Alberto Parsechian nos cuenta cómo fue la hazaña

1987: El año en que Deportivo Armenio llegó a Primera

13 de enero de 2018

Parsechian-0Con tres ascensos en un año y 34 fechas invicto en el Nacional B, treinta años atrás ,el Deportivo Armenio dejaba su marca en el fútbol local de la mano de un referente inolvidable: Su director técnico, Alberto Parsechian.

En una callecita del barrio de Floresta, Alberto nos abre las puertas de su casa para rememorar un hecho que desde lo deportivo, colocó en lo más alto el nombre de Armenio en el imaginario popular. Pero recordemos algunos hechos que ocurrían por ese entonces en el país y el mundo, cuando el miércoles 15 de abril, el “depo” fue tapa de los diarios al llegar a la máxima categoría del fútbol argentino. (El encuentro se jugó un martes por la visita del Papa Juan Pablo II a nuestro país)

El doctor Alfonsín quien había asumido la presidencia en 1983 después de años de dictadura para restaurar la democracia en el país, enfrentaba una crisis proveniente del sector castrense con la rebelión de los “carapintadas”.

Tras largas negociaciones viajó a Campo de Mayo, a convencer a los rebeldes, y a su regreso , desde el balcón de la Casa Rosada, frente a la multitud que colmaba la Plaza de Mayo, pronunció una frase memorable en aquella Semana Santa: “Felices Pascuas, la casa está en orden”, mientras el Congreso debatía la ley de Obediencia Debida.

Julio Bocca debutaba en el Metropolitan Ópera House de Nueva York. El Nápoli con  Diego ganaba por primera vez el scudetto en Italia y un Prode vacante repartía más de veinte millones de Australes, cuando el diario Clarín costaba 50 centavos de la misma moneda. Se inaugura el Premetro entre Flores y Lugano, y en su casa de Montmartre en Paris, se suicida Dalidá, la cantante de origen italiano nacida en El Cairo y amada por los franceses.

Para llegar al living donde nos espera, atravesamos un túnel de tiempo donde aparecen fotografías, banderines, recortes de diarios y los distintos equipos donde actuó el dueño de casa.

Pero dejemos que él nos cuente su trayectoria como jugador y más adelante como entrenador, a través de este diálogo cordial. Recordemos que siempre jugó de arquero, aunque con una característica que lo distinguía, él era quien ejecutaba los penales .

“Empecé a jugar en Ferro a los 18 años en la 5ta división. Después me fui a Sportivo Palermo , un club que ya no existe, y al poco tiempo firmé para Chacarita, aunque no jugué porque me cedieron a Temperley en 1970. Al año siguiente me fui a Independiente de Trelew donde estuve dos años y ganamos el campeonato regional, y volví a Ferro en 1973 para llegar a Armenio en 1974 de la mano de Eduardo Bakchellian en 1° C, con Amadeo Carrizo como técnico. En 1976 me fui a Brasil a jugar en el San José de Rio Preto – un club de 1ra división a cuatrocientos kilómetros de San Pablo- de donde volví a Deportivo Armenio, ganamos el campeonato y ascendimos a la “B” en la cancha de Defensores de Belgrano. En Armenio terminé mi carrera de futbolista algunos años después.”

Parsechian-1Hizo el curso de Técnico en los 80 y en 1986, lo llama Vahram Citcioglu, presidente de la institución. para que reemplace a Hugo Zerr en la dirección técnica del Deportivo Armenio. Se emociona al recordarlo y surge la anécdota del día en que ascendieron a 1ra cuando derrotaron a Banfield en la cancha de Platense con el gol de Cincunegui: “Vahram estaba en Alemania y a cada rato llamaba a un pariente para saber cómo seguía el partido (no existía Internet ni telefonía celular), hasta que dominado por la ansiedad termina escuchando el relato del partido por teléfono durante los últimos quince minutos”. Imaginamos la alegría del presidente, solo en la medianoche alemana, sin saber con quién festejar.

Cuenta Alberto que cuando se hace cargo del equipo, se habían hecho una serie de modificaciones en los torneos de la AFA, lo que les permitió ingresar en una liguilla que los llevó desde la 1ra B Metropolitana al Nacional B, que finalmente ganan al cabo de 42 fechas, con el record de 34 fechas invicto, y alcanzar el círculo privilegiado del futbol argentino.

Digamos que además de la fe que tenía Parsechian, el apoyo de los dirigentes y alguna circunstancia fortuita, se sumaron para alcanzar el objetivo con una dosis de suerte. La tarde en que Armenio jugaba con Almagro el partido definitorio para llegar al Nacional B, el arquero visitante arrojó un proyectil contra la tribuna local y el árbitro lo expulsó. Entonces Almagro que ganaba el partido, no pudo sostener el resultado y Armenio lo dio vuelta,

En su paso por la primera división, quedan los recuerdos de haberle ganado tanto a Boca en la Bombonera (1 a 0 con gol de Silvano Maciel), como a River en el Monumental, (3 a 2 con tres goles de Raúl Wensel después de estar perdiendo 2 a 0).

La memoria nos transporta al doloroso recuerdo del terremoto que asoló a Armenia en 1988 y la visita del equipo de Ararat que disputó tres partidos amistosos para recaudar fondos para los damnificados. Con Nacional en Montevideo, con Deportivo Mandiyú en Corrientes y con el Deportivo Armenio en la cancha de Vélez.

Una foto desteñida nos ayuda a reconstruir aquel equipo campeón que solo tuvo dos derrotas, (contra Gimnasia de Jujuy y contra Belgrano de Córdoba), ellos eran: (1) Sarmiento, (4) José Villareal (2) Gardarian, el capitán, (6) Argüeso, (3) Luis Villareal, (5) Gallardo, (8) Alderete, (10) Úbeda, (7) Maciel, (9) Cincunegui y (11) Godoy.

Al despedirnos, Alberto Parsechian, el artífice de esa hazaña, con su cabellera intacta y sin panza nos confiesa con una sonrisa que ya tiene setenta años y que nació el 20 de agosto de 1947.

Una coincidencia con el autor de esta nota, con 10 días de diferencia, pero con un abdomen prominente y una cabello que hace rato cambió de color y de lugar.

Entrevistó Edgardo Kevorkian       

           

  

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