Informe del Departamento de Estado de Estados Unidos denunció la detención de prisioneros armenios por parte de Azerbaiyán, la limpieza étnica de Artsaj y la destrucción del patrimonio cristiano

18 de agosto de 2025

El Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos (Armenian National Committee of America - ANCA) advirtió que el acuerdo de paz impulsado por la Casa Blanca entre Armenia y Azerbaiyán contradice abiertamente las conclusiones del propio Departamento de Estado de EE. UU., cuyo informe sobre derechos humanos en Azerbaiyán documenta detenciones arbitrarias de prisioneros armenios, la limpieza étnica de Artsaj y la destrucción del patrimonio cristiano.

“El propio informe de derechos humanos de la Administración Trump no deja lugar a dudas: Azerbaiyán continúa reteniendo y torturando prisioneros armenios, destruyendo el patrimonio armenio y borrando sistemáticamente la presencia armenia en Artsaj”, afirmó el director ejecutivo del ANCA, Aram Hamparian. “La exención de la Sección 907 recompensa este historial. Instamos a la Administración a revocar esta exención, bloquear la venta de armas y sancionar a los azerbaiyanos responsables de estas atrocidades bajo la Ley Global Magnitsky”.

El informe del Departamento de Estado cita “informes creíbles de asesinatos arbitrarios o ilegales; torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; arrestos y detenciones arbitrarios; represión transnacional contra individuos en otro país”, y concluye que el gobierno de Azerbaiyán “no adoptó medidas ni acciones creíbles para identificar y castigar a los funcionarios que cometieron abusos contra los derechos humanos”.

El documento también recoge las observaciones del Comité de la ONU contra la Tortura del 5 de junio de 2024, que denunció violaciones graves contra prisioneros de guerra armenios, incluidas desapariciones forzadas. Además, cita un estudio de Freedom House que concluyó que Azerbaiyán implementó “una estrategia integral, metódicamente implementada, para vaciar Nagorno Karabaj de su población étnicamente armenia entre 2020 y 2023”.

Freedom House recomendó sanciones específicas contra los responsables, la suspensión de ventas de armas y el uso de mecanismos internacionales de justicia. El Departamento de Estado también destacó la investigación de Caucasus Heritage Watch sobre la destrucción de la iglesia de San Juan Bautista y el cementerio de Ghazanchetsots en Shushí, así como un informe de Bellingcat que mostró edificios civiles saqueados y destruidos en Stepanakert.

“Un acuerdo que ignora la limpieza étnica genocida de Artsaj perpetrada por Azerbaiyán en 2023, la destrucción del patrimonio cultural armenio, la tortura y detención de prisioneros de guerra armenios y el derecho al retorno de los armenios desplazados no es la base de una paz duradera”, advirtió Hamparian. “Es, en cambio, una luz verde para que Bakú cometa más agresiones, con la confianza de que Washington no le traerá consecuencias”.

El ANCA recordó que el 8 de agosto presentó en el Congreso un memorando detallado sobre las deficiencias del acuerdo firmado en Washington, e instó a los armenio-estadounidenses a visitar anca.org/realpeace para exigir al presidente Trump y a sus congresistas que bloqueen la asistencia militar a Azerbaiyán, reclamen la liberación de los prisioneros armenios y promuevan sanciones contra los responsables de crímenes de guerra en Bakú.

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