A 10 años del último acto del expresidente Kirchner en el Jrimian
El 6 de octubre de 2010, el expresidente Néstor Kirchner visitaba el Colegio Armenio Jrimian de Valentín Alsina para conmemorar, con la juventud de su espacio político, un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, un acto que había sido pospuesto por una intervención quirúrgica que le habían practicado días atrás.
Luego de recibir una placa en reconocimiento a su labor en la promulgación de la Ley 26.199 que instauró el 24 de Abril como “Día de la acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblo” y como testimonio de su paso por la institución, Néstor Kirchner destacó: “Me siento muy feliz de estar en esta casa armenia que resume la lucha por los derechos humanos a los que un pueblo nunca debe renunciar”.
A 10 años del último acto con la juventud del expresidente, Diario ARMENIA conversó con uno de los organizadores y participante de ese acto, Agustín Balladares, quien actualmente se desempeña como Director General de Asuntos Políticos de Jefatura de Gabinete de la Nación.
“Fue un acto muy emotivo. Tuve la suerte de ser uno de los organizadores y de los jóvenes que escuchamos, lloramos y nos emocionamos con las palabras de Néstor. Fue quizás premonitorio, en torno a lo que iba a pasar, porque brindó un mensaje para tenerlo vigente todos los días”, detalló Balladares sobre aquel día y agregó: “El lugar nos permitió generar un contacto bastante estrecho”.
En este mismo sentido agregó: “Indudablemente fue un acto muy importante porque venía de una situación de salud compleja y poder tenerlo ahí a pesar de todo, reafirmando esa vocación de estar junto a los sectores que él más quería para transmitirnos el legado que teníamos por delante. También fue importante por el discurso signado por idea de que los jóvenes tienen que ser transgresores y que muchas veces a algunas cúpulas políticas les molesta esa rebeldía ordenada, encausada, comprensible, con valores”.
“Kirchner fue el hombre que revalidó la política como herramienta. Él volvió a poner a la política en el centro de la escena como vehículo de construcción, de materializaciones de los sueños. Lo hizo rompiendo ese divorcio preexistente que había de la política y los discursos que decía representar en los 2000”, dijo Agustín Balladares. “Hizo uso de la nobleza de la política: la política como puente, como administradora de diferencias, como un vector donde convergen diferentes miradas, diferentes matices, pero que está dirigido hacia un lugar que tiene que ver con la ampliación de derechos, con el desarrollo de un individuo enmarcado en el desarrollo colectivo”, agregó emocionado.
El funcionario de Jefatura de Gabinete hizo referencia al conflicto de Nagorno Karabaj y afirmó que “con toda esta hermandad que fuimos construyendo junto a la colectividad armenia de nuestro distrito, no podemos hacernos los distraídos. Necesitamos alzar nuestra voz y repudiar esta escalada militar, estos ataques de Azerbaiyán sobre el pueblo armenio. Los días siguen avanzando, la escalada no para, el nivel de hostilidad es muy fuerte y, desde todos los sectores, tenemos que alzar la voz para exigir el cese al fuego y para encontrar salidas pacíficas a este tipo de problemas”. “El pueblo de Lanús y el pueblo argentino, como lo manifestó nuestro canciller también, está a disposición de aportar a la construcción de una salida pacífica y a repudiar estos hechos de violencia injustificados”.
En cuanto a su relación con la comunidad armenia, Balladares expresó: “Tengo la suerte de compartir amistades dentro de la colectividad. De hecho, dentro de nuestro frente político tenemos varias compañeras y compañeros que forman parte de la comunidad. Conozco su gastronomía y su organización detrás de las diversas actividades que desarrollan. Lanús es una ciudad que se nutrió, se forjó, se delineó con la participación de toda la colectividad. Hoy en día la colectividad armenia es parte también de nuestra identidad lanusense. Podemos decir que sin comunidad armenia no hay Lanús, porque, insisto, es y fue parte de este proceso histórico de la construcción de nuestra identidad y de nuestra perspectiva de comunidad.
“En estos 90 años Jrimian se ha convertido en la institución educativa de referencia en el distrito, por su calidad educativa, por su compromiso con la gente, por su mirada de avanzada en torno a poner la agenda educativa en función del desarrollo individual y colectivo. La colectividad armenia ha sido central en el desarrollo de nuestra ciudad y el instituto Jrimian ha sido quizás el corazón de ese desarrollo”, culminó.