Nikol Pashinyan redobló sus ataques contra la Iglesia Apostólica Armenia: exigió la renuncia del Catholicos Karekin II y pidió “liberar” la Santa Sede

09 de junio de 2025

En una nueva escalada de su ofensiva contra la Iglesia Apostólica Armenia, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, exigió públicamente la renuncia del Catholicos Karekin II al acusarlo de haber roto su voto de celibato y de tener un hijo, lo que, según sus palabras, lo inhabilitaría para ejercer cualquier función eclesiástica.

“Karekin II rompió su voto voluntario de celibato y tiene un hijo. Esto es un hecho, y si Karekin II intenta negarlo, lo demostraré en el formato necesario”, escribió Pashinyan en su cuenta de Facebook el 9 de junio.

Pashinyan reclamó además una reforma integral de la conducción eclesiástica y la elección de un nuevo Catholicos “cuya buena conducta será verificada y confirmada antes de las elecciones del Catholicosado”. Afirmó que su planteo responde a “una cuestión de seguridad espiritual” como creyente, y de “seguridad estatal” como jefe de Gobierno. Finalmente, llamó a los fieles a “unirse en torno a la agenda de liberar el Patriarcado con amor y de manera cristiana”.

La publicación se dio luego de otra declaración en la que Pashinyan ya había formulado la misma acusación, afirmando que la vida privada del Catholicos no podía “existir así” por tratarse del jefe espiritual de la Iglesia. En ese mensaje, instó a la Santa Sede de Echmiadzín a pronunciarse públicamente sobre la cuestión.

Las declaraciones del Primer Ministro generaron un rechazo generalizado en círculos eclesiásticos y políticos. El Consejo Espiritual Supremo, reunido el 2 de junio en la Madre Sede de Echmiadzín bajo la presidencia de Karekin II, había emitido un comunicado en el que condenó “la vergonzosa campaña antieclesiástica promovida por el Primer Ministro con lenguaje, insultos y acusaciones impropias de un estadista, colocándose por encima de la ley”.

“El jefe de Gobierno y los procesos iniciados contra los valores nacionales y la Iglesia representan una amenaza para el Estado armenio y la unidad de nuestro pueblo tanto en la patria como en la diáspora”, declaró el Consejo, que además vinculó esta ofensiva interna con la propaganda del régimen de Azerbaiyán. El 31 de mayo, durante una cumbre religiosa en Bakú, un alto clérigo de ese país había afirmado falsamente que la ciudad de Echmiadzín se encuentra en “territorio azerbaiyano”.

En su comunicado, la Iglesia Apostólica Armenia advirtió que las expresiones de Pashinyan “violan derechos humanos fundamentales, ofenden gravemente los sentimientos religiosos de los creyentes” y tienen por objetivo “menospreciar la autoridad de la Iglesia armenia y su clero, silenciar su voz y reducir su influencia pública”.

El arzobispo Arshak Khachatryan y el obispo Hovnan Hakobyan denunciaron también que los comentarios del Primer Ministro buscan restar visibilidad a una reciente conferencia internacional celebrada en Suiza dedicada a la preservación del patrimonio armenio en Artsaj. “Estos ataques no son solo una agresión a la Iglesia, sino a toda nuestra identidad espiritual, histórica y cultural”, alertó Hakobyan.

En simultáneo, la Iniciativa de Cinco Defensores de Derechos Humanos señaló que la intención de Pashinyan de influir en la elección del Catholicós representa un intento inconstitucional de subordinar la Iglesia al control del Estado. “El principio de separación entre Iglesia y Estado está consagrado en la Constitución”, afirmaron.

La Arquidiócesis de Argentina y Chile de la Iglesia Apostólica Armenia publicó el 2 de junio una declaración conjunta de los primados y consejos representativos de las diócesis armenias de Sudamérica, en la que expresaron su “profunda preocupación y pesar” ante las recientes declaraciones y publicaciones del primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, y de autoridades estatales, que contienen “expresiones ofensivas dirigidas a la Santa Iglesia Apostólica Armenia, al Patriarca Supremo y Católicos de Todos los Armenios, a nuestro clero, así como a los valores espirituales y nacionales de nuestro pueblo”.

La declaración subraya que esta actitud “no solo menosprecia milenios de servicio espiritual de la Iglesia Armenia, sino que también socava los cimientos morales sobre los que se construye la unidad nacional del pueblo armenio”. “La Iglesia ha sido el puente que une nuestra cultura espiritual y nacional”, recordaron.

En ese sentido, las autoridades eclesiásticas de la región condenaron “enérgicamente cualquier palabra o acción que pueda socavar la confianza del pueblo en nuestras instituciones espirituales o devaluar el papel y la misión de la Iglesia”.

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