Nuevo caso de “propaganda espejo”: Azerbaiyán organizó una conferencia sobre el “derecho al retorno” de azerbaiyanos a Armenia

28 de octubre de 2025

El 28 de octubre de 2025, en Bruselas, se llevó a cabo una conferencia internacional titulada “El Derecho de Retorno en el Derecho Internacional”, organizada por la llamada "comunidad de Azerbaiyán occidental", un ente creado por el gobierno azerbaiyano, para denunciar la supuesta expulsión histórica de azerbaiyanos del “oeste de Azerbaiyán” (actual territorio de Armenia) y reclamar su “derecho al retorno”.

La iniciativa, presentada ante académicos y diplomáticos europeos, forma parte de una estrategia de desinformación conocida como “propaganda espejo”, mediante la cual Azerbaiyán acusa a Armenia de los mismos crímenes que se le imputan al propio régimen de Ilham Aliyev, con el objetivo de desviar la atención internacional y legitimar futuras acciones hostiles contra el país vecino.

La conferencia de Bruselas reunió a unos 120 participantes, incluidos juristas, investigadores y figuras políticas de Bélgica, Francia, Reino Unido, Suiza, Italia y Azerbaiyán. Durante el evento, coorganizado por la Comunidad de Azerbaiyán Occidental y la ONG francesa CAP Freedom of Conscience, los oradores afirmaron que los azerbaiyanos habrían sido “desplazados sistemática y gradualmente de sus tierras históricas” a lo largo del último siglo. En ese marco, se afirmó que el derecho al retorno de estas poblaciones está consagrado en el derecho internacional como un derecho humano fundamental. La exposición incluyó denuncias sobre la supuesta destrucción de un patrimonio cultural “centenario” azerbaiyano en territorio armenio y exhortaciones a entablar un diálogo sobre el retorno de los llamados “refugiados de Azerbaiyán Occidental”.

Paradójicamente, mientras Bakú exige garantías para el retorno de supuestas familias azerbaiyanas que abandonaron Armenia hace décadas, es Azerbaiyán quien recientemente perpetró la limpieza étnica de la población armenia de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj). En 2023, tras una ofensiva militar y meses de bloqueo sobre Artsaj, unas 120.000 personas de origen armenio se vieron forzadas a huir de ese territorio. Lejos de reconocer el derecho al retorno de estos desplazados, nativos de Artsaj, el gobierno de Aliyev ha celebrado su expulsión como una “victoria” y niega cualquier estatus especial o protección internacional para los armenios de Karabaj. Este contraste central entre la situación real de Artsaj y las alegaciones sobre “Azerbaiyán Occidental” ilustra con claridad la lógica de la propaganda espejo: imputar al adversario exactamente aquello que uno mismo ha hecho, para sembrar confusión y diluir responsabilidades.

La propaganda espejo de Azerbaiyán: de victimarios a "víctimas"

La estrategia de replicación espejo por parte de Azerbaiyán no es nueva. Desde la guerra de Nagorno Karabaj de 2020, Azerbaiyán responde a cada denuncia en su contra con una acusación simétrica hacia Armenia. Cuestiones que la parte armenia y la comunidad internacional denuncian a Azerbaiyán, este país las ‘descubre’ sobre Armenia.

Uno de los casos más notables es el del denominado “genocidio de Khojaly”. El gobierno azerbaiyano acusa a las fuerzas armenias de haber cometido un genocidio en esa localidad durante la primera guerra de Karabaj en 1992, pese a la falta de pruebas concluyentes y al uso politizado del término. Mientras tanto, niega de forma oficial el Genocidio Armenio de 1915. Ilham Aliyev calificó a Khojaly como un “genocidio real”, mientras que considera al Genocidio Armenio, reconocido por numerosos países, como una fabricación del "lobby armenio".

Otro ejemplo es la narrativa sobre la guerra de 2020. Durante el comienzo del conflicto, Azerbaiyán argumentó que Armenia fue quien inició los ataques. Sin embargo, tiempo después, el propio Aliyev reconoció que fue su país quien comenzó la guerra.

La táctica de reflejar las acusaciones busca colocar a Azerbaiyán y Armenia en un plano de falsa equivalencia moral, diluyendo las condenas internacionales. Durante y después de la guerra de 2020, esta fórmula logró inicialmente que muchos medios titularan que “ambas partes se acusan mutuamente” de las mismas atrocidades, generando confusión.

Al acusar a Armenia de intransigencia o crímenes inexistentes, el régimen de Ilham Aliyev justifica de antemano eventuales agresiones o demandas territoriales como supuestas “reparaciones históricas”. El gobierno de Ilham Aliyev perfeccionó una diplomacia del espejo que invierte víctimas por victimarios.

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