Echmiadzín respondió al presidente de la Junta de Musulmanes del Cáucaso, Allahshukur Pashazade, y lo acusó de repetir “las mentiras de la maquinaria propagandística azerbaiyana”

23 de mayo de 2025

La Santa Sede de Echmiadzín emitió una contundente respuesta el 23 de mayo a las recientes declaraciones del presidente de la Junta de Musulmanes del Cáucaso, Allahshukur Pashazade, a quien acusó de repetir “las mentiras de la maquinaria propagandística azerbaiyana” y de manifestar un discurso “cargado de odio y hostilidad” contra el pueblo armenio y la Iglesia Apostólica Armenia.

Durante una sesión del Consejo de Ghazis celebrada en Bakú, Pashazade afirmó, entre otras cosas, que lugares sagrados armenios como la Santa Echmiadzín —la catedral cristiana más antigua del mundo— se encuentran en “territorios históricamente azerbaiyanos” y acusó a los armenios de haberse “apropiado” de dichas tierras. También calificó a la Iglesia Armenia como una amenaza para los países de la región.

La declaración de la Santa Sede calificó estas acusaciones de “absurdas” y “falsas”, y recordó que la identidad del pueblo azerbaiyano, tal como se conoce hoy, fue promovida por las autoridades soviéticas recién en la década de 1930, mientras que la existencia del pueblo armenio se remonta a milenios de historia documentada, con una vasta herencia espiritual y cultural reconocida a nivel internacional.

Además, el comunicado destacó la ironía de que tales acusaciones provengan “del representante de un país cuyo nombre de Estado se ha apropiado de otro país y pueblo”, en referencia a la utilización del término “Azerbaiyán” —nombre histórico de una región del norte de Irán— para denominar al actual Estado del Cáucaso.

El texto también desmintió las afirmaciones de Pashazade sobre la Diócesis de Nueva Najicheván, aclarando que fue la propia Rusia zarista quien decidió nombrar así a los asentamientos armenios cercanos a Rostov del Don como gesto de respeto hacia los armenios desplazados de la histórica Najicheván.

Echmiadzín consideró que este tipo de retórica hostil es, en sí misma, “una evidencia de que Azerbaiyán, en palabras del propio Pashazade, representa una amenaza para los países vecinos de la región”. Y concluyó: “Es necesario afirmar de una vez por todas que las mentiras y las falsedades nunca pueden convertirse en verdad, por mucho que se repitan con frecuencia y entusiasmo”.

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