La Asamblea Nacional de Artsaj pidió a los Estados de la OSCE impedir la disolución del Grupo de Minsk

La Asamblea Nacional de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), actualmente operando en el exilio, hizo un llamamiento a los Estados participantes de la OSCE en nombre de los desplazados armenios de Nagorno Karabaj.
“En nombre de los 150.000 armenios de Nagorno Karabaj, hombres, mujeres y niños desplazados por la fuerza de su patria ancestral, nos dirigimos a usted con profunda alarma y preocupación ante la reciente solicitud unilateral de Armenia y Azerbaiyán de poner fin al mandato del Grupo de Minsk de la OSCE”, señala el comunicado firmado por el presidente del Parlamento, Ashot Danielyan.
El texto advierte que “durante décadas, el Grupo de Minsk ha sido la única plataforma con mandato internacional para la resolución pacífica del conflicto de Nagorno Karabaj. Disolver este mecanismo sin consultar a los representantes electos del pueblo para quienes fue creado es ignorar nuestra voz y negar nuestro papel en el proceso”.
La Asamblea instó a los Estados miembros de la OSCE a “ejercer sus poderes, incluido el derecho de veto si es necesario, para impedir la disolución del Grupo de Minsk hasta que existan garantías sólidas para asegurar el regreso seguro y digno de la población armenia desplazada de Nagorno Karabaj”.
El comunicado recuerda que este derecho está amparado “en el artículo 13(2) de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 12(4) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y fue reafirmado por la decisión de la Corte Internacional de Justicia del 17 de noviembre de 2023”.
Asimismo, los representantes de Artsaj plantearon principios fundamentales que deben respetarse en cualquier acuerdo alternativo: “garantizar el derecho al retorno seguro y digno de los armenios de Nagorno-Karabaj, restablecer canales de diálogo y negociación, y asegurar la plena participación de nuestros representantes en cualquier discusión que determine nuestro futuro”.
“La disolución del Grupo de Minsk de la OSCE contradice tanto el mandato del Grupo de Minsk, aprobado el 23 de marzo de 1995, como el Documento de la Cumbre de Budapest de la OSCE de 1994”, advirtieron, al tiempo que recordaron que el desplazamiento de la población “no fue voluntario ni accidental: fue el resultado del asedio, la hambruna y el ataque militar, acciones que hasta el día de hoy no han sido abordadas adecuadamente por la comunidad internacional”.
La Asamblea reafirmó su “compromiso inquebrantable con una solución pacífica y negociada que garantice la seguridad, la autodeterminación y la coexistencia”, advirtiendo que “eliminar el último vestigio de compromiso internacional sin una alternativa creíble e inclusiva afianzará la injusticia y hará más difícil alcanzar la paz”.
Finalmente, el comunicado advierte que “cualquier decisión de legitimar las consecuencias de la limpieza étnica llevada a cabo por Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj y considerar así resuelto el conflicto dejará una marca indeleble y sangrienta en la historia, la autoridad y los principios de la OSCE”.
“Seguimos dispuestos a cooperar constructivamente con la OSCE y los Estados participantes para encontrar una solución justa y sostenible y garantizar el regreso seguro, pacífico y digno de nuestro pueblo a su patria. Nuestro futuro y nuestra supervivencia dependen de sus acciones de hoy”, concluye la declaración.