Los acuerdos entre Donald Trump, Nikol Pashinyan e Ilham Aliyev: Armenia y Azerbaiyán se comprometieron a firmar un tratado de paz definitivo y se entregará a EEUU la gestión de una ruta en Syunik

En una cumbre trilateral celebrada el 8 de agosto en Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, firmaron una declaración conjunta donde acordaron retirarse del Grupo de Minsk de la OSCE, anunciaron la creación de una empresa conjunta entre Armenia y Estados Unidos para gestionar una ruta comercial a través de Syunik bajo el nombre de “Ruta Trump” y anunciaron la intención de firmar un acuerdo de paz definitivo, a pesar de que Trump declaró que "esto no es un alto al fuego, es un acuerdo de paz".
El director del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica (CNA) Aram Mouratian, explicó que los acuerdos firmados "no contemplan el retorno seguro de la población armenia de Artsaj (Nagorno Karabaj) a sus tierras nativas, la liberación de los prisioneros de guerra y civiles armenios encarcelados ilegalmente en Azerbaiyán, la rendición de cuentas de Ilham Aliyev ni su administración por sus crímenes de guerra, la protección del patrimonio cultural armenio ni el retiro de las tropas azerbaiyanas que actualmente ocupan territorio de Armenia".
"Es importante recordar que la firma del alto al fuego de noviembre de 2020, que también incluían enormes concesiones, no evitaron la ofensiva final sobre Artsaj en septiembre de 2023, el gobierno de Azerbaiyán obtuvo a costa de la soberanía de la República de Armenia y Artsaj casi la totalidad de sus demandas apelando a la fuerza", agregó Mouratian.
En el primer punto del documento, se reconoció la "rúbrica del texto acordado del Acuerdo sobre el Establecimiento de la Paz y las Relaciones Interestatales entre la República de Azerbaiyán y la República de Armenia" y la "necesidad de continuar con las acciones para lograr la firma y la ratificación final del Acuerdo", enfatizando "la importancia de mantener y fortalecer la paz entre nuestros dos países".
El segundo punto, rubricado por los ministros de Asuntos Exteriores Ararat Mirzoyan (Armenia) y Jeyhun Bayramov (Azerbaiyán), oficializó el retiro de ambos países del Grupo de Minsk, mecanismo impulsado por la OSCE desde 1992 para mediar en el conflicto de la República de Artsaj (Nagorno Karabaj). “Las negociaciones bajo los auspicios de la OSCE continuaron durante más de tres décadas sin ningún resultado”, dijo Aliyev durante la conferencia de prensa, a pesar de haber sido Azerbaiyán quien inició ambas guerras.

El segundo acuerdo, firmado por Trump y Pashinyan, lanzó el programa “Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacionales” (TRIPP), que prevé la construcción y gestión de una vía comercial entre Azerbaiyán y Najicheván a través de territorio soberano armenio, en la provincia de Syunik. Según lo estipulado, el proyecto será financiado por Estados Unidos, construido por un consorcio conjunto y operado bajo la legislación armenia. No se desplegarán tropas extranjeras, pero la seguridad del tránsito será gestionada por empresas contratadas por el consorcio.
"Reafirmamos la importancia de la apertura de las comunicaciones entre los dos países para el transporte intraestatal, bilateral e internacional para la promoción de la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región y en su vecindad, sobre la base del respeto a la soberanía, la integridad territorial y la jurisdicción de los Estados. Estos esfuerzos deben incluir la conectividad sin obstáculos entre la parte principal de la República de Azerbaiyán y su República Autónoma de Najicheván a través del territorio de la República de Armenia, con beneficios recíprocos para la conectividad internacional e intraestatal para la República de Armenia", fue el tercer punto de la declaración en conjunto. "La República de Armenia trabajará con los Estados Unidos de América y terceros mutuamente determinados para establecer un marco para el proyecto de conectividad de la «Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacionales» (TRIPP) en el territorio de la República de Armenia. Confirmamos nuestra determinación de realizar esfuerzos de buena fe para lograr este objetivo de la manera más expedita".
Luego, se reconoció "la necesidad de trazar un rumbo hacia un futuro que no esté limitado por el conflicto del pasado, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración de Almá Atá de 1991. Se han creado las condiciones para que nuestras naciones finalmente se embarquen en la construcción de relaciones de buena vecindad sobre la base de la inviolabilidad de las fronteras internacionales y la inadmisibilidad del uso de la fuerza para la adquisición de territorio después del conflicto que causó un inmenso sufrimiento humano. Esta realidad, que no está ni debe estar sujeta a revisión, allana el camino para cerrar el capítulo de enemistad entre nuestras dos naciones. Rechazamos y excluimos resueltamente cualquier intento de venganza, ahora y en el futuro".

