Karekin II denunció una “campaña antieclesiástica” del gobierno y advirtió que es un “golpe directo al Estado armenio”
El Catholicos de Todos los Armenios, Karekin II, advirtió el 22 de junio sobre una “campaña antieclesiástica desatada por las autoridades” armenias, a la que calificó como “una seria amenaza a la unidad nacional” y “un golpe directo al Estado armenio”. Lo hizo al pronunciar su mensaje en la Santa Sede de Echmiadzín durante la celebración de la festividad de la Santa Echmiadzín, con la presencia de fieles de Armenia y la diáspora, prelados de distintas diócesis y representantes de las iglesias de Cilicia, Jerusalén y Constantinopla.
“Ha habido momentos en que diversas fuerzas han buscado limitar la misión de nuestra Iglesia y subordinarla a sus propios intereses. Ese camino ha traído dolorosamente divisiones destructivas a nuestra vida nacional. Hoy, vivimos días alarmantes similares”, expresó Karekin II durante la liturgia.
El jefe de la Iglesia Apostólica Armenia condenó también el arresto del empresario Samvel Karapetyan, a quien calificó como “un armenio amante de la Iglesia y benefactor nacional que hablaba en defensa de la Santa Echmiadzín”. Afirmó que fue víctima de “un proceso ilegal”.
“Del odio y la enemistad no nacerá nada bueno, ningún país se construirá jamás mediante la represión, y la justicia y la solidaridad no se establecerán en un clima de amenaza y miedo”, advirtió Su Santidad, y reafirmó que “Santa Echmiadzín seguirá protegiendo con firmeza los intereses y derechos nacionales”.
Paralelamente a la liturgia, un grupo de ciudadanos —entre ellos varios diputados de la oposición— marchó desde la zona de la Catedral de Zvartnots hasta la Catedral Madre de Echmiadzín en apoyo a la Iglesia y al empresario detenido.
Durante la ceremonia, se exhibieron reliquias sagradas de la tradición armenia como el Santo Geghard, la Mano Derecha de San Gregorio el Iluminador, reliquias de San Sahak Partev y San Gregorio de Narek, el relicario de Skevra y las reliquias de los mártires del Genocidio Armenio, para su bendición y veneración por los fieles.
En su mensaje final, Karekin II llamó a “defender firmemente nuestra historia y valores sagrados, nuestra fe, nuestras santidades” y pidió oraciones por el pueblo de Artsaj, por los prisioneros capturados por Azerbaiyán y por la liberación de Samvel Karapetyan.