Ataque de Israel a Irán: todos pensamos lo mismo

16 de junio de 2025

Los armenios del mundo nos preguntamos qué consecuencias podrían tener para Armenia esta nueva etapa de la confrontación entre Israel e Irán. Lo pensamos en voz alta y en silencio. Por la cercanía con Irán, por la posición de Azerbaiyán -que es parte interesada por su fuerte alianza con Israel-, y por la pasividad del gobierno armenio, no podemos mirar hacia otro lado. La guerra en la frontera sur podría golpear directamente en Armenia.

La escalada bélica entre Israel e Irán se materializó la madrugada del 13 de junio. Según informes locales, cazas israelíes alcanzaron Teherán, Tabriz -a 130 km de Merghrí- y otras ciudades, provocando daños estratégicos considerables, y la muerte de altos mandos militares y científicos nucleares. Irán respondió con una andanada de misiles hipersónicos contra infraestructuras militares israelíes, mientras el ayatolá Alí Jamenei advertía de un “destino amargo y terrible” para quien repitiera esos bombardeos.

A escasos 70 kilómetros de Ereván, en la ocupada Najicheván, Turquía y Azerbaiyán llevan a cabo ejercicios militares denominados “Hermandad indestructible”, una clara señal de disuasión dirigida a Armenia. Este despliegue convierte a Bakú en un actor activo de la preocupante crisis actual.

Mientras las potencias regionales analizan los alcances de la escalada  Armenia parece vivir en un universo paralelo. Su dirigencia sigue inmersa en debates internos como los intentos de desacreditar a la Iglesia Apostólica Armenia. Además, en estas horas, trascendió que se está preparando una cumbre entre Nikol Pashinyan y Recep Tayyip Erdogan en Turquía.

La tensión en el sur del Cáucaso también se ve agravada por violaciones del alto el fuego en Syunik: según Reuters y residentes locales acostumbrados a ser ignorados por el gobierno, se registran disparos nocturnos contra pueblos como Khnatsakh, cerca de Gorís. También se advierten movimientos de puestos militares azerbaiyanos que avanzan metro a metro sobre territorio soberano armenio. Aunque se anunció un borrador de acuerdo de paz, la estabilidad parece cada vez más esquiva y distante.

El analista Arman Abovyan señala que la alerta máxima de las fuerzas azerbaiyanas y la movilización de sus aviones de combate demuestran que Azerbaiyán sirve de proxy de Israel en la región, y que esa concentración militar no solo apunta a Irán, sino que representa una amenaza directa para Armenia.  A la complejidad del escenario se suma el rol de Irán como única ruta de suministro y aliado estratégico de Armenia. Durante la guerra de los 44 días de 2020, fue Irán -y no Georgia- quien garantizó el paso de combustible y víveres cuando Armenia quedó aislada.

Informaciones recientes indican que Astara, un paso fronterizo entre Irán y Azerbaiyán cerrado por Bakú con el pretexto de la pandemia en 2020, se reabrió la madrugada del 14 de junio. Aunque Bakú lo presenta como un gesto “humanitario” para evacuar extranjeros, canales iraníes lo interpretan como una operación de extracción de espías y agentes de una red pan-turca coordinada desde Azerbaiyán para actuar dentro de Irán.

Aram Shahnazaryan, director del diario Alik de Teherán, que fue dañado durante los bombardeos de Israel, advirtió que existen amenazas de grupos separatistas pro-turcos en las provincias de habla turca, así como el temor a que se abra un segundo frente desde Azerbaiyán si la guerra se expande. A la vez confirmó que “los expertos están registrando dicha amenaza” y que, en un escenario de escalada, existe “una alta probabilidad teórica de que Israel y Estados Unidos intenten abrir un segundo frente contra Irán desde Azerbaiyán”.

Mientras se escribe esta nota, canales iraníes en Telegram informan la detección y destrucción de drones hostiles israelíes cerca de la frontera marítima con Azerbaiyán que se dirigían al puerto iraní de Bandar-e Anzali en el Mar Caspio.  

El ayatolá Jamenei reivindicó públicamente, en varias ocasiones, el papel de Irán al frenar el proyecto del “Corredor de Zangezur”, ese pasillo que Turquía y Azerbaiyán pretenden abrir para unir sus territorios y partir en dos el sur de Armenia. Irán es hoy el único país que se opone activamente a esa imposición.

Un eventual debilitamiento de Teherán podría alterar de manera crítica el frágil equilibrio regional y abrir la puerta a nuevas agresiones contra Armenia facilitando la imposición del corredor, dejándola aislada, al acecho y sin aliados inmediatos capaces de contener la ambición panturquista.

Hoy la atención del mundo está puesta en Medio Oriente, pero todos los armenios tenemos el temor adicional de que Azerbaiyán aproveche la ocasión y que Armenia vuelva a quedar sola frente al peligro. No es paranoia ni fatalismo: es memoria. Conocemos bien a nuestros enemigos.

Pablo Kendikian
Director de Diario ARMENIA

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