IARA condenó los ataques del Gobierno de Nikol Pashinyan contra la Iglesia Apostólica Armenia: “Etchmiadzín debe seguir siendo un espacio de encuentro espiritual para toda la armenidad”

25 de diciembre de 2025

Las Instituciones Armenias de la República Argentina (IARA) manifestaron su profunda atención y preocupación ante los recientes acontecimientos vinculados a la Santa Sede de Etchmiadzín, y señalaron que la situación interpela tanto a Armenia como a la diáspora, por lo que requiere “una reflexión serena y orientada al bien común, guiada por la prudencia, la mesura y la vocación de consenso”.

En un comunicado publicado el 24 de diciembre, IARA subrayó que “la Iglesia Apostólica Armenia ha sido durante siglos un pilar fundamental del pueblo armenio, custodia de su fe, cultura y cohesión social”, y advirtió que cualquier hecho que afecte su funcionamiento “debe abordarse con extremo cuidado, respeto institucional y apego a los valores nacionales”. En ese sentido, remarcó que “la convivencia armónica entre el Estado y la Iglesia es esencial para la estabilidad y la paz social”.

Asimismo, recordó que “la libertad religiosa es un derecho humano fundamental”, consagrado tanto en la Declaración Universal de Derechos Humanos como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y destacó que la Constitución establece que la República de Armenia reconoce “la misión exclusiva de la Santa Iglesia Apostólica Armenia, en tanto que iglesia nacional, en la vida espiritual del pueblo armenio, en el desarrollo de su cultura nacional y en la preservación de su identidad nacional”.

El comunicado afirmó que “el Estado es el garante de la libertad religiosa en la República de Armenia y tiene la obligación de respetar las tradiciones canónicas y la sensibilidad espiritual de nuestro pueblo”, y sostuvo que “la persecución contra miembros y defensores de la Iglesia mediante procedimientos arbitrarios, detenciones injustificadas y campañas de estigmatización resulta contrario al Derecho”. En la misma línea, advirtió que “las autoridades armenias no deben usar su poder político para promover divisiones y confrontación, ya que esto debilita a la comunidad nacional y erosiona los valores que han permitido históricamente al pueblo armenio superar adversidades”.

IARA valoró “la actitud de quienes, desde la fe y el compromiso cívico, han expresado su preocupación de manera pacífica y respetuosa”, y expresó que comparte los llamados realizados por Su Santidad Aram I, Catholicos de la Gran Casa de Cilicia; Su Beatitud el arzobispo Nourhan Manougian, patriarca armenio de Jerusalén; Su Beatitud el arzobispo Sahak II Mashalian, patriarca armenio de Constantinopla; y Su Eminencia el arzobispo Khajag Barsamian, representante de la Iglesia Apostólica Armenia ante el Vaticano, quienes convocaron “a la unidad de todo el clero en apoyo de la integridad y autonomía de la Iglesia Apostólica Armenia y de la Santa Sede Madre”, así como “al respeto de la actual jerarquía por su autogobierno conforme a sus leyes canónicas”.

En ese marco, la institución llamó “al gobierno armenio para que respete la autogestión y autonomía de la Iglesia Apostólica Armenia” y condenó “la intervención en la vida de la Iglesia Apostólica Armenia, ejecutadas mediante el uso de recursos estatales y fuerzas de seguridad”. Finalmente, reafirmó su convicción de que “Etchmiadzín debe seguir siendo un espacio de encuentro espiritual para toda la armenidad” y convocó “a la madurez colectiva, al respeto mutuo y al diálogo constructivo”, convencida de que “solo desde la unidad, la responsabilidad y la escucha recíproca será posible superar este momento y fortalecer los cimientos de la Nación armenia”.

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