Monseñor Aren Shaheenian denunció persecución por parte de gobierno de Nikol Pashinyan: “La Iglesia está bajo asedio”

Recién llegado a la Buenos Aires luego de participar de un Sínodo episcopal en la Santa Sede de Echmiadzín, monseñor Aren Shaheenian, primado de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile, recibió a Diario ARMENIA en la Catedral San Gregorio El Iluminador. Shaheenian analizó la creciente tensión y el complejo momento que atraviesa la Iglesia en Armenia tras los reiterados ataques del primer ministro Nikol Pashinyan contra el Catholicos de Todos los Armenios, Karekin II, y los intentos oficiales por limitar o socavar el papel de la institución eclesiástica tanto en Armenia como en la diáspora.
“Mi viaje tuvo dos motivos: participar del sínodo de obispos convocado por la Santa Sede de Echmiadzín, y asistir a la reunión de juventudes de la Iglesia Armenia a nivel mundial donde delegados de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y otros países debatieron durante una semana los desafíos pastorales de nuestras comunidades y trazaron estrategias de desarrollo”. Pero sin dudas el foco estuvo puesto en la grave situación interna: “Se está gestando un enfrentamiento muy profundo entre el gobierno y la Iglesia que preocupa a todos los fieles”, explicó.
Según detalló Shaheenian, el sínodo de obispos fue convocado con carácter de urgencia para analizar la escalada de tensiones entre el gobierno de Pashinyan y la Iglesia Apostólica Armenia. "La Iglesia no cambió su postura: seguimos luchando por la paz, por el reconocimiento del Genocidio Armenio, por el derecho del pueblo de Artsaj a regresar a su tierra y por las iglesias y todo el valor cultural que quedó allí, en manos de los azerbaiyanos. Pero hoy estamos siendo perseguidos por sostener estos principios".
El Obispo explicó que la Iglesia es blanco de una estrategia de desprestigio sistemática donde obispos y benefactores son señalados como enemigos del Estado. "Nos acusan de cosas absurdas, como planear golpes de Estado, simplemente por levantar la voz en defensa del pueblo. Eso es lo que está ocurriendo con los arzoobispos Mikayel Ajapahyan y Bagrat Galstanyan, con el empresario Samvel Karapetyan y con algunos dirigentes partidarios. Están detenidos con excusas judiciales, pero todos sabemos que son represalias políticas".
Aren Shaheenian subraya que la Iglesia no hace política partidaria: "La Iglesia no es oposición ni oficialismo. No tiene intereses partidistas. Defiende la identidad, la fe, la familia, el derecho del pueblo armenio. Eso no es hacer política, es sostener principios fundamentales".
El propio Shaheenian participó de una manifestación masiva en Ereván para pedir la liberación de los detenidos. Allí fue testigo de una represalia directa: "Con nosotros marchaba también el obispo Anushaván Jamkochyan, decano de la Facultad Teológica de la Universidad Estatal de Ereván. A la semana lo echaron sin aviso. No respetaron ni el procedimiento ni los derechos laborales. Eso muestra que ya ni siquiera hay lugar para disentir".
Al consultarle sobre las acusaciones infundadas hacia el clero, el Primado confirmó que “algunos obispos han sido objeto de seguimientos, escuchas ilegales y campañas de difamación promovidas desde sectores cercanos al oficialismo”. Según detalló, “estas acciones buscan instalar una imagen negativa del clero ante la sociedad con el objetivo de erosionar la credibilidad de la Iglesia Apostólica Armenia, una de las instituciones más antiguas y respetadas del país”.
Para Shaheenian, la hostilidad del gobierno no es un hecho aislado, sino parte de un proceso que se intensificó tras una reunión convocada por el Catholicos de todos los armenios con el Consejo Mundial de Iglesias en defensa de Artsaj. "Al día siguiente, el presidente azerbaiyano de la Junta de Musulmanes del Cáucaso declaró que la Iglesia Armenia era una amenaza para los países de la región. Inmediatamente después, el gobierno armenio intensificó esta campaña de descrédito", afirmó.
“Esta situación no tiene precedentes”, afirma. "Desde los tiempos del poder soviético no se había atacado a la Iglesia con esta virulencia. En aquel entonces se la persiguió como estructura, se expropiaron sus bienes y se controlaba a sus líderes. Hoy, aunque el contexto es distinto, la lógica de fondo es similar: se busca silenciar a la Iglesia y debilitar su influencia en la vida del pueblo armenio por lo que representa".
Pashinyan llegó a acusar a Karekin II de romper su voto de celibato y está impulsando la creación de un comité para destituirlo. “No hay elementos que justifiquen semejantes acusaciones hacia el Catholicos como las que se dijeron, sin embargo se utilizan para alimentar el odio y la sospecha”, explicó. Tras la amenazante convocatoria del Primer Ministro para realizar una manifestación frente a la Santa Sede de Echmiadzín, sentenció: "Un Jefe de Gobierno armenio jamás puede impulsar al pueblo a marchar contra su Iglesia. Eso es una incitación a la violencia ya la división interna".
Pese al asedio, el Obispo asegura que la Iglesia Armenia cuenta con el respaldo de sus fieles en todo el mundo. "En América del Sur, en Argentina y Chile, la mayoría apoya a la Iglesia porque mantuvo viva la identidad en la diáspora. Y no solo eso: también recibimos el apoyo del Catolicosado de Cilicia, de los Patriarcados de Jerusalén y de Estambul, del Consejo Mundial de Iglesias, de la Iglesia Siria Ortodoxa, de las Iglesias Ortodoxas del mundo. La unidad espiritual es clara", enumeró.
El temor más grande, dice, es que el actual gobierno intenta modificar la estructura interna de la Iglesia que tiene sus propias leyes. "Si Pashinyan logra cambiar la conducción eclesiástica, como pretende según sus dichos, vamos a perder el valor espiritual y el poder divino de la Iglesia. Eso sería un daño irreparable. No tenemos armas. Nuestra fuerza es la palabra de amor de nuestro Señor y el apoyo del pueblo".
Antes de despedirse, Shaheenian dejó un mensaje a su grey en la región: "Apoyar a la Iglesia hoy es defender la identidad armenia, la historia, la fe, la memoria de los mártires. Es estar con Artsaj, con el pueblo y con el alma de Armenia".
La bandera de Artsaj, símbolo incómodo
Consultado sobre la ausencia de la bandera de Artsaj en el frente del espacio institucional del Arzobispado Armenio en Buenos Aires y del Colegio San Gregorio, monseñor Shaheenian explicó que “en ocasiones se opta por no exhibirla públicamente por respeto a las complejidades diplomáticas y para evitar conflictos con autoridades locales o extranjeras”, pero aclaró: “La bandera de Artsaj está en nuestros corazones y sigue presente dentro del arzobispado”.