A Kissag

07 de noviembre de 2025

¿Que hace uno su poco tiempo en la tierra? ¿Somos buenas o malas personas? Hay que ver si uno va a vivir pensando sólo en sí mismo o va a dar lo mejor de sí a otra gente. Uno no sabe quien es realmente hasta que se entrega a otras personas. Hacer con la vida lo mejor que uno pueda, el trabajo diario más importante.
Tratar a la gente con respeto, con decencia, con honor, con coraje…”

                                                                                                          Paul Auster

Reitero estos interrogantes, pero los necesitaba para introducirme en su vida. La de Manoug. La de Kissag. ¿Difirieron esas vidas? ¿Hay que escindirlas? ¿Debo ser de una manera como docente o como ciudadano o como maestro o como amigo o como un ser común?

El dolor ante la muerte de un ser querido, de un ser apreciado, no se detiene sólo en “ausencias”. Esa ausencia, punzante en sí, se va envolviendo en imágenes, en instantes, en encuentros y desencuentros, en sonrisas y sombras inescindibles, en ese encuentro que nos acompañará, decantándose por siempre. Esa memoria en ráfagas parciales, discontinuas, intensas he desafiado. A ella me he atrevido con pudor.

Con dolor y congoja, la colectividad en pleno, sus alumnos, ex-alumnos y sus feligreses, han compartido en esa vasta trayectoria su paz espiritual y anímica, el espíritu de la religión en todos. Quedan en nosotros sus mensajes, sus enseñanzas, su sonrisa.

Y converjo en nosotros, el Coro Gomidas, que compartimos, como tantos, no sólo sensaciones y sentimientos.

Compartimos vivencias intransferibles, una misa (o centenares), actos, homenajes, charlas, enlaces, conciertos.

Y hemos enlazado y extendido, el Coro Gomidas y Kissag Srpazan, nuestra religión en los Encuentros Ecuménicos, en los que los organizadores así lo pedían siempre, uniendo la fe en el mundo.

El encuentro con una vocación, subyacente o no, el inicio de un llamado o elección distinta marcarán nuestras vidas, nos colocarán ante nuevas realidades, exigencias, dudas, decisiones. Pero que confluirán sobre el ser primigenio.

Manoug docente, Kissag sacerdote, Kissag hombre. Aprender y enseñar. Recibir y entregar. Acumular y derramar. Compartir y transmitir alegrías, dolores, vida, esperanza y fe. Y finalmente remedo al poeta:

Hallé sin dudas largas las noches de mis penas, más no me prometiste tú sólo noches buenas. En cambio, tuve algunas santamente serenas.
Amé a mi cofradía.
Fui amado por mi cofradía.
Vida, nada me debes.
Vida, estamos en paz.

Amó. Fue amado.
Vida, nada le debes.
Vida, nada te debe.

Kissag Srpazan, estás en paz.

Makruhí Eulmesekian
Ex directora del Coro Gomidas

                                                                                 

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