Mario Nalpatian en Turquía: “El caso de Artsaj es un crimen en curso”

Del 23 al 25 de mayo, el ingeniero Mario Nalpatian, vicepresidente de la Internacional Socialista y miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, participó en las reuniones de la Presidencia, los comités financiero y organizativo y el Consejo de la Internacional Socialista celebradas en Estambul, Turquía.
Los encuentros fueron organizados por el Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Turquía y estuvieron presididos por el presidente del Gobierno español y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez.
Durante la sesión del 24 de mayo, dedicada al eje temático “Superar la violencia y los conflictos, y proteger a la población civil”, Nalpatian dirigió un discurso centrado en las amenazas globales a los derechos humanos, la paz y la legalidad internacional. “Las palabras más repetidas en este encuentro han sido ‘paz’, ‘democracia’, ‘derechos’, ‘derechos humanos’, que junto a otras resumen las vivencias de la humanidad en estos días”, comenzó diciendo.
Señaló que atravesamos un período que denominó como una “era de poslegalidad”, en la que internamente se ignoran las leyes en favor del poder circunstancial, y externamente se impone la fuerza por sobre el derecho internacional y el sistema multilateral: “Se busca volver a una era de imperios y Estados vasallos”.
En este marco, recordó la advertencia lanzada en 2023 por Alice Wairimu Nderitu, asesora especial del secretario general de la ONU para la Prevención del Genocidio, quien alertó que, 75 años después de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aún hay pueblos bajo amenaza. Mencionó los casos de los rohinyás en Myanmar, los tigriñas en Etiopía, los masalít en Sudán, los palestinos en Gaza bajo ocupación israelí, y los armenios de Artsaj (Nagorno Karabaj), subrayando que en todos estos casos “la comunidad internacional no ha dado una respuesta adecuada”.

Sobre el caso armenio, Nalpatian afirmó que “el caso de Artsaj es un crimen en curso”: “Los armenios fueron expulsados de sus tierras milenarias por Azerbaiyán, que ignora el fallo de la Corte Internacional de Justicia que exige garantizar los derechos del pueblo originario y su retorno digno, seguro y colectivo”. Además, denunció que, violando el derecho internacional, Azerbaiyán mantiene prisioneros armenios, somete a juicio con cargos falsos a sus líderes, y destruye sistemáticamente el patrimonio cultural y religioso armenio.
En ese punto, hizo una referencia personal y directa: “Entre los detenidos se encuentra nuestro compañero, su compañero, Davit Ishkhanyan, a quien conocieron y escucharon en el Congreso de esta organización en 2022.” Su mención generó un eco particular en una audiencia que había compartido espacio con el dirigente de Artsaj.
Más adelante, dijo que no era casual que en las distintas intervenciones de la jornada hayan aparecido los nombres de Netanyahu, Lukashenko y Aliyev, a quienes vinculó con “las dimensiones más sombrías de nuestra época, por sus acciones destructivas”.
En relación al proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán, sostuvo que existen desacuerdos y cuestionamientos, pero que el compromiso con la paz es sincero. Sin embargo, denunció que Turquía condiciona su relación con Armenia a la firma de ese tratado, ejerciendo así presión adicional sobre Ereván. Recordó que desde su independencia en 1991, Armenia ha intentado establecer relaciones diplomáticas con Turquía sin imponer condiciones, pero fue Turquía quien rechazó sistemáticamente esas propuestas.
Finalizó con una afirmación contundente: “Si Turquía desea contribuir a una paz justa, duradera y estable en la región, debe revisar su historia y asumir su responsabilidad en la ejecución del Genocidio Armenio entre 1915 y 1923”. Y concluyó: “La paz impuesta no es ni justa ni estable ni duradera”.
