La trama secreta del dinero sucio que Bakú pagó en Europa para comprar su silencio

Un film de extrema crudeza y actualidad narra cómo el poder autocrático de Azerbaiyán corrompió a parte de la clase política europea para que calle sobre la violación de los derechos humanos y hasta los ataques a Armenia y Artsaj.
El arte en general y mucho más las producciones audiovisuales suelen tomar fragmentos de la realidad para posar la lente o el foco en un aspecto que, por algún motivo, genera especial interés.
Pero hay ocasiones en que la realidad supera a la ficción, generando una sensación de incomodidad, preocupación y hasta incredulidad ante hechos que van más allá de lo tolerable o del entendimiento humano.
Es lo que se ve en Am Abgrund (Al borde del abismo), una película filmada en 2023 y estrenada a comienzos de 2024 en la emisora alemana ARD. Narra la historia de cómo el dinero de la corrupción fluye desde las más altas esferas del poder en Azerbaiyán a los bolsillos de miembros del Bundestag (Parlamento alemán) y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), para lavar la imagen del país caucásico en los círculos europeos.
Desde 2012 cuando salieron a la luz las investigaciones sobre el soborno pagado por el régimen azerí a políticos europeos para que “hagan la vista gorda” a denuncias sobre violación de derechos humanos, esta política se conoce como “Diplomacia del caviar”, por las huevas de esturión del Mar Caspio y la industria exportadora de este bien de lujo.
El caso más famoso fue el del eurodiputado italiano Luca Volonté, condenado en enero de 2021 a cuatro años de prisión por una Corte de Milán, por recibir sobornos estimados en 500.000 euros de parte de Azerbaiyán para que desestimara un informe de 2013 que acusaba al régimen de Bakú de tener presos políticos y violación de derechos humanos.
“A lo largo de los años, Bakú ha navegado hábilmente por los pasillos del poder en Europa, ganándose a los políticos con una mezcla de viajes lujosos y pagos directos en efectivo. ¿El objetivo? Garantizar que estas voces influyentes defiendan los intereses de Azerbaiyán, especialmente en los salones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) e incluso en el propio Bundestag de Alemania”, señala Lamiya Adilgizi, periodista azerbaiyana radicada en Berlín, en un artículo sobre la película Am Abgrund publicado en el portal Global Voices el 28 de febrero de 2024.
Lamiya Adilgizi suele tener posiciones que no coinciden con las del régimen de Ilham Aliyev, centrándose en cuestiones vinculadas a la democracia, los derechos humanos, la libertad de prensa y los conflictos relacionados con el Cáucaso Meridional y Turquía. Sus investigaciones y denuncias han sido publicadas por la BBC, The Guardian, Al Jazeera y openDemocracy, entre otros medios internacionales.
Un thriller político
“Aunque la película es ficción, se basa en una serie de investigaciones denominadas ‘Lavandería azerbaiyana´, que exponen cómo el gobierno azerbaiyano sobornó a los políticos del Consejo de Europa”, señala Adilgizi.
Y agrega que las investigaciones publicadas en 2017 descubrieron “cómo el gobierno de Azerbaiyán fue la fuerza impulsora detrás de un fondo secreto de sobornos de 2.900 millones de dólares, que puede haberlo ayudado a sobornar a políticos europeos”, indicó la periodista.
Am Abgrund fue filmada por el director y periodista de investigación Daniel Harrich, quien expone en profundidad la red de conexiones políticas y de corrupción de Azerbaiyán. La película se estrenó el 20 de febrero de 2024 en un evento organizado por el Parlamento alemán, al que le siguieron debates sobre cómo se produjo un escándalo de corrupción de este tipo en las entrañas de Europa occidental.
Harrich declaró en diversas oportunidades que su intención era filmar numerosos pasajes de la película en Azerbaiyán, pero no consiguió que las autoridades azeríes le otorguen los respectivos permisos, por lo que debió reconstruir escenarios en Alemania para que el film avanzara.
De qué va la película
El film comienza con escenas típicas de un proceso electoral, como el que Azerbaiyán tuvo el 7 de febrero de 2024 y en el que Aliyev sacó más del 92% de los votos. En el film una joven en Bakú entrega las papeletas de votación llenadas por sus abuelos, subrayando el pequeño detalle de que …. los abuelos ya están fallecidos, y advirtiendo que en el pasillo las urnas llenas están sin custodia.
