina publicada en Clarín: “La diáspora armenia hace todo lo posible para imponer su propia narrativa”

06 de mayo de 2022

El diario Clarín publicó otra carta del embajador de Turquía en Argentina, Sefik Vural Altay, el 5 de mayo, donde el diplomático justificó las deportaciones y matanzas masivas de población armenia durante el Imperio Otomano y opinó que no se trataba de un genocidio.

Vural Altay acusó a la diáspora armenia de “explotar” una “narrativa unilateral” en Argentina y aseguró que “no existe delito despreciable como el ‘genocidio’ en la historia turca”.

“No existe fenómeno en la historia de Türkiye que no estemos dispuestos a discutir o enfrentar. De hecho, uno debería preguntarse por qué hay una diáspora armenia en varias partes del mundo. En otras palabras, ¿cómo es posible que la comunidad armenia, conocida por ser la nación más leal dentro del Imperio Otomano, tuvo que ser desplazada internamente en pos de la seguridad general del pueblo de Anatolia durante la Primera Guerra Mundial? Estas preguntas invitan incluso más a la reflexión cuando se considera la estructura multiétnica y multicultural de la sociedad otomana, mantenida durante cientos de años”, dijo el Embajador. “La ley tehcir (reubicación) se adoptó en mayo de 1915 debido a la limpieza étnica cometida por los grupos rebeldes armenios en el este de Anatolia mientras el Imperio Otomano luchaba en múltiples frentes bajo las duras condiciones de la Primera Guerra Mundial. Esta ley, que se encuentra en el centro de la controversia histórica actual, fue una medida de contrainsurgencia inevitable contra las grandes atrocidades cometidas por los rebeldes armenios”, justificó Vural Altay.

El libro “Killing Orders: Talat Pasha’s Telegrams and the Armenian Genocide” (Órdenes de asesinato: Telegramas de Talat Pashá y el Genocidio Armenio) publicado por el historiador turco Taner Akcam en 2016, un escritor que fue perseguido por el régimen de Recep Tayyip Erdogan, probó con evidencia histórica y científica las órdenes por parte del Gobierno otomano para exterminar a la población armenia, probando así la planificación estatal en el exterminio. Cabe señalar que la palabra “Türkiye”, que significa “Turquía” en idioma turco, fue impuesta por legislación del Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan para ser utilizada de esa forma en todos los lenguajes.

Más adelante, repitió que “mantenemos nuestra propuesta a la parte armenia e incluso a terceros para establecer una comisión conjunta de expertos para resolver esta disputa histórica” y opinó que “‘negacionismo’ es la palabra acuñada para evitar el análisis histórico y reprimir cualquier punto de vista alternativo”. Investigar o hablar sobre el Genocidio Armenio en Turquía está prohibido por el artículo 301 del Código Penal turco, legislación que fue utilizada en reiteradas ocasiones para perseguir a activistas, periodistas e historiadores. “La diáspora armenia hace todo lo posible para imponer su propia narrativa a los gobiernos y parlamentos nacionales para aprobar leyes y declaraciones que reafirmen su supuesta causa”, finalizó el diplomático.

La carta de Sefik Vural Altay fue una respuesta de la respuesta del embajador de Armenia en Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Paraguay, Hovhannes Virabyan, en el mismo medio.

La intervención del embajador azerbaiyano Rashad Aslanov

La carta de Virabyan en respuesta a Vural Altay suscitó la respuesta del embajador de Azerbaiyán en Argentina, Rashad Aslanov, también en Clarín.

“Hoy, es incomprensible la existencia de un reclamo territorial contra mi país, promovido por parte de un Embajador que representa a Armenia diciendo ‘Karabaj, la provincia histórica armenia de Artsaj’, lo que rechazo en absoluto”, dijo el diplomático azerbaiyano.

“Lamentablemente, la actitud irreconciliable de la comunidad armenia, que goza de buen posicionamiento y disfruta buen vivir tanto en Argentina, como en otros países, sigue sin cambiar y permanece opuesta a las realidades de la región, socavando el frágil proceso de paz. A lo largo de tres décadas, esta postura no ha traído nada más que la pobreza y el declive económico para la población de Armenia”, agregó el Embajador de Azerbaiyán. “Azerbaiyán está preparado para normalizar las relaciones con Armenia y negociar sobre un acuerdo de paz. Al presente, Azerbaiyán impulsa el comienzo de nueva era de paz y cooperación, presentando su agenda que, a su vez, Armenia ha aceptado los cinco principios de base propuestos por Azerbaiyán”.

Virabyan también replicó con una nueva carta en Clarín: “¿Cómo, matando civiles armenios autóctonos en Artsaj, bombardeando los primeros templos cristianos del mundo y cometiendo un genocidio cultural? ¿Trayendo terroristas a sueldo del Medio Oriente y usando armas prohibidas? ¿Distorsionando deliberadamente la historia? ¿Manteniendo prisioneros de guerra y civiles armenios como rehenes dos años después de la contienda a pesar de las exhortaciones de todas las organizaciones internacionales de derechos humanos? ¿Haciendo explotar el único gasoducto de Artsaj en pleno invierno? ¿Reclamando Zanguezur y Ereván además de Artsaj? Permítaseme recordar que la capital de Armenia, Ereván, mi ciudad natal, celebra este año el 2804° aniversario de su fundación, y Azerbaiyán, por su parte, 104 años de existencia. Sin embargo, estos datos no impiden que el presidente de Azerbaiyán declare que Ereván es una ‘ciudad histórica de Azerbaiyán’. Como se dice habitualmente, los comentarios son innecesarios”.

“Artsaj ya era armenio aun cuando el estado de Azerbaiyán todavía no existía ni se había conformado el grupo étnico azerbaiyano”, dijo el Embajador de Armenia. “A diferencia de Azerbaiyán,.Armenia siempre ha respetado la integridad territorial de todos los países y es partidaria de la implementación de este principio internacional, especialmente hoy, cuando el propio Azerbaiyán viola la integridad territorial de Armenia. La cuestión de Artsaj no tiene nada que ver con la integridad territorial de Azerbaiyán, ya que Artsaj nunca ha sido parte de Azerbaiyán independiente. Fue anexado al Azerbaiyán soviético durante el poder soviético”.

“El pueblo armenio simplemente no permitió un segundo genocidio en el mismo siglo, esta vez en Artsaj”, planteó el diplomático armenio. “Tenemos a la vista algunos ejemplos ‘exitosos’ de coexistencia azerbaiyana, como el de Najicheván, otra provincia histórica armenia, donde no solo hoy ya no quedan armenios, sino que todos los monumentos que atestiguaban la presencia armenia han sido destruidos, y hasta donde inclusive se tergiversa el nombre del lugar. La carta también habla de la pobreza y el declive económico de Armenia”.

“Por supuesto, no tenemos el petróleo y el gas de Azerbaiyán, pero tenemos una riqueza más importante, el potencial humano y sus componentes, el conocimiento, el profesionalismo, los valores, la democracia. Y Azerbaiyán, lamentablemente, es realmente pobre, pobre en términos de derechos humanos, libertad de expresión, memoria histórica, democracia. Basta con abrir un informe sobre Azerbaiyán de cualquier organización internacional de derechos humanos o de cualquier estado, y le recordará un libro de texto sobre violaciones de la democracia y de los derechos humanos, o una guía de ‘lo que no se debe hacer'”, finalizó Virabyan. “No se construye el futuro con propaganda primitiva, noticias falsas y exportando corrupción para parecer civilizados y salvar las apariencias. No se puede golpear con una mano mientras se estrecha la otra”.

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