El canciller de Rusia Sergey Lavrov visitó Armenia: “Los problemas del Cáucaso Sur deben ser resueltos por los países de la región”

21 de mayo de 2025

En una visita oficial a Ereván, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, mantuvo reuniones con su par armenio Ararat Mirzoyan, el primer ministro Nikol Pashinyan y el presidente Vahagn Khachaturyan el 21 de mayo. Si bien ambas partes reafirmaron la vigencia del vínculo estratégico bilateral, Armenia manifestó su disconformidad con el funcionamiento de los mecanismos de seguridad vigentes, especialmente ante la inacción de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) frente a las agresiones de Azerbaiyán.

En su intervención en una conferencia de prensa conjunta con Mirzoyan, Sergey Lavrov expresó su agradecimiento al gobierno armenio por su participación en los actos conmemorativos por el Día de la Victoria en Moscú y por el respeto con el que, según sus palabras, el pueblo armenio mantiene viva la memoria histórica común. Al comenzar la jornada, la delegación rusa colocó una ofrenda floral en el monumento a la Madre Armenia, lo que consideró un símbolo del compromiso compartido con “la libertad, la independencia y la justicia”.

El canciller ruso destacó que Rusia continúa siendo el principal socio comercial y de inversión de Armenia, representando más de un tercio del comercio exterior del país. Señaló que el 96% de las operaciones bilaterales se realizan en monedas nacionales y elogió la presencia de empresas rusas en sectores clave como la energía, agricultura y logística. Agradeció además los esfuerzos de las autoridades armenias por proteger los intereses de los inversores rusos en el país.

En materia de seguridad, Lavrov enfatizó que “somos aliados” y recordó que se cumplen 30 años de la presencia de la base militar rusa en Armenia, considerada por Moscú como un pilar fundamental para la seguridad regional. Reiteró que Rusia está interesada en mantener vínculos estrechos entre las fuerzas armadas, los servicios de seguridad y los organismos de orden público de ambos países, y reafirmó su interés en una participación activa de Armenia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).

Sobre los temas regionales, el jefe de la diplomacia rusa declaró que "los problemas del Cáucaso Sur deben ser resueltos por los países de la región". Aludió a la iniciativa del formato “3+3”, que reúne a Armenia, Azerbaiyán y Georgia junto con Rusia, Irán y Turquía, como un instrumento de cooperación útil que, en su opinión, podría fortalecer la paz, el desarrollo económico y la integración cultural. “Estamos listos para que las próximas reuniones se celebren en Ereván y Bakú”, aseguró Lavrov.

Según Lavrov, "ninguno de los primeros líderes de Armenia propuso que Rusia reconociera la independencia de Nagorno Karabaj" y agregó que nadie puede reprochar a Rusia la cuestión de Nagorno Karabaj, porque "durante casi dos décadas los líderes rusos, Putin y Medvedev, han tomado medidas y presentado propuestas para la normalización de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán".

Además, Lavrov hizo referencia a la propuesta de compromiso de devolver cinco regiones a Azerbaiyán, conservando las regiones de Kelbajar y Lachin, que conectan Armenia y Karabaj, como etapa intermedia, dejando la resolución final de la cuestión para más adelante. Según el ministro de Asuntos Exteriores ruso, esa propuesta rusa fue rechazada numerosas veces.

Al ser consultado por la falta de reacción de Rusia ante los ataques de Azerbaiyán contra la ciudad armenia de Jermuk en 2022, Lavrov aseguró que Moscú actuó “de conformidad con sus obligaciones” dentro de la OTSC. Recordó que se propuso una misión de observación que no fue aceptada por Armenia y que, poco después, se instaló una misión civil de la Unión Europea. También señaló que la declaración firmada en Praga en 2022 confirmó que Nagorno Karabaj era parte de Azerbaiyán según los términos del Protocolo de Almá-Atá, afirmando que esto les sorprendió, ya que la cuestión de la pertenencia de Nagorno Karabaj se omitió deliberadamente de la declaración trilateral sobre el alto el fuego del 9 de noviembre de 2020. Lavrov insistió en que en ese momento hubo un acuerdo de caballeros según el cual la cuestión de Nagorno Karabaj estaba sujeta a un ulterior acuerdo entre los países.

Ante las críticas por la compra de armas a Francia, Lavrov respondió que no cuestiona la decisión soberana de Armenia de buscar nuevos socios, aunque remarcó que “Francia es políticamente un país hostil hacia Rusia” y que resulta contradictorio que un país aliado, como Armenia, se arme con tecnología militar proveniente de un Estado con una retórica tan beligerante contra Moscú. Aun así, aseguró que Rusia sigue cumpliendo con parte de sus compromisos en materia de defensa, aunque reconoció retrasos por el conflicto con Ucrania.