Nadie se percata de este hecho inusual salvo el observador electoral alemán Gerd Meineke, mientras que su colega Kerstin Strauch, también enviada como observadora por el Consejo de Europa, ha salido de compras mientras debía estar en servicio. El otro integrante de la delegación, Herbert Pfleiderer, que es el portavoz de los eurodiputados, felicita a las autoridades por unas "elecciones democráticas exitosas según los estándares europeos".
Meineke es un político íntegro y limpio con los límites claros entre el bien y el mal. Pero la red euro-azerbaiyana de corrupción intentará cooptarlo de diversas maneras, con dinero, oro, prostitutas y otros sobornos, señala un artículo del portal Tittelbach.TV.
La mordaza azerí
“La película revela la dura represión de las voces disidentes que critican el régimen opresivo de Azerbaiyán, con escenas dramáticas que replican imágenes de cámaras ocultas que fueron colocadas (en la realidad) en el dormitorio de la reconocida periodista Khadija Ismayilova en 2012, exponiendo su vida privada”, reseña Lamiya Adilgizi.
La periodista recuerda que Ismayilova escribió una serie de investigaciones sobre la corrupción del gobierno azerí, vinculada a la familia del presidente Aliyev. Estas imágenes filtradas tenían como objetivo empañar la reputación de la periodista. Más tarde, Ismayilova fue encarcelada por cargos falsos, como resultado de lo cual, pasó dos años en prisión.
En la película Alina Kasparjan -un nombre que no parece antojadizo- debe huir de Azerbaiyán junto a su hija Leyla, luego de que su barrio y su casa sufriera la contaminación de una mina y de que su esposo fuera asesinado tras reclamar por la contaminación. Con el tiempo Leyla vuelve a su país y cuestiona al poder a través de su blog disidente “La voz de Azerbaiyán y la conciencia de Bakú”.
Leyla es encarcelada por encarar a Jennifer López con una pregunta crítica sobre el régimen antes de su actuación en el Estadio Nacional de Bakú. La ficción toma la invitación real que le hizo el gobierno azerbaiyano a JLo para actuar en ese país, y su presentación en el Bakú Crystal Hall el 3 de noviembre de 2012.
Ésta fue una operación de marketing similar a la que llevó a Bakú en diciembre de 2024 a Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, todas figuras históricas del mejor Barcelona de la historia y hoy jugadores del Inter Miami, con gran popularidad.
Guerra y transición energética
El eje principal de la película es la corrupción y la agenda de Europa en relación al medio ambiente, en momentos en que en el mundo se debate el futuro de los combustibles fósiles y la transición hacia las energías verdes.
En el film se cuela el escándalo de corrupción de los políticos alemanes con el debate actual sobre la transición energética, dado que Azerbaiyán es un jugador importante en el mercado energético. Mucho más desde que, por las sanciones europeas a Rusia por la guerra en Ucrania, Moscú triangula su gas natural hacia Europa a través de Azerbaiyán. Pero hay algo más.
“Azerbaiyán es ahora supuestamente un socio comercial importante, no solo por sus ricas reservas de gas y petróleo, sino también, tras la conquista de Karabaj, por sus materias primas cruciales para la producción de coches eléctricos y teléfonos inteligentes”, sostiene la crítica de Tittelbach.TV.
En la trama de la película, Gerd Meineke, miembro ficticio del Bundestag alemán y del Consejo de Europa descubre que algunos de sus pares se han visto influenciados por el régimen azerí. La corrupción queda en evidencia durante una votación impulsada por Meineke destinada a condenar a Azerbaiyán por sus numerosos prisioneros políticos. Pero la resolución es derrotada por los aliados bien “adornados” del régimen.
En la realidad, las cosas son algo distintas. En 2024 la acreditación de la delegación azerbaiyana fue revocada por el Consejo de Europa, mientras que la Fiscalía de Múnich presentó cargos por soborno contra dos exmiembros del Bundestag en representación de la CDU y la CSU, ambos de raíz conservadora. Según la denuncia trabajaron para los intereses de Azerbaiyán a cambio de pagos desde Bakú.
"Una investigación exclusiva muestra cómo se utiliza la red de corrupción y favores para justificar la guerra (en alusión a Artsaj) y el desplazamiento. A cambio, Azerbaiyán promete acceso a materias primas cruciales y muy disputadas”, remata Tittelbach.TV.
Carlos Boyadjian