A propósito del Monte Ararad ¿Imaginas un mundo armenio sin el Ararad?

En Génesis, Capítulo 8, versículo 4, leemos: "Y reposó el arca en el mes séptimo, a dicisiete días del mes, sobre los montes de Armenia". Desde tiempos inmemoriales el Ararad estuvo, está y estará en tierra armenia.
Hace unos días se informó, a través del Sistema Armenio de Información Legal, que el régimen de Nikol Pashinyan decidió quitar la imagen del Ararad de los sellos de los pasaportes. A las claras es un insulto hacia el pueblo armenio que dice gobernar. Y cuando en notas de la prensa armenia en el exilio critican con razón tal decisión pero sostienen que el monte símbolo está situado actualmente dentro de las fronteras de Turquía, es otra carga nociva hacia el pueblo armenio que dice defender.
El lector se preguntará entonces, dónde está situado el Ararad. La respuesta verdadera y coherente, tanto desde el punto de vista histórico como legal, es que se encuentra en los territorios armenios actualmente usurpados por el Estado genocida de Turquía. Este país no es una república, sino la continuación del Imperio turco-otomano, maquillada con el nombre de "república". Esta "república'' se constituyó sobre el genocidio de los pueblos autóctonos de su imperio y la posterior usurpación de sus tierras ancestrales.
El Derecho Internacional Público avala que el monte Ararad está en ARMENIA, a partir de que en el año 1920 se precipitaron los reconocimientos por docenas de importantes países del Estado armenio que incluía el monte Ararad dentro de sus fronteras, incluida Argentina, mediante el decreto presidencial N°46, en el año 1920.

El Tratado de Sevres, aunque no haya sido ratificado, está jurídicamente vigente y ningún otro lo ha anulado. Ésta es una de las razones por la que constituye un grave error publicar mapas donde debajo de Najicheván figure entre paréntesis "Azerbaiyan", o sobre los territorios de Armenia Occidental, "Turquía" o "Turkey", cuando lo correcto es consignar "Armenia hoy usurpada por Turquía o Azerbaiyán" según fuera el caso. Además, ¿qué tratado puede anular el derecho del pueblo armenio sobre sus tierras? ¿Legalizamos los genocidios y las usurpaciones? Tener ese sello, por ejemplo en los pasaportes, implica resistencia. El quitarlo es comenzar a borrar la conciencia colectiva de las imágenes más sagradas y antiguas del pueblo armenio.

El Tratado de Sevres fue firmado entre el Imperio turco-otomano y las potencias aliadas, incluyendo a Armenia como una de las partes signatarias. Por otro lado, el Tratado de Lausana fue firmado entre la República de Turquía y las Potencis aliadas. Dado que Armenia no fue parte signataria de este Tratado, sus términos no afectan los del Tratado de Servres, especialmente en lo que respecta a los territorios y derechos allí establecidos y mucho menos en los adquiridos mediante el Laudo arbitral del Presidente W. Wilson, laudo aceptado, solicitado y firmado tanto por Armenia como por Turquía.
El Estado armenio, que nos incluye a todos nosotros como ciudadanos, fue reconocido internacionalmente por decenas de países, por lo que Armenia es un país vigente desde 1920. El Tratado de Sevres, firmado el 10 de agosto de 1920, reconoce en su artículo 88 a Armenia como Estado libre e independiente. Las firmas de Avedís Aharonian en nombre de la República de Armenia y la de Boghós Nubar en nombre de la Delegación Nacional Armenia subrayan la importancia de este reconocimiento.


Para los países que reconocieron a Armenia en ese año de 1920, su estatus como Estado independiente no ha caducado y la ocupación de la parte occidental por Turquía se considera ilegítima, ya que se trata de una vil usurpación por la imposición de la fuerza bruta amén de la limpieza étnica, producto de la perpetración de un genocidio aún impune y en pleno desarrollo, que continuó más allá de 1923.
Desde el punto de vista territorial, tanto la usurpación turca del costado occidental de Armenia como las injerencias producidas durante la sovietización en la parte oriental (léase entrega de Kars y Ardahán a Turquía, de Djavajk a Georgia y de Najicheván y Artsaj a Azerbaiyán), son ilegítimas y violan el Derecho Internacional Público. Además, ningún gobernante de la Rusia soviética tenía legitimidad legal para disponer territorio soberano armenio, mucho menos el dictador Stalin.
Por ello, la pretendida frontera actual entre Armenia y Turquía se considera ilegítima, ya que se basa en negociaciones bilaterales entre la URSS y Turquía, sin la participación de dirigentes armenios que puedan ser considerados representantes legales internacionales del Estado armenio, sujeto de Derecho Internacional Público desde 1920.
Hoy nos encontramos con un hecho político y jurídico poco conocido y abordado. Es el sucedido en el año 1991 cuando la porción oriental del Estado armenio de 1920 se constituyó en un nuevo Estado independiente con el nombre de República de Armenia.
Este hecho relevante para el Derecho Internacional Público, significó la separación del territorio armenio, por lo que la frontera occidental de la actual República de Armenia linda con la frontera oriental del Estado armenio de 1920.
Por todo lo antedicho, concluímos que el sagrado y eterno monte Ararad se encuentra en una de las provincias armenias usurpadas por Turquía. Su defensa y su importancia histórica es y será por siempre un "sello" cultural para el mundo armenio.
Eduardo Kozanlian