Azerbaiyán rechazó el acuerdo entre la Unión Europea y Armenia y declaró cínicamente que la población armenia desplazada de Artsaj se trasladó “voluntariamente”

09 de diciembre de 2025

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán afirmó el 9 de diciembre que el documento sobre la agenda estratégica entre la Unión Europea y Armenia contradice los compromisos asumidos en el proceso de paz y exigió que tanto Armenia como Bruselas eliminen o modifiquen las formulaciones que considera inaceptables. Según el comunicado oficial, varias partes del texto “reviven el conflicto anterior” y “no reflejan la realidad actual”, lo que para Azerbaiyán pone en cuestión las intenciones de Armenia y altera el marco político que, según las autoridades azerbaiyanas, debería regir las negociaciones.

La principal crítica de Azerbaiyán se dirigió a la referencia del documento a los “armenios de Karabaj que se convirtieron en refugiados tras las operaciones militares de Azerbaiyán”. Para el Gobierno azerbaiyano, esta formulación constituye una “actitud sesgada”, ya que insiste en su narrativa de que la población armenia se trasladó "voluntariamente" a Armenia y rechaza cualquier mención a la limpieza étnica iniciada tras la ofensiva del 19 de septiembre de 2023. En paralelo, Azerbaiyán objetó también la mención a los detenidos armenios recluidos en cárceles azerbaiyanas, al considerar inaceptable que el documento europeo priorice la liberación de estas personas. Las autoridades azerbaiyanas sostienen que no se trata de prisioneros de guerra, sino de acusados por delitos graves, a pesar de que estos procesos se desarrollan sin observadores internacionales, a puerta cerrada y en abierta contradicción con las medidas ordenadas por la Corte Internacional de Justicia.

A esto se suma el rechazo de Azerbaiyán a la continuidad de la misión civil de observación de la Unión Europea en la frontera entre ambos países. Según el Gobierno azerbaiyano, el mantenimiento de esta misión “contribuye a la militarización de Armenia” y viola el principio, incluido en los textos preliminares del acuerdo de paz aún no firmado, que establece que ninguna de las partes debe permitir el despliegue de fuerzas de terceros países en la frontera común. Estas objeciones se complementan con el malestar de Azerbaiyán por la mención en el documento a la necesidad de cumplir de forma plena e inmediata las sentencias de la Corte Internacional de Justicia, que interpreta como un posicionamiento a favor de las demandas armenias en ese tribunal.

Azerbaiyán expresó además su descontento por la ausencia de cualquier referencia al proyecto TRIPP, también conocido como la “Trump Road”, que prevé una vía terrestre que conecte Azerbaiyán con Najicheván a través de Syunik. Mientras exige que Armenia incorpore este tema en su agenda con la Unión Europea, el Gobierno armenio y Estados Unidos ya avanzan en los pasos prácticos del proyecto, incluida la conformación de una estructura conjunta para gestionar su planificación y construcción. Según informó la Embajada estadounidense, los grupos de trabajo de ambos países celebrarán sus primeras reuniones antes de fin de año.

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