Enver Pashá, el genocida que tiene una calle en Artsaj y murió a manos de un armenio en Tayikistán

12 de noviembre de 2025

Hagop Melkumyan vengó a millones de armenios que fueron masacrados durante el genocidio de 1915. La increíble historia de este oficial del Ejército Rojo que logró atrapar al pashá turco en el Asia Central.

La semana pasada se conoció un nuevo dato que alimenta, una vez más, la política agresiva de Azerbaiyán en contra de los armenios y que, en rigor, aleja la posibilidad de convivencia pacífica de las sociedades armenias y azeríes, un objetivo que el gobierno armenio de Nikol Pashinyan menciona cada vez que puede, pero que no tiene correspondencia de parte del presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev.

El gobierno de Azerbaiyán, en su enfermiza lógica toponímica de renombrar con nombres turcos sitios que históricamente fueron territorios armenios – lo mismo hizo la República de Turquía con numerosas ciudades y regiones de la Armenia histórica o Medz Haik- decidió poner el nombre de Enver Pashá una calle en la zona sur de Stepanakert, rebautizada por el régimen de Bakú como Jankendi o Khankendi luego de la guerra de los 44 días de 2020.

En su ánimo revanchista y poco amistoso hacia los armenios Aliyev eligió el nombre de uno de los ideólogos y ejecutores del genocidio de 1915, organizado y llevado adelante por el gobierno de los tres pashás, en las postrimerías del Imperio Otomano

Vale recordar que producto del genocidio fueron masacrados 1,5 millones de armenios, dos tercios de la población total de ese origen en el Imperio, cuyo destierro, marchas forzadas por el desierto hacia Siria y el asesinato o incluso la muerte por inanición dejó en manos de los turcos las seis provincias orientales o vilayetos (Van, Bitlís, Erzerum, Harput, Diarbekir y Sivas).

Enver Pashá, figura clave

El reciente cambio de nombre en una calle central de Stepanakert y la presencia del fantasma de Ismail Enver en la ocupada capital de la República de Artsaj, presenta una oportunidad para hacer foco en su enquistado racismo hacia los armenios, que lo convirtió en uno de los mayores genocidas de la historia mundial.

Pero también vale recordar cómo fue perseguido Enver en el marco de la Operación Némesis y cómo terminó ajusticiado en una calle de Dushambe, en el Asia Central.

Ismail Enver nació en Constantinopla (Estambul) el 22 de noviembre de 1881 y murió en Dushambe (Tayikistán) el 4 de agosto 1922, según los datos conocidos, caído en combate liderando a grupo irregular de los Basmachi, que se oponía a las fuerzas bolcheviques que dominaban la zona. Enver es el único de los grandes responsables del genocidio armenio que logró zafar de sus perseguidores tashnagtsagán en el marco de la Operación Némesis.

Como parte del triunvirato de pashás que dirigían el Imperio Otomano y que habían encabezado el golpe de Estado de 1913 contra la Unión Liberal, Enver es sindicado por algunos analistas como el verdadero poder, y a quien respondían los otros dos integrantes del triunvirato, Mehmet Talaat y Ahmed Djemal.

Como ministro de Guerra fue uno de los principales culplables de la derrota turca en la Primera Guerra Mundial y por eso, además de su responsabilidad en el genocidio armenio, fue sentenciado a muerte por la Corte Marcial otomana en 1919, aunque tanto a Talaat, como a Enver y Djemal les permitieron escapar a Europa.

Un hombre de extrema confianza de Enver, Behaeddin Shakir, fue el organizador y conductor de Teşkilât-ı Mahsusa (en español, Organización Especial), un grupo paramilitar encargado de la eliminación física de la población armenia en las provincias orientales del Imperio Otomano. Bajo la excusa de la reubicación a raíz de la guerra, desde allí se organizaron las marchas al desierto y el asesinato en masa de los armenios.

La solución final

A mediados de 1918 y con el frente oriental ya más tranquilo por el retiro de la guerra de los rusos tras la Revolución Bolchevique y la firma del Tratado de Brest Litovsk en febrero de 1918, Enver envió a Nurí Pashá, su medio hermano, a sofocar el levantamiento de la Comuna de Bakú al mando del Ejército Islámico del Cáucaso.

Tras combatir ese levantamiento, entre junio y septiembre de 1918, Nurí Pashá se aprestó a tomar el Karabaj Montañoso, a instancias de la recién independizada República Democrática de Azerbaiyán, que había pedido a las tropas turcas que “liberara” Karabaj de los armenios. Ante la inminencia del ataque armado contra la población civil la orden de Nurí Pashá fue que los armenios aceptaran la soberanía de Azerbaiyán y “permitir la entrada de las tropas turcas en Shushí”.

Tras la guerra Enver se refugió primero en Alemania y luego viajó a Moscú, donde ofreció sus servicios a los bolcheviques. Fue enviado al Asia Central para convencer a los pueblos túrquicos de unirse a la cruzada comunista. Allí estaba en auge el movimiento Basmachi, que abrazaba las ideas del panturquismo y renegaba de la presencia rusa en la zona.

