El régimen de Azerbaiyán ascendió al asesino Ramil Safarov, quien mató a hachazos al militar armenio Gurgen Margaryan mientras dormía

09 de diciembre de 2025

Medios de comunicación azerbaiyanos informaron el 8 de diciembre que las autoridades de Azerbaiyán ascendieron al rango de coronel a Ramil Safarov, responsable del brutal asesinato del teniente armenio Gurgen Margaryan en 2004.

Safarov se hizo conocido luego de los hechos del 19 de febrero de 2004, cuando, durante un programa de entrenamiento de la OTAN en Budapest bajo el marco de “Asociación para la Paz”, ingresó de madrugada en la habitación donde dormía el oficial armenio Gurgen Margaryan y lo mató con un hacha, provocándole heridas mortales. Luego intentó asesinar al segundo oficial armenio presente en el curso, Hayk Makuchyan, pero no pudo acceder a su habitación porque estaba cerrada con llave. Margaryan fue enterrado posteriormente en el panteón militar de Yerablur, en Ereván.

Safarov fue detenido, juzgado en Hungría y condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 30 años. Sin embargo, el 31 de agosto de 2012 Hungría lo extraditó a Azerbaiyán, donde fue inmediatamente indultado y recibido como “héroe nacional”, con beneficios materiales, vivienda, salario retroactivo y un ascenso. La medida provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Armenia y Hungría y el rechazo de la OTAN y de numerosos gobiernos europeos, que consideraron que el indulto socavaba la confianza en los programas de cooperación militar.

Años más tarde, periodistas de investigación húngaros revelaron pruebas de una transferencia superior a siete millones de dólares desde Azerbaiyán hacia cuentas húngaras en fechas cercanas a la extradición, lo que alimentó nuevas sospechas sobre las circunstancias reales de su liberación.

Armenia y Hungría restablecieron sus relaciones diplomáticas recién en diciembre de 2022.

Según reportes difundidos esta semana en redes sociales y reproducidos por algunos medios secundarios de Azerbaiyán, Safarov habría sido promovido nuevamente, esta vez al rango de coronel. Hasta ahora, ninguna institución oficial publicó el ascenso, y fuentes locales afirman que se ordenó a los medios no destacar el hecho. Safarov había recibido su ascenso previo a teniente coronel en 2017.

La falta de transparencia en torno al nuevo rango militar, sumada a la celebración pública de Safarov desde 2012, refuerza la percepción internacional de impunidad y glorificación de un crimen cometido en el marco de un programa de cooperación de la OTAN.

Safarov no solo goza de libertad, reconocimiento público y una carrera militar ampliada, sino que se convirtió en un símbolo del trato estatal a actos de violencia motivados por odio étnico. Durante su juicio, Safarov incluso cambió su testimonio, alegando dificultades idiomáticas para retractarse de declaraciones previas, un argumento que el tribunal rechazó al imponer la pena máxima.

En 2008, la entonces canciller húngara Kinga Göncz confirmó que Hungría no tenía obligación de extraditarlo y que cualquier decisión se tomaría con la máxima seriedad, especialmente dado el horror que el crimen había causado en la sociedad húngara. Finalmente, el acuerdo entre Hungría y Azerbaiyán terminó con la liberación inmediata del asesino y su elevación al rango de héroe nacional.

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