Durante la conferencia de prensa, los tres mandatarios evitaron responder a la consulta sobre si el acuerdo incluye el retorno de la población armenia desplazada de Artsaj.
Trump celebró la firma del acuerdo y aseguró: “Con este acuerdo, finalmente hemos logrado la paz. Armenia y Azerbaiyán se comprometen a cesar los combates, abrir el comercio y respetar la soberanía e integridad territorial de cada uno”. En cuanto a la “Ruta Trump”, afirmó: “No pedí esto. Es un gran honor para mí. Armenia está creando una asociación exclusiva con Estados Unidos para desarrollar este corredor, que podría extenderse hasta 99 años”.
Trump también le preguntó a Aliyev hace cuánto tiempo era presidente, a lo que el dictador azerbaiyano respondió "22 años". "Significa que es firme e inteligente", fue el elogio de Trump a Aliyev.
Aliyev agradeció la mediación de Trump y anunció el inicio de una “asociación estratégica” entre Azerbaiyán y Estados Unidos. “Hoy establecemos la paz en el Cáucaso, lo que abrirá grandes oportunidades no solo para nuestra región”, declaró.
Por su parte, Nikol Pashinyan expresó: “Estamos sentando las bases para escribir una historia mejor que la que tuvimos en el pasado. Este avance no habría sido posible sin el compromiso personal del presidente Trump”. También destacó que “el proyecto de conectividad desbloqueará toda la región y generará oportunidades económicas estratégicas”.
Tanto Aliyev como Pashinyan coincidieron en proponer la candidatura de Donald Trump al Premio Nobel de la Paz por su rol en el acuerdo, y el propio Aliyev sugirió hacer una presentación conjunta entre Armenia y Azerbaiyán al comité del Premio Nobel. Cuando una periodista armenia preguntó qué pasaría si alguna de las partes rompía el acuerdo, Aliyev se apresuró a responder: “Si alguno de nosotros hubiera tenido en mente dar un paso atrás, no habríamos venido”. El tratado no establece consecuencias legales en caso de incumplimiento, aunque Trump declaró que cualquier conflicto será resuelto personalmente: “Les di un compromiso personal. Si hay un problema, me llamarán y lo resolveremos”.
Trump, además, se comprometió a derogar la Sección 907, una disposición de la Ley de Apoyo a la Libertad de 1992 que prohíbe la asistencia directa del gobierno estadounidense a Azerbaiyán.
Luego de la firma de la declaración, Pashinyan afirmó: "Se está produciendo el levantamiento del bloqueo de la República de Armenia. La República de Armenia tendrá la oportunidad de tener una conexión ferroviaria con el mundo exterior. Tendremos una conexión ferroviaria a través del territorio de Azerbaiyán, incluyendo varias carreteras que pueden atravesar Azerbaiyán. La cuestión de la conexión entre la mayor parte de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván también se ha resuelto, en el marco de la soberanía, la integridad territorial y la jurisdicción de la República de Armenia".
"Estoy convencido de que es sin duda la cumbre de la independencia y soberanía de Armenia, hemos llegado a este punto gracias a la hazaña y el heroísmo de nuestros hermanos caídos", agregó Pashinyan.

Antes del inicio de la reunión, un grupo de azerbaiyanos organizó una protesta cerca de la Casa Blanca para exigir que Aliyev libere a los presos políticos en Azerbaiyán.
Previo a la conferencia, el Consejo Nacional Armenio de Estados Unidos (ANCA) expresó su preocupación sobre el acuerdo: “Los términos dejarían a Armenia en una posición particularmente vulnerable. Retirar a los observadores del alto el fuego eliminaría el único elemento disuasorio contra la intrusión azerbaiyana en el territorio soberano armenio”. Además, advirtió que “la propuesta de arrendamiento de las redes de transporte estratégicas de Syunik a Estados Unidos plantea serias preocupaciones para la seguridad nacional y la soberanía de Armenia”. También criticó que el acuerdo no contemple mecanismos para revertir la limpieza étnica contra la población armenia de Artsaj en 2023 ni garantice la liberación de los rehenes: “Una paz verdadera debe devolver a los armenios a Nagorno Karabaj, exigir cuentas a Aliyev por sus crímenes de guerra, proteger los lugares sagrados cristianos armenios, asegurar la liberación de los rehenes armenios y hacer retroceder la ocupación azerbaiyana de las tierras armenias”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía celebró "los avances de Armenia y Azerbaiyán en el camino hacia una paz sostenible y sus compromisos en Washington para tal fin. En un período de intensa tensión y crisis internacionales, este paso representa un avance significativo para la paz y la estabilidad regionales. Valoramos enormemente el papel de Estados Unidos en este proceso".