Tan pronto como llegó Enver traicionó a los bolcheviques y se pasó al lado de la revuelta musulmana del Asia Central, instando a los jefes tribales a desarrollar el proyecto de un gran Estado turco independiente desde el Mediterráneo hasta las estepas del centro del continente y sin interferencia rusa.

Durante varios meses Enver buscó avanzar en esta idea, pero del lado soviético tampoco se quedaban quietos. El 4 de agosto de 1922 Enver Pashá murió en combate.

A la caza de la presa

Pero aquí hay una historia interesante y poco conocida. Enver murió tras enfrentarse con una unidad soviética comandada por Yakov Arkadievich Melkumov, cuyo verdadero nombre era Hakob Arshaki Melkumyan.

Nacido el 24 de diciembre de 1885 en Kherkhan, cerca de Shushí, Melkumyan ingresó al Ejército Imperial Ruso en 1907, donde tras pasar por un proceso adiestramiento salió con el rango de capitán de Caballería. Durante la Primera Guerra Mundial, comandó una unidad de ametralladoras en la 4ª División de Caballería del 6º Cuerpo de Ejército y luego revistó en otras unidades de artillería.

Hagop Melkumyan, cementerio Novodevichy.

Tras participar en distintos frentes en la guerra civil que siguió a la Revolución Bolchevique, Hagop Melkumyan se convirtió en octubre de 1919 en comandante de una Brigada de Caballería en el 8° Ejército ruso.

En sus Memorias (“Turkestantsy”) Melkumyan recuerda que tras ser derrotado en una batalla de Baljuvon (Tayikistán) Enver y otros hombres huyeron a la aldea de Chagan. Pero las tropas del Ejército Rojo los emboscaron y los mataron con fuego de artillería, a las puertas de la mezquita de esa localidad.

Por mano propia

Hay versiones que indican que Melkumyan mató personalmente a Enver Pashá con su sable, aunque Melkumyan no lo menciona en sus memorias. Tampoco se menciona que ya en enero de 1915, tras el desastre militar otomano en la Batalla de Sarikamish, Melkumyan alistado en las tropas soviéticas, buscó ajusticiar a Enver. No tuvo éxito. Llegó a tenerlo a tiro, pero al acercarse oyó hablar en armenio, y pensó que se había confundido. Varios asistentes de Enver eran armenios.

Ese “error” lo llevó Melkumyan durante años en su conciencia. Por eso cuando lo tuvo en la mira en Dushambe en agosto de 1922, esta vez no dudó. Así se lo contó el propio a Melkumyan al corresponsal Hayk Hayrapetyan, citado por Emma Balayan en “Azat Artsakh”:

“Enver no era un comandante Basmachi cualquiera. Su formación militar en Alemania, su experiencia en combate durante la guerra imperialista y, finalmente, la superioridad numérica de sus tropas lo convertían en un adversario peligroso. Bajo su estandarte contaba con 17.000 jinetes selectos. Yo mismo disponía de 1.500 jinetes y 800 infantes. Para neutralizar la superioridad numérica del enemigo, decidí atacarlo por sorpresa al amanecer”.

Explicó que “ocultos entre una densa niebla, nos acercamos sigilosamente al enemigo. Cuando los primeros rayos de sol iluminaron las cumbres de las montañas y la niebla se disipó, la tienda de Enver, coronada por una gran bandera verde con una media luna dorada, se hizo visible con los prismáticos en las afueras del pueblo de Kofrun. Me alegré enormemente: significaba que Enver estaba allí. En Sarygamysh lo había perdido, pero aquí… Tuve que impedirle la huida”.

Allí llegó un mensaje del cuartel general. El comandante del frente escribió: “Moscú, en nombre de Lenin y Trotsky, insiste en capturar a Enver con vida. Responsabilizamos al comandante Melkumov”. Devolví el paquete y advertí: “No me encontraste”, recordó Melkumyan.

Y remató: “A mi orden, la artillería abrió fuego. La batalla fue feroz e implacable. El enemigo fue rápidamente derrotado. Enver huyó a las montañas sin túnica y descalzo. Lo perseguí durante 25 verstas (algo más de 25 kilómetros). Llegamos a las calles del pueblo de Chaghan”, donde Enver fue muerto el 4 de agosto de 1922.

En noviembre de 1937 durante la Gran Purga de Stalin, Melkumyan fue arrestado bajo cargos de participar en actividades anti soviéticas, y en abril de 1940 fue sentenciado a muerte por fusilamiento. Pero un Tribunal Militar de la URSS le conmutó la pena a 15 años de prisión en campos de trabajo forzado.

Tras la muerte de Stalin Melkumyan fue liberado en 1954 y rehabilitado de los cargos recibidos. Murió en Moscú el 3 de julio de 1962.

Carlos Boyadjian

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