En sus palabras finales, Lavrov reiteró que Rusia “no impone” modelos de seguridad a sus aliados y que apuesta por una arquitectura construida “desde abajo” en Eurasia, basada en proyectos de integración como la Unión Económica Euroasiática, la Organización de Cooperación de Shanghái y la Iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por China. Según explicó, este modelo contrasta con lo que calificó como una “arquitectura fallida” promovida por la OTAN y la Unión Europea, a quienes acusó de “usar principios democráticos como herramientas geopolíticas”.

Ararat Mirzoyan: "Las fuerzas armadas azerbaiyanas atacaron territorio armenio"

Durante la conferencia de prensa conjunta, el canciller armenio Ararat Mirzoyan fue consultado sobre su reciente afirmación de que la actual arquitectura de seguridad no es efectiva. Al respecto, precisó que se refería tanto al marco global como al sistema regional, del cual Armenia ha sido parte a través de estructuras como la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). “Nosotros mismos, por experiencia propia, hemos visto que esa arquitectura no funciona. Nos vimos obligados a intentar reestructurar o mejorar ese sistema de seguridad, y ese proceso está en curso”, explicó. No obstante, aclaró que no está en discusión una reformulación de las relaciones aliadas con Rusia: “Nuestras obligaciones mutuas están claramente firmadas y ratificadas, y nadie las ha anulado”.

Mirzoyan reiteró que Armenia mantiene su participación formal en marcos como la OTSC, aunque reconoció que las respuestas de la organización a incidentes claves —como las incursiones azerbaiyanas en territorio soberano armenio— han sido insatisfactorias. “No estamos satisfechos con la respuesta de la OTSC a acontecimientos muy concretos, y también es conocido que hemos congelado nuestras actividades en el marco de esa organización”, expresó.

En otra intervención, el ministro fue interrogado sobre por qué Armenia mantiene una relación cordial con Moscú —incluida la participación del primer ministro Nikol Pashinyan en el desfile por el Día de la Victoria en Moscú— pese al sentimiento de desconfianza que existe entre sectores de la sociedad. Mirzoyan respondió que “el pueblo armenio hizo una contribución significativa a la victoria sobre el fascismo” y que rendir homenaje a sus víctimas forma parte del respeto por la historia. También destacó que la hospitalidad hacia el canciller ruso responde a una práctica diplomática: “Estamos obligados a dar una cálida bienvenida a nuestros socios, especialmente con quienes tenemos relaciones aliadas de larga data”.

En cuanto a las agresiones de Azerbaiyán en septiembre de 2022 contra la ciudad armenia de Jermuk, Mirzoyan recordó que, pese a que Armenia aceptó una propuesta de mediación de Rusia, esta no fue aceptada por Bakú. A raíz de ello, “las fuerzas armadas azerbaiyanas atacaron territorio armenio, violando nuestras fronteras reconocidas internacionalmente”, señaló. Esa experiencia, explicó, marcó un punto de quiebre en la confianza hacia los mecanismos de seguridad regional, y precipitó el congelamiento de la participación de Armenia en la OTSC.

Sobre la posición armenia respecto a Artsaj (Nagorno Karabaj), Mirzoyan subrayó que Armenia reconoce la integridad territorial de Azerbaiyán sobre la base de la Declaración de Alma-Ata, siempre que Azerbaiyán reconozca, a su vez, la integridad territorial de Armenia bajo el mismo marco jurídico. También recordó que la Federación de Rusia, “al más alto nivel”, ha reconocido a Karabaj como parte de Azerbaiyán, una postura que Armenia ya no cuestiona.

Finalmente, al ser consultado por los vínculos de Armenia con la Unión Europea y su posible integración al bloque, Mirzoyan aclaró tajantemente que “Armenia no ha presentado ninguna solicitud de adhesión, ni existen negociaciones en ese sentido”. Descartó así cualquier contradicción con su membresía en la Unión Económica Euroasiática, liderada por Rusia.

La visita de Lavrov estuvo marcada por una protesta frente al Ministerio de Asuntos Exteriores. Allí se congregaron dirigentes como Arman Babajanyan (líder del partido “Por la República”) y Tigran Khzmalyan (Partido Europeo), quienes portaban pancartas con las palabras “asesinos” sobre las imágenes de Vladimir Putin y Sergey Lavrov. Tras un breve enfrentamiento, la policía obligó a los manifestantes a retirarse a la acera opuesta.

En paralelo, el primer ministro Nikol Pashinyan recibió a Sergey Lavrov y a su delegación en la sede del Gobierno. Pashinyan destacó que las relaciones bilaterales deben continuar “basadas en el respeto mutuo, la soberanía y el interés de los ciudadanos de ambos países”.

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