Azerbaiyán declarará una amnistía para todos los criminales de guerra que participaron en los ataques contra Armenia y Artsaj

Las autoridades de Azerbaiyán anunciaron el 15 de diciembre su decisión de conceder una amnistía general a todas las personas que participaron en las agresiones militares contra Armenia y Artsaj (Nagorno Karabaj). La iniciativa fue impulsada directamente por el presidente Ilham Aliyev y se presenta oficialmente como una medida de carácter “humanitario”.
Según el proyecto de ley de amnistía, quedarán eximidas de castigo y de toda responsabilidad penal las personas que participaron directamente en la guerra de 44 días de 2020 y en la posterior ocupación azerbaiyana de Artsaj. La medida también alcanza a familiares cercanos de personas fallecidas o desaparecidas durante esas acciones, así como a quienes resultaron con discapacidades, de acuerdo con lo informado por la agencia estatal APA.
La decisión implica, en los hechos, el cierre de cualquier vía de investigación y sanción interna por los numerosos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas y formaciones asociadas de Azerbaiyán durante y después del conflicto. Durante la guerra desatada por Azerbaiyán con apoyo de Turquía en 2020, el Ejército azerbaiyano cometió numerosos crímenes de guerra como ejecuciones sumarias de prisioneros armenios, torturas, tratos crueles e inhumanos, decapitaciones, mutilaciones de cuerpos, profanación de cadáveres, violencia contra civiles, ataques deliberados contra poblaciones no combatientes y destrucción sistemática de infraestructura civil (entre ellos, hospitales, escuelas e iglesias).
La documentación que prueba los crímenes de guerra incluyen videos y fotografías difundidas por los propios perpetradores, en los que se observa el asesinato de soldados armenios capturados, el maltrato a detenidos, la humillación pública de cuerpos sin vida y la destrucción de viviendas, escuelas y hospitales. A esto se suma la demolición y alteración deliberada del patrimonio cultural y religioso armenio en los territorios ocupados, incluidos monasterios, iglesias, cementerios y khachkars, hechos que también constituyen violaciones graves del derecho internacional humanitario.