El ANCA cuestionó la declaración de Washington: “Las promesas en papel no detendrán a los tanques”

El Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos (Armenian National Committee of America - ANCA) criticó el acuerdo firmado el 8 de agosto en la Casa Blanca entre Armenia y Azerbaiyán, mediado por Estados Unidos y con la presencia del presidente Donald Trump, al considerar que omite cuestiones clave para una paz justa y duradera. La organización advirtió que el texto no contempla el retorno seguro y digno de más de 150.000 desplazados armenios de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), la liberación inmediata de prisioneros de guerra y rehenes civiles, la protección del patrimonio cultural armenio ni garantías efectivas de seguridad y soberanía para Armenia.
“El mismo Donald Trump que no logró detener el ataque de Azerbaiyán contra Nagorno Karabaj en 2020 ahora está premiando esta agresión, comprometiendo la soberanía de Armenia y consolidando la limpieza étnica de más de 150.000 cristianos armenios indígenas”, declaró Aram Hamparian, director ejecutivo de ANCA. También cuestionó la exención de la Sección 907 de la Ley de Apoyo a la Libertad, que levanta la prohibición de asistencia militar a Azerbaiyán.
Entre las disposiciones que generan preocupación, ANCA mencionó el contrato de arrendamiento de 99 años para la denominada Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional (TRIPP), que atravesará la provincia armenia de Syunik para conectar Azerbaiyán con Najicheván y Turquía. Aunque se establece que operará bajo la legislación armenia, la organización alertó que en la práctica supone ceder control estratégico a largo plazo.
Hamparian advirtió que el acuerdo carece de garantías de seguridad ejecutables, mecanismos de monitoreo y sanciones definidas ante incumplimientos. También señaló que presiona a Armenia para retirar demandas internacionales contra Azerbaiyán y poner fin a la misión de observación de la Unión Europea, medidas que, a su entender, debilitan las defensas del país.
"A pesar de su gran importancia política, el acuerdo no vinculante no incluye garantías de seguridad ejecutables para Armenia. Carece de mecanismos de monitoreo robustos, medidas disuasorias vinculantes ni consecuencias claramente definidas para las violaciones azerbaiyanas", marcó el ANCA.
"Las promesas en papel no detendrán a los tanques", advirtió Hamparian. "Sin garantías ejecutables —monitoreo real y consecuencias reales—, este acuerdo es una hoja de ruta para la coerción futura, no para una paz duradera".
Tras la firma, los copresidentes del Caucus Armenio del Congreso estadounidense reclamaron medidas adicionales. Frank Pallone (demócrata por Nueva Jersey) pidió mantener la aplicación de la Sección 907, presionar por la liberación de prisioneros y retirar las tropas azerbaiyanas de territorio armenio. Brad Sherman (demócrata por California) subrayó que Azerbaiyán debe rendir cuentas por su agresión y que Estados Unidos debe garantizar protecciones tangibles para Armenia.
El ANCA anunció que presentó al Senado y la Cámara de Representantes un análisis detallado de las deficiencias del acuerdo y propuso pasos legislativos para salvaguardar la seguridad de Armenia, asegurar el retorno de los desplazados de Artsaj y lograr la liberación de los prisioneros armenios. Alex Galitsky, director de políticas de ANCA, declaró a POLITICO que “un acuerdo que premia la agresión de Azerbaiyán, socava la soberanía de Armenia y niega justicia a los armenios de Artsaj solo dificultará la resolución de estos problemas de derechos humanos en el futuro”.