El vicepresidente de Estados Unidos James David Vance asistió a misa en la Iglesia del Santo Sepulcro durante su visita a Jerusalén

El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, y su esposa, Usha, participaron el 23 de octubre en una misa privada celebrada por monjes franciscanos en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, como parte de una visita diplomática de tres días a Israel.
Antes de la misa, Vance se reunió con un grupo de obispos y se confesó, según informó la Casa Blanca. El vicepresidente, segundo católico en ocupar ese cargo en la historia del país, describió la experiencia como “una bendición inmensa”.
“Qué gran bendición haber visitado el lugar de la muerte y resurrección de Cristo”, escribió Vance en su cuenta de X. “Estoy inmensamente agradecido a los sacerdotes griegos, armenios y católicos que custodian este sitio sagrado. Que el Príncipe de la Paz tenga piedad de nosotros y bendiga nuestros esfuerzos por la paz”.
Durante su visita, Vance oró en silencio frente a la Piedra de la Unción, encendió velas junto a su esposa y se detuvo frente al Altar del Calvario, considerado el lugar de la crucifixión. Según fuentes locales, el vicepresidente encendió dos velas con el fuego de la tumba de Cristo para llevarlas de regreso a Estados Unidos. “Enviamos estas luces a la Casa Blanca”, declaró un obispo ortodoxo armenio presente en la ceremonia. “Que Dios bendiga a Estados Unidos, a Armenia y a nuestra amistad